When his wings fell | sysack.

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Este shot lo subí el 28 de mayo de 2014 a un foro en el que antiguamente accedía más a menudo. No estoy demasiado orgullosa de esto. Pero tampoco lo estoy de mis ausencias. Simplemente es como...una recompensa por haber estado ignorando todo, en general.

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¿Dónde habían quedado sus ganas de vivir? ¿Dónde había perdido su sonrisa? ¿Por qué la había reemplazado por aquellas horribles ojeras? Nadie conocía a la perfección la historia de Oliver, pero todos sabían que estaba roto. Su corazón había abandonado su estado inicial, había recogido su equipaje y se había mudado a otro cuerpo en el que sintiese querer seguir con vida. Su tez era pálida, sus ojos carecían de brillos emocionados y había dejado de demostrar felicidad. Aquella delgadez característica de su físico se había vuelto una insana obsesión, pero nadie se percataba de su problemática mentalidad adolescente, solo de su apariencia, de ese aspecto descuidado y oscuridad que mostraba por las calles.

Las personas a la que llamaba familia, habían sido olvidadas, y cuando se adentraba en la casa en la que residía junto con sus padres, ascendía los escalones hasta encerrarse en su cuarto. Diariamente, los siete días que forman una semana, desde hace meses. Se desconocía las razones de su repentino cambio de actitud, despreocupación por los estudios, o el repentino bloqueo a cualquier contacto con el exterior, a excepción de algún amigo especial para Oliver.

Se desconocían las razones de su depresión, de asfixiarse en el atardecer, de su insomnio inhumano o de sus lágrimas por la mañana. ¿Qué causó ese corazón roto? ¿Qué infierno ha descubierto Oliver que ha creado un aura de tortura en su modo de vida? Su mirada mostraba que su mente carecía de intenciones de seguir respirando. La dificultad de encontrar una persona por la que sonreír había desintegrado la advertencia de llegada a su estado.

Oliver recuerda como se le acercaba, sonriente, mostrándole su perfecta dentadura blanquecina y esas esferas azuladas que encendían su alma. Se hacía llamar Andy, y curvaba su boca de manera ascendente sin razones definidas a su entorno diario. Se hicieron inseparables en un par de días, pero, desgraciadamente, detrás de esos ojos alegres, o esa sonrisa luminosa se escondía un chico torturado por la sociedad. La primera vez que vio las marcas de su cuerpo conoció las razones por las cuales Andy había llegado a pie a su vida: necesitaba ser salvado.

Personalmente, aunque Oliver conocía que Andy le apodaba como ángel guardián, no se creía capaz de hacerle lo suficiente feliz.

Ocurrió hacía meses, eran sábado por la noche. Aquella vez la primera vez que Oliver sintió las presencias de esas alas que Andy le describía, pero no fue la mejor experiencia para conocer de su existencia, ya que las plumas abandonaron sus lugares y las alas se cayeron. Andy se había suicidado. Había una carta, especialmente y únicamente escrita para que Oliver Sykes la leyese individual, y que posterior a su lectura, narrase las razones a la familia Biersack si lo veía necesario. ¿Cómo iba a pensar Oliver que aquel muchacho que sonreía cuando se abrazaban, o le contaba que necesitaba ayuda con los deberes, terminaría su vida el 26 de Diciembre, el día en el que cumplió 21 años de edad?

Fue el regalo navideño perfecto para comprender que lo único que no te va a gustar de la vida es que se te va a hacer demasiado corta.

La tercera línea del segundo párrafo de la carta de Andy decía: "Es irónico como todo se desvanece en un par de segundos, pero como todo se restablece cuando tu figura se pasea por mi mente. " La necesitada de Oliver por llamar al teléfono de Andy, escuchar las notas de audio que se mantaban, o leer los mensajes que le mandaba por las mañana para explicarle las razones de su retraso futuro se había convertido en salgo insano; él necesitaba la figura de Andrew Biersack para que todo volviese a la naturalidad. No era su hora, y tampoco la de que el corazón de Oliver se rompiese.

Los padres de Andy visitaban a Oliver a veces, para comprobar su estado. No era exactamente como se imaginaban que todo iba a acabar con aquel joven muchacho, quién había abandonado la relación con su hermano mejor, Tom, y mucho menos había vuelto a hablar con sus padres para avisarles de su estado. Sabían que cuando la familia salía de casa, Oliver bajaba por algunos alimentos y limpiaba la basura de su cuarto. A pesar de la depresión, era un muchacho que prefería vivir en buenas condiciones antes de seguir sollozando por el fallecimiento de la persona que más le importaba.

Viernes 16 de Julio de 2013.

Ha transcurrido mucho tiempo desde que Andy finalizó su vida. Las nubes habían humedecido su tumba y las letras de su nombres relucían gracias a las gotas calmadas que se posaban sobre el mármol, en el que estaban grabadas las fechas de su nacimiento y fallecimiento. El cabello de Oliver caía despreocupado por su rostro. Sus ojos, infectados en lágrimas depresivas, observaban atentamente las flores que caían presionadas por la lluvia, o las hermosas letras que formaban sus apellidos.

Bufó pesadamente, arrodillándose en frente de la tumba mientras una fría brisa rozaba furiosa sus brazos desnudos. Su vida se había convertido en un blucle interminable de sollozos y razones que desaparecían. Nadie se preocupaba de la situación de Oliver, porque sentían que habían perdido a la persona que él había sido por tantos años.

La lluvia cesó por la madrugada.

Se aproximaban las nueve de la mañana cuando se descubrió el cuerpo de Oliver en el suelo, tumbado al lado de la tumba de Andy, rodeado de vomito. Había ingerido demasiadas pastillas, produciendo una tortura minutos antes de perder el conocimiento, junto con sus fuerzas, y caer sin vida en el barro.

"—¿Por qué dices que no eres un ángel? —susurró Andy confuso, apartando algunos cabello de su rostro mientras esperaba una respuesta por parte de Oliver.
—Carezco de alas, y no soy tan bueno como para salvar a nadie —dijo con voz ronca.
—Mientes —Andy le abrazó al instante—. Tus alas son invisibles, pero están ahí, yo las veo. Yo sé que tu viniste aquí para salvarme. Tú eres mi ángel, Oliver, y aunque suene loco, sé que esas alas son las razones de que no me haya suicidado hasta ahora.
"

homosexual imagine ☹ españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora