Capítulo 3.

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Conociendo a Marlene.

Cuando mi hermana me dijo que estaba embarazada y que lo estaba pasando mal no me había dado cuenta de que estaba pasando por algo sumamente horrible y asqueroso, en estos momentos mientras sostengo el cabello de Liz me siento aliviado y maravillosamente feliz de no ser mujer y nunca tener que sufrir por un embarazo, hace alrededor de 10 minutos que sus "síntomas matutinos" empezaron y yo estoy ansioso de que ya terminen. Cuando por fin termina se recarga en la pared y puedo ver que está completamente agotada, mechones de su cabello se pegan a su frente y mejillas debido al sudor que recorre su cara, debajo de sus ojos cansados se aprecian unas grandes y profundas ojeras que se hacen notar mucho más debido a su nueva palidez, sus labios están tan resecos que estoy seguro de que apenas algo los roce se romperán en mil pedazos, la blusa de su piyama se pega a sus costados a causa del sudor y eso me permite notar lo delgada que esta, después de analizar su aspecto me doy cuenta que ya no es la niña que jugaba conmigo, ni tampoco es la chica ejemplo de Gryffindor, ella es otra persona, alguien más fuerte y débil al mismo tiempo, me acerco a ella y extiendo mi mano para ayudarla a levantarse, con mucho cuidado la llevo hasta la cama y dejo que se vuelva a recostar.

- ¿Quieres que te traiga algo? - mi voz suena preocupada y ella lo nota enseguida.

-Tranquilo Will, esto es normal, no me estoy muriendo ni nada por el estilo, solo son las náuseas y vómitos matutinos, el cansancio se me pasara en unos minutos y estaré como nueva, ya verás-

- ¿Segura? ¿enserio no necesitas nada? -

-No, gracias-

-Bueno... ammm... iré a desayunar, ¿te veo abajo? -

-Sí, bajaré en cuanto me sienta mejor-

-Okey- salgo de la habitación y bajo hasta el comedor donde me recibe una mesa llena de delicias mañaneras, pancakes, muffins, cereales, tocino, huevos, tostadas, mermelada, mantequilla de maní, cocteles de fruta y muchos platillos más se extienden a lo largo de la mesa, yo me dejo ir directamente hacia el tocino y los muffins, sin embargo, antes de que si quiera pueda agarrar una tira de tocino Kreacher se aparece y se interpone entre el tocino y yo.

-Kreacher podrías moverte por favor, quiero agarrar tocino-

-Kreacher no puede dejar que el señorito Potter tome algo de lo que hay en la mesa-

- ¡¿Qué?! ¡¿por qué rayos no?! -

-El amo Regulus le ha ordenado a Kreacher hacer todo tipo de comida para la señorita Potter-

- ¿Y eso qué tiene que ver con que yo no pueda comer de lo que hay? -

-El amo Regulus le dijo a Kreacher que solo la señorita Potter puede tocar la comida, porque es comida de ella y del bebé-

-Pero Kreacher es mucha comida para ella sola, déjame tomar aunque sea una tira de tocino-

-Aunque no lo crea señorito, Kreacher ha visto a la señorita Potter comer la mitad de la mesa ella sola-

-Eso es imposible, ¿has visto lo delgada que está?, no podría ni comerse 3 platos completos-

-Su apetito ha aumentado mucho desde que vino, el amo Regulus dice que es por el bebé-

-Bueno como sea, déjame tomar un pedazo de tocino- intento rodear al elfo y tomar algo de la mesa, pero antes de que si quiera roce el plato el elfo me da un manazo.

- ¡Auch! -

-Lo siento, pero Kreacher le advirtió al señorito Potter que no podía tomar comida de la mesa-

Cuando el amor se vuelve obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora