-Papá...– el chico entró en la sala interrumpiendo la lectura de su padre.
-Hola campeón ¿qué sucede? - su padre preguntó sin levantar la vista del periódico.
-Me preguntaba si...- el chico inhaló profundamente y apretó nerviosamente el diario en sus manos -hay algo que quisiera preguntarte-
-Claro hijo, dime- su padre cerró el periódico y lo acomodó sobre sus piernas antes de mirar a su hijo con atención.
- ¿Tú sabes quién era Sirius Black y... ammm... por qué mamá dice que era su hermano? – la cara de su padre fue todo un poema, abrió y cerró la boca múltiples veces sin emitir palabra alguna, palideció en cuestión de segundos y su mirada se tiñó de terror, si el chico hubiera prestado atención, si tan solo hubiera visto los pequeños detalles que delataban a su padre, lo habría sabido, en esa casa, en esa sala, en ese momento, en ese segundo, habría entendido que fuera quien fuera Sirius Black su padre sentía terror de su sola mención.
- ¿Tú madre te habló sobre Sirius...? – el miedo en su voz fue más que evidente, y sin embargo, su hijo lo dejó pasar.
-Bueno... no... ella no me lo dijo, pero sí lo escribió- el chico levanto el viejo y amarillento diario que hasta ese momento había mantenido preso entre sus nerviosas manos -durante las vacaciones lo encontré en el antiguo cuarto de mamá, es su viejo diario- su padre respiró profundamente y se relamió los labios en señal de nerviosismo.
-Escucha hijo... hay cosas que pasan en la vida... y que por el bien de todos es mejor no volver a mencionarlas y esta es una de ellas... Sirius es un tema muy delicado para tu madre y para mí, así que te agradecería que no volvieras a mencionar jamás- su padre le dió un intento de sonrisa.
-Pero-
-Escucha ese tema queda completamente prohibido en esta casa, no quiero que vuelvas a mencionarlo jamás, ¿de acuerdo? – el chico asintió no muy convencido, la insistencia y el miedo con el que su padre estaba tratando el tema le parecían extraños, pero su padre le había dejado en claro que era un tema sensible así que pasó por alto su actitud -y devuelve ese diario a dónde estaba, no lo quiero en la casa-
-Está bien, lo regresaré mañana-
-No, regrésalo ahora-
-Pero papá, son las 11 de la noche, no puedo ir tan tarde hasta Grimmauld place-
-Ve por red flu, así llegarás rápido-
-Está bien...- avanzó unos pasos hacía la chimenea antes de girarse hacía su padre de nuevo -oye ya que voy a Grimmauld place, ¿podría quedarme el fin de semana?, prometo regresar el domingo por la tarde- su padre lo miró dudoso y estuvo a punto de negarse, pero accedió, necesitaba recuperarse del susto que acababa de sufrir y que mejor que tener un fin de semana para él y su esposa.
-Está bien puedes quedarte a dormir, pero no quiero que regreses con ese diario- el chico sonrió emocionado y subió corriendo las escaleras, tomó una mochila y metió lo necesario para quedarse el fin de semana en la casa de su tío, adoraba esa casa, todo en ella le parecía mágico y antiguo, cuando terminó bajó las escaleras encontrándose a su padre en el mismo lugar donde lo había dejado, en el sillón individual mientras leía el periódico "el profeta".
- Pero... ¿Mamá no se enojará? –
-Yo me encargaré de ella, tú llévate ese diario-
-De acuerdo, gracias papá- su padre le dio una sonrisa de boca cerrada, el chico tomó polvos flu y entro a la chimenea.
-Número 12 de Grimmauld place- el chico tiró los polvos al suelo y el fuego verde apareció consumiéndolo, segundos después desapareció completamente dejando una suave cortina de humo, su padre se quedó mirando preocupado la chimenea, esperaba que su hijo no fuera tan curioso y dejara el tema de Sirius de lado, si se llegara a enterar de lo que pasó, si tan solo supiera lo que hicieron... Sería su perdición.
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Cuando el amor se vuelve obsesión.
FanfictionEl amor... se dice que el amor es la magia más pura y maravillosa que puede existir, capaz de romper hasta el más obscuro de los hechizos, capaz de llevarte hasta el otro lado del mundo, capaz de ablandar el corazón de la persona más fría del mundo...