Algo no está bien.
Cuando aterricé en la chimenea tosí un par de veces antes de sacudir el polvo de mi chamarra y cara, cuando estuve fuera una ligera y fría brisa me hizo estremecer, giré mi cabeza en busca del origen y de inmediato lo encontré, una de las ventanas estaba un poco abierta algo que me pareció extraño, el tío Regulus nunca abre las ventanas siempre me ha dicho que para qué abrirlas si tenemos magia que puede crear aire, aferré con más fuerza mi mano a mi mochila, a medida que avanzaba me sentía cada vez más extraño, todas las luces estaban apagadas y la única luz que entraba era la de la luna y los faroles de la calle, pude notar que había una fina capa de humo que cubría ciertas partes del piso.
- ¿Tío Regulus? – esperé unos segundos, pero no obtuve respuesta alguna - ¿Kreacher? – esta vez hablé al elfo doméstico, él siempre está aquí, y sin embargo, obtuve la misma respuesta que con mi tío, nada, empecé a sentirme temeroso así que saqué mi varita, seguí caminando hasta llegar a las escaleras.
- ¿William? – apunté mi varita con miedo al lugar de donde provenía la voz.
- ¿Quién pregunta? –
-Agh, soy yo niño, no puedo creer que después de tantos años aún no me reconozcas, a mí, yo que soy tú familia y que te he visto crecer a través de los años– el desprecio en su voz, el reclamo sin fundamentos y el dramatismo exagerado me hace reconocer quien es.
-Hola abuela- dije con fastidio, siempre es lo mismo con ella: dramas sin fundamentos, regaños sin base, culpar de todo, creerse mejor que tú, presumir cosas o personas que ni al caso, etc, mamá y el tío Reg dicen que era peor cuando estaba viva y que ni siquiera porque está en un cuadro deja de ser un fastidio.
-Pero mira que niño tan depreciable y maleducado te has vuelto, no tiene ni el más mínimo respeto por tus mayores, si tan solo pudiera salir de-
-Si abuela soy un monstruo, ya lo sé- la interrumpo, giró mis ojos y me giro para seguir subiendo las escaleras -adiós abuela-
-Vuelve aquí jovencito te estoy hablando-
-Y yo te estoy ignorando- sigo avanzando y puedo escuchar sus reclamos furiosos mientras subo.
A pesar de que la "conversación" que tuve con mi "adorable" abuela me distrajo del miedo que sentía en cuando llego al segundo piso el miedo vuelve a invadirme, todo está obscuro y en silencio, tomo aire, inflo el pecho, me hago el valiente, me acerco a la puerta de mi tío y la golpeo un par de veces.
- ¿Tío Regulus? – al no obtener respuesta abro la puerta y asomo mi cabeza en busca de algo que me de un indicio de que hay alguien vivo en la casa.
- ¿Hola? – silencio absoluto es lo que obtengo por respuesta; mi tío solo tiene una regla y es que nadie debe entrar a su habitación o al ático por ninguna razón, sin embargo, la curiosidad y el sentimiento de peligro me invaden haciéndome entrar lentamente, por precaución cierro la puerta detrás de mí, con mis manos tanteo el interruptor y lo enciendo, cuando mis ojos se acostumbran a la claridad que hay puedo observar lo sorprendente que es la habitación; tiene un fascinante candelabro con muchos foquitos en forma de velas, su cama mide lo mismo que mi cuarto y tiene cobijas y almohadas que parecen hechas de obsidiana, tiene una pequeña sala que se ve muy elegante y fina con un jueguito de té, su baño es gigante y tiene muchas cosas que ni siquiera sabía que existían, tiene una tina en la que fácilmente podrían entrar 3 personas al mismo tiempo y en ves de cortinas tiene puertas y son transparentes, tiene un armario más grande que una habitación de Hogwarts, al parecer lo tiene dividido por áreas, la primera son accesorios como sombreros, corbatas, anillos, etc, la segunda son sus zapatos y por último pero no menos importante su ropa, empiezo a recorrer lentamente cada una de las áreas y cuando llego a la de ropa me quedo fascinado ya que tiene muchas filas, decido explorarlo más a fondo ya que puede que me encuentre algo bonito, que me quede, que mi tío no use y que esté olvidado al final del armario, sin embargo, cuando llego al final me encuentro con totalmente diferente a lo que esperaba, hay una tela blanca recargada en la pared que parece cubrir algo, la curiosidad me invade por segunda vez y cuando estoy por quitarla algo me detiene, tal vez sea el miedo de que llegue mi tío y sea descubierto o tal vez el sentimiento de que no debería estar aquí, muerdo mi labio inferior con nerviosismo mientras debato mentalmente si debo o no mirar lo que hay debajo de la tela.
ESTÁS LEYENDO
Cuando el amor se vuelve obsesión.
FanfictionEl amor... se dice que el amor es la magia más pura y maravillosa que puede existir, capaz de romper hasta el más obscuro de los hechizos, capaz de llevarte hasta el otro lado del mundo, capaz de ablandar el corazón de la persona más fría del mundo...