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Querido diario.

Hace ya varios meses que no escribo nada.

Por un momento creí que ya no escribiría nada.

Acabo de ser dada de alta del hospital.

Jordan me trajo a casa y mamá justo ahora está haciendo el desayuno.

Creo que ahora que me encuentro más lúcida y sin el dolor nublandome la mente, creo que ya puedo decir todo más a detalle.

Trate de suicidarme.

Muchos preguntaron "¿Porque? Si te veías tan bien" Otros como papá, solo me miraron con lástima.

Lo cierto es que si estaba muy bien.

Pero no pude manejar ese día.

Tomé alrededor de unas veinte pastillas para dormir al mismo tiempo, fue casi un milagro que sobreviviera y tuvieron que hacerme un lavado de estómago.

Jordan fue quien me encontró.

Y lamento mucho que me haya visto de esa manera, me siento culpable por traerles a él y a mi mamá de vuelta esa sensación de perdida.

Por eso decidí que si quiero seguir entonces debo desahogarme, decir de una vez por todas lo que tanto me pesa.

Tengo que contarles la verdad de lo que pasó ese día.

Voy a hacerlo.

Un Diario PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora