Capítulo 10, final.

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Dejar atrás todo y comenzar de nuevo.

Contemplo las gotas de lluvia recorriendo la vieja ventana y pongo mi dedo sobre una de ellas siguiendo suavemente su camino, cuando llega al borde de la ventana y se extingue suspiro pesadamente, parece que nada dura últimamente, suspiro pesadamente y recargo mi cabeza en la fría ventana mientras observo perdidamente a los coches, a las personas apresuradas, a una que otra ave que vuela e incluso unas cuantas personas valientes que pasan en motocicleta, me pregunto si no les dará frío, de pronto unos cálidos brazos me rodean desde atrás y yo los recibo con felicidad, ella deja un largo y suave beso sobre mi cabeza antes de recargar su barbilla en ella.

- ¿En qué piensas? –

-En lo rápido que pasa el tiempo... en lo rápido que las cosas desaparecen... y en lo rápido que una vida completamente normal se convierte vuelve una vida de mierda-

-Ay Will-

-Lo sé, no debería seguir pensando en eso, pero no puedo evitarlo- ella no contesta, se limita a pasar sus cálidas manos a través de mi pecho en un nulo intento de reconfortarme - ¿has sabido algo? –

-Sí...- ella se separa de mí, pasa sus manos por sus brazos y se sienta frente a mi -mamá no lo entregó al ministerio, ella le dio la oportunidad de huir sin posibilidad de regresar ni de vernos-

-Verte- la corrijo y ella se aclara la garganta -te recuerdo que no es mi padre-

-Lo sé...- suspira –mamá irá por la tarde al ministerio para ver si hay alguna forma de que le regresen su memoria, el tío Regulus ha decidido arreglar la casa, abrir todos los cuartos prohibidos y él... James se fue del país esta mañana-

- ¿Lo viste? –

-No, pero mamá sí, y me ha dicho que él te ha dejado esto- ella me estira una llave junto a una carta, yo hago una mueca.

-No la quiero-

-Will ni siquiera sabes lo que es-

-No y tampoco me interesa, no quiero nada que venga o tenga que ver con él-

-Bien si no quieres leer la carta estas en todo tu derecho, pero la llave debes tomarla-

-Ya te dije que-

-Es la llave de la bodega donde todas las cosas importantes de Sirius están- la miro seriamente, tomo la llave y la miro -mamá me dijo dónde esta la bodega... ¿quieres que vayamos? – ella me mira con esperanza y yo no sé qué responder, honestamente sí quiero ir y ver las cosas de mi padre, pero no quiero que ella me acompañe, no porque no la quiera, sino porque su sola presencia me hace querer hablar de lo que siento, de lo que pienso y eso me llevará a derrumbarme de nuevo y no puedo permitirme hacer eso de nuevo, porque ella necesita que la protejan, la cuiden y la apoyen, y no podré hacerlo si solo lloro y sufro.

-No lo sé... creo que aún no estoy listo-

-De acuerdo...- ella toma una pluma, escribe algo en la parte de atrás de la carta y la deja junto a mí -esa es la dirección y el número de la bodega- se levanta, me sonríe tristemente y se aleja hacia la puerta, pero retrocede unos pasos y vuelve a mirarme -sé que no quieres que te lo recuerde... pero debes considerar que estamos a menos de 3 semanas de regresar a Hogwarts y aún no hemos comprado absolutamente nada-

-Te prometo que iremos pronto-

-Bien...- y con eso por fin sale de la habitación

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Respiro profundamente y toco un par de veces la puerta de madera y enseguida un adormilado "Adelante" se escucha desde adentro, abro la puerta y me encuentro con una despeinada Liz, todo su aspecto grita que acaba de despertar de una siesta.

Cuando el amor se vuelve obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora