El plan y la visita de la decepción.
Liz se acerca más para admirar las fotos y yo no tardo en imitar su acción, mis ojos recorren las palabras pintadas encima de las fotografías, "Los Merodeadores", las letras están escritas con pintura café y de vez en cuando emiten un brillo dorado, después de buscar alguna otra palabra escrita en la pared (sin éxito alguno) dirijo mi mirada hacia las fotos mágicas donde observo a mis padres, Sirius y otros chicos, en la primera están frente al lago negro, mi padre (quien se ve muchísimo más joven) avienta a un chico rubio quien lo jala junto a él y ambos caen al lago mientras los demás se ríen; en la segunda foto se ven más grandes y están sentados en una manta que está sobre el pasto, en esta se pueden apreciar mejor los rostros de los otros 2 chicos, el castaño con cicatrices en la cara se encuentra del lado izquierdo junto a mi madre y sonríe ampliamente mientras sacude su mano saludando a la cámara, después está mi madre quien se encuentra en el centro ella le saca la lengua a la cámara y después recarga su cabeza en el hombro de Sirius mientras sonríe, del lado derecho está Sirius quien imita la primera acción de mi madre y después deja un bezo en la cabeza de la misma, atrás de ellos está mi padre quien abraza al rubio y después sacude su pelo despeinándolo; en la tercera foto solo están mi madre y Sirius (quienes no se ven más grandes que en la segunda fotografía), él la abraza desde atrás y deja un beso en su mejilla antes de apoyar su mentón en la cabeza de mi madre, ella solo sonríe feliz mientras posa sus manos sobre las de Sirius; hay alrededor de 7 fotos más, pero todas muestran escenas similares, mi madre y Sirius abrazados, mis padres y Sirius junto a los otros 2 chicos mientras sonríen o hacen algo divertido y fotos de los chicos sin mi madre.
-Tal vez Marlene tenía razón...- la voz de mi hermana interrumpe mis pensamientos, yo me giro para verla y ella me da una pequeña sonrisa.
- ¿En qué? – ella suspira y aparata su mirada, estira su mano y la pasa suavemente sobre una foto dónde mi madre está sentada en las piernas de Sirius mientras habla con alguien (que no aparece en la foto) y él la abraza por la cintura antes de recargar su mentón en el hombro de ella.
-En que te pareces a Sirius... más de lo que me gustaría-
- ¿Enserio lo crees? –
-Claro...- de pronto ella parece triste y decepcionada... como cuando eres un niño y te dicen que tu perro acaba de morir.
- ¿Estás bien? – pongo mi mano en su hombro y ella se gira a verme, me mira durante unos largos segundos sin decir nada y después me abraza fuertemente, yo me tambaleo unos segundos por la intensidad de su abrazo, pero logro estabilizarme -wow tranquila, ¿qué tienes? –
-Nada... solo que... yo solo quería abrazar a mi hermano- le devuelvo el abrazo y así nos quedamos unos segundos hasta que decide separarse.
- ¿Enserio estás bien? – ella limpia su cara y asiente -sí sabes que llorar no es una buena señal ¿verdad? –
-Solo son las hormonas, no te preocupes-
- ¿Estás segura? –
-Sí- antes de que pueda decirle algo más se aleja de mí y se dirige al fondo de la habitación, yo miro una última vez las fotografías antes de seguir el camino de mi hermana, de pronto ella se detiene abruptamente y yo me acerco preocupado, está teniendo actitudes muy raras y eso me está asustando, cuando llego junto a ella observo que está sonriendo -bingo-
- ¿Qué? – ella apunta hacia la esquina con su dedo índice y yo sigo su dirección con mi mirada encontrándome con un montón de cajas amontonadas, a su alrededor flota una cinta amarilla con letras negras que dicen "no abrir por ninguna razón", ambos nos acercamos emocionados hacia las cajas, cada uno toma una para buscar el diario; después de alrededor de 30 minutos buscando entre las cajas (que por cierto la mayoría es ropa, zapatos y más cosas de Sirius) por fin encuentro el amarillento diario prohibido de mamá - ¡lo encontré! ¡Liz lo tengo! – en cuestión de segundos mi hermana se ubica junto a mí.
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Cuando el amor se vuelve obsesión.
FanfictionEl amor... se dice que el amor es la magia más pura y maravillosa que puede existir, capaz de romper hasta el más obscuro de los hechizos, capaz de llevarte hasta el otro lado del mundo, capaz de ablandar el corazón de la persona más fría del mundo...