Manhattan, Nueva york, 10 años después.
Al ver que uno de mis compañeros pasa a mi oficina a despedirse reviso el reloj que hay sobre el librero y me doy cuenta de que se me está haciendo tarde para la cena, así que con prisa recojo todos los papeles que hay esparcidos en el escritorio y los acomodo torpemente, después con un movimiento de varita regreso todos los libros que utilice al librero, por último tomo mi abrigo, mis llaves y mi termo vació, pero antes de salir de la oficina verifico que no deje nada de importancia y cuando estoy completamente seguro salgo de ahí.
-Hasta el lunes Marie, que tengas lindo fin de semana- me despido de mi secretaria, ella me sonríe y agita su mano a modo de despedida.
-Salúdeme a su esposa-
-Claro que si- desaparezco por el pasillo y subo al ascensor, antes de que las puertas se cierren uno de mis compañeros mete la mano haciendo que las puertas dejen de cerrarse y vuelvan a abrirse, Michael sube y me sonríe.
-Hola Mike, ¿cómo te va? – decido preguntar.
-Ahh... quisiera decir que de maravilla, pero no es así-
-Uh, ¿caso difícil? –
-Como no tienes idea, es decir, el tipo es un idiota de primera, no coopera con nada, ni tampoco nos quiere decir dónde está la mercancía-
-Uf, vaya tipo, pues espero que el lunes tengas más suerte- el ascensor se vuelve abrir en la planta baja, Mike sale primero y después yo.
-Gracias, espero que tu también tengas suerte, ya sabes, con la situación del nuevo puesto y eso-
-Ah sí, gracias, Mike- él se despide con su mano y sale con rapidez, yo no tardo en imitar su acción, salgo al estacionamiento y afortunadamente mi auto ya está esperándome en la entrada, así que me subo en él y arranco a toda velocidad.
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Saco las llaves de mi bolsillo para abrir la puerta, pero antes de que incluso pueda meterlas al cerrojo esta se abre rápidamente mostrándome a una pequeña niña castaña emocionada.
- ¡Papi! – mi preciosa niña corre hasta mi y me abraza por las piernas, yo inmediatamente la tomo entre mis brazos y la cargo.
-Hola princesa, ¿cómo estás? –
-Yo estoy bien papi-
- ¿Enserio?, ¿qué hiciste hoy? – le pregunto mientras entro a la casa.
-Mamá y yo fuimos de compras-
- ¿Y qué compraron? –
-Muchas cosas para cocinar-
- ¿Y te divertiste? –
-Muchísimo, además mamá me compró unas galletas de chocolate- Jean agita sus manitas con emoción y yo suelto una ligera risa, después la bajo con cuidado y dejo un beso sobre su cabeza, ella me deja uno en la mejilla y después apunta al pasillo -mamá y Evan están en la cocina- en cuanto termina de hablar corre y desaparece por el pasillo hacia la sala de estar, donde supongo está viendo alguna caricatura, yo cuelgo mi abrigo en el pequeño armario que hay en el recibidor y después camino hacia la cocina mientras me desato mi corbata, la imagen de mi esposa llenado de chocolate la nariz de mi hijo me recibe causándome una gran sonrisa.
-Parece que se divierten- llamo su atención y Evan me sonríe con orgullo.
-Mucho, mamá me enseña a hacer pastel de chocolate-
-Mentira, tú solo te comes la masa del pastel- mi esposa le saca la lengua con diversión y Evan le devuelve el gesto, yo miro toda la escena mientras sonrío, cuando mi esposa y mi hijo terminan de pelear por quien ha comido más masa de pastel me acerco a mi esposa y dejo un largo y casto beso en sus labios.
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Cuando el amor se vuelve obsesión.
FanficEl amor... se dice que el amor es la magia más pura y maravillosa que puede existir, capaz de romper hasta el más obscuro de los hechizos, capaz de llevarte hasta el otro lado del mundo, capaz de ablandar el corazón de la persona más fría del mundo...