C i n c o

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Advertencia: No habrá Laitoxoc. Solo participación del oc.

—¿Entonces

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—¿Entonces...no vas aprovechar para tomar esto como una excusa y terminar con ella?

—No.

Laito acomodaba sin afán varios libros en una mochila, sin prestarle mucha atención a lo que Mai le preocupaba. Libros; que incluso si se hallaban en un instituto educativo, y en plena hora escolar, no tenían nada que ver con ello.

—Pero pensé que a Laito-kun no le gustaba que....

—Lo que tienes de plana, lo tienes de estúpida.

Ayato empujó a la pobre con su hombro. Tomándole ventaja al mayor para irse en silencio con su mochila colgada a la espalda. La chica se quejó de dolor formando una mueca.

—¿Que....? E-eso dolió.

Recibió más empujones contra el suelo que mordiscos en el cuello. Habían sido días difíciles para su trasero, la verdad.

En cuanto lo verbal era algo que simplemente tuvo que aceptar, no era llamada de tal modo ofensivo como Yui, pero la palabra "Estúpida o idiota" no se extinguía del vocabulario. O Ayato que no paraba de recalcarle con lo desprecio sobre su pecho casi invisible. También Ruki la apodaba por "Pochi".

Que original.

No podía quejarse tampoco, este último mismo le había mencionado que especialmente en los Sakamaki el cambio era notable, no eran ni serían jamás unas almas de Dios, pero el cambio era ....menos inhumano; lo suficientemente para no convertirla una loca de manicomio o acabar muerta.

—Si termina con ella, no habrá manera en que consiga información más fácil; sería sospechoso, lo descubrirían y el plazo se acabaría—Gruñó— ¡Tada! Como bocadillo final, Chichinasi no vuelve.

Mai se mordió los labios a medida que se levantaba para ponerse al lado de Ayato. Hace tan solo la hora, antes de de la clase recién finalizada y asimismo la jornada, ella junto a los dos chicos escucharon una breve conversación de Sadahi y su hermana, una en la que si Laito realmente fuera un novio enamorado con letras legales, se hubiera enfurecido.

A pesar de que Sakamaki fuera su capricho ya obtenido en los dedos para Sadashi, y deseara como ilusa que el la amara; hablaba con mucho ánimo sobre un peculiar chico que recibió el puesto de líder en el club de informática.

No obstante, su hermana aparentaba molestia y un poco de temor "Ya que no seria nada conveniente involucrarse especialmente con él, aunque pareciera la solución de su problema" por supuesto, eso despertó curiosidad. Más lastimosamente estas dieron por terminada la charla y se retiraron a sus casas.

Agenda de la muerte- ©Laito Sakamaki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora