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Querido diario.

Después de contestar el mensaje, Jordan y yo hemos quedado de vernos en un café por la mañana.

Cuando llegue el estaba sentado en una de las mesas junto a la ventana, y recuerdo que siempre hace eso porque suele tomar inspiración de las personas que ve pasar para crear sus historias.

El solía decir:

"Incluso en las cosas más ordinarias puedes encontrar las historias más maravillosas"

Me acerque cautelosa mientras el parecía inmerso en sus pensamientos. Su rostro seguía teniendo ese aire jovial e incluso un poco infantil, se había dejado un poco más la barba y había adelgazado un poco.

Pero seguía siendo el.

Seguía siendo mi mejor amigo.

En cuanto me vio pude ver la sorpresa en su rostro, y no sé si fue porque me veía realmente demacrada o porque no estaba muy seguro de que fuese a ir.

"Eres pelirroja"

Eso fue lo primero que dijo y yo sonreí al notar la emoción en sus ojos. Porque eso me hizo saber que el también me extraño.

Hicimos nuestros pedidos y charlamos de cosas banales, durante un rato en donde realmente sentí que volvía a ser yo misma.

Era como volver a respirar.

Tuvimos momentos de risas y alegría, pero yo sabía que ese no era el motivo por el que estábamos aquí. Sabía que teníamos que hablar.

"¿Porque te fuiste?"

Cuando hizo la pregunta me quedé fría, no sabía cómo decirlo, todas las explicaciones que había preparado durante la noche, todas se habían borrado.

"Por qué me estaba hundiendo...y no quería que te hundieras conmigo..."

Creí que todo acabaría ahí y que el se iría a casa, que se olvidaría de mi, que me dejaría aquí.

Pero no lo hizo.

En cambio, me dijo algo que me había hecho caer en cuenta de mi error.

"Eso es lo que piensas? Que eras un estorbo en mi vida?...Pues déjame decirte que estás completamente equivocada.

No lo eres y nunca lo fuiste, y me duele que hayas creídos eso durante todo este tiempo. Te crees que no te necesitaba en mi vida? Pero por supuesto que te necesitaba!

Necesitaba a mi mejor amiga. Porque en lugar de dejarme estar a tu lado para luchar, me alejaste y no sabes cuánto te extrañe...porque, no estuviste ahí para celebrar conmigo cuando una editorial decidió publicar mi primer libro, no estuviste ahí para ayudarme a planear la propuesta de matrimonio, no estuviste ahí para dar un discurso divertido el día de mi boda y no estuviste ahí para compartir mis lágrimas de emoción cuando supe que sería padre.

Y no te estoy reclamando, porque se que has estado sufriendo un calvario, pero me hubiese gustado estar para ti en tu dolor y compartirte mi felicidad contigo.

Porque eso es lo amistad, porque eso eramos tu y yo. Un equipo".

Para ese momento las lágrimas rodaban por mis mejillas sin control alguno. El me abrazo y me dijo que me extraño, cosa que yo también hice.

Después de mucho tiempo, esta era la primera cosa buena que me pasaba.

Recupere a mi mejor amigo.

Un Diario PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora