Day eleven?

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Desperté con la cabeza dándome vueltas, recordar todo eso era duro, no tenía hambre así que evado a mi mamá y salgo de casa, no quería salir, pero debía hacerlo, estúpida universidad…

Me llevé tu diario conmigo, no lo dejaría en casa mamá podría verlo y me prohibiría leerlo, mierda Noah, caminar al lado de todos y todas era agotador, unos me decían que lo lamentaban, lamentaban una mierda, no era cierto esos hijos de puta no lamentaban nada, no te conocían así que no podían decir nada.

Me senté en el césped bajo un árbol, no entraría a clases, si lo hacía solo lo haría para dormir, Noah perdóname…

Ya pasaron como dos semanas que no veía a Noah, estaba molesto y él no se quedaba atrás, en la Universidad ni siquiera me mirabas, siempre volteabas la mirada y seguías hablando con todos menos conmigo…

— Alex, Alexander — escucho como me llamas por fin — deja de hablar con ella …

Te miré y me levanté — Noah, lo haré… pero no seas indiferente nunca más — te abrazo y beso tus labios, eran tan dulces, tenían un delicioso sabor a cereza — mi hermoso Noah, no te vayas por favor…

Ese día llore en tus brazos, cuánto daría por hacerlo de nuevo…

—Alex, hola — me llaman y solo miro a quien tengo en frente — ten... — susurra muy bajito el chico mientras me entrega las tareas de la semana — para que no te atrases.

Asentí recibiendo las cosas — gracias — dije sin mirarlo — te puedes ir.

Cerré los ojos suspirando, aún me duele demasiado el corazón, no tenía con quién ir a llorar o desahogarme, todos ellos se habían ido luego de tu partida, Noah, estoy tan solo, si no se iban a quedar ¿Por qué mierda habían venido? Sentí las lágrimas recorrer de nuevo mis mejillas.

—Ale… Alex… Alexander — oía que me llamaban de lejos hasta que se volvió un sonido alto – Alexander

—¿Noah? — me sorprendo al abrir los ojos, la luz no me dejaba ver bien e imaginé tu forma, pero al acostumbrar mi vista, vi que no eras tú.

—lo siento… — Iri parecía tener miedo de algo — no soy Noah…

—No te disculpes — dije al ver su rostro — ¿Ahora que quieres?

—Bueno, las clases acabaron y estabas dormido solo eso — sus ojos celestes se desviaron de los míos — nos vemos luego.

Salió huyendo de aquí demasiado rápido.

Solo quería llegar a casa y dormir más tiempo, mi mundo estaba en plena destrucción, mi Noah, me encantaría tenerte aquí para que eso no pase…

Te miraba sonriendo mientras jugabas con un arco, estábamos acostados mirando una manzana que estaba en el árbol que nos tapaba del sol, no le dabas y eso te hacía enojar a ti y a mí me hacía reír a carcajadas.

—ya cierra la boca idiota — me golpeaste y solo me puse sobre ti riendo — quítate idiota, Alex, me encantan tus ojos.

—A mi solo me encantas tu — besé tus labios suavemente — mi hermoso Noah… te amo…

Te amo mi lindo Noah…

Dear DiaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora