(✓) Esta es la continuación del anterior libro, como tal se solo basa en el tema del Omegaverse.
➭ Heterosexual.
➭ Traducciones de:
☪ One-shots.
☪ Headcons.
☪ Escenarios.
☪ Reacciones.
➭ La mayoría de los personajes escritos aquí son autoría de Kohe...
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Katsuki no perdía. Ni en batallas, ni en competiciones, amistosas o no, y no te perdería. Él se negó a hacerlo. No te dejaría ir. Te amaba demasiado. Era demasiado egoísta para dejarte ir. Lo jodió, él sería el dueño de eso. La cagó mucho, aunque no estaba seguro de saber cómo arreglarlo. Podía escuchar tus sollozos por toda tu guarida, haciéndolo lloriquear.
No has hecho nada más que llorar desde que esas malditas palabras salieron de su boca y él estaba empezando (Al principio, siempre se preocupaba por tí) a asustarse. Gimiendo, apagó su teléfono, agradeciendo a todos y cada uno de los seres por ahí, un viejo amigo suyo estaba dispuesto a tomar su turno (tenía que enviarle una canasta de regalo para ella y Deku). Su bolsa de lona aterrizó en el suelo con un ruido sordo antes de que él corriera a la habitación de sus niños, abriendo la puerta sin dudarlo. Lo mirabas con tanta angustia en tus ojos. Joder, le dolía el pecho.
Katsuki nunca fue bueno con las palabras, tú y él lo sabían, pero aún tenía que hacerlo bien. Él también lo había hecho. Joder, sus ojos le escocían mientras se acercaba a tí, haciéndolo colapsar de rodillas frente a tu nido. Lo miraste sin decir nada.
—Por favor, joder, lo siento mucho. No quise decir eso, nada de lo que dije. No te lo mereces. Te mereces alguien mucho mejor que yo, pero yo no quiero dejarte ir... —él estaba llorando ahora, haciéndote llorar a tí también. Entendiste que estaba estresado y probablemente no lo estabas mejorando. Los dos estaban estresados y ansiosos, joder.
* * *
—¿Estás segura de que no hay nada de lo que quieras hablar sobre este próximo embarazo? Este es un espacio seguro.
Katsuki le sonrió al terapeuta, jugando con el anillo en tu dedo mientras sostenía tu mano.
—¿Qué hay que decir? Estoy emocionado y tengo a mi linda omega a mi lado.
Si bien la consejera matrimonial sonaba terrible en el papel, no lo era. Les dió tanto una salida como mecanismos de afrontamiento cuando aparecieron obstáculos en su relación, y los hizo a ambos, en general, mucho más felices.
Ronroneas mientras te apoyabas en tu alfa, haciendo sonreír al terapeuta.
—En lo que a mí respecta, ya no me necesitan aquí. Ambos parecen tener una comunicación impresionante ahora, y no puedo ver que esto cambie cuando llegue tu cachorro. Sin embargo, ten en cuenta que cuando llegue ese momento, ambos deberán estar en la cima de su juego.
Viste a Katsuki asentir, completamente fascinado por las palabras del terapeuta. Si te hubieras dicho a tí misma sobre este Katsuki hace un año, cuando estalló tu gran pelea, te habrías reído en tu propia cara. Pero ahora, ¿ver a Katsuki trabajar duro para demostrar que era el alfa que te mereces?
