Capitulo 18 final

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CAPITULO

18

Corrí con todas mis fuerzas era de madrugada y corría con toda mi alma ya no había lugar donde estuviese a salvo, recordar todo es como un infierno de fotografías. Corría con las lágrimas empañadas en mi rostro gritando de dolor, ese grito desgarrador que salía de mis labios intensos era un rugido de dolor.  Corría al desfallecer tropezando estampándome con el pavimento de la acera  cada vez que caía me levantaba y seguía corriendo, lo cierto es que no había lugar a donde escapar, no había una salida exacta. Estaba cegada por el dolor.

Mis jeans estaban desgastados de las rodillas las cuales estaban raspadas y con manchas de sangre ardía como el infierno. Corrí porque quería dejar de pensar.

Mi mente estaba concentrada en correr sin dirección.

Cuando de un simple parpadeo mire la puerta con el numero 112  grabado en oro comencé a golpear con fuerza mientras este dolor aumentaba, me recargue de espaldas contra la puerta y mis piernas fallaron y termine por caer sentada contra la puerta ocultando mi rostro en mis piernas mientras sollozaba y sabia algo solo quería gritar porque este dolor que sentía a hora lo había sentido hace mucho  cuando la perdí y ahora volvía.  Ese dolor que era como si te hubiesen aprisionado en un cuarto oscuro sin ninguna puerta por donde salir ni ventanas por donde escapar. Deje escapar un grito.

Perderla a ella era como saber que estabas perdida pero también encontrada. Perderla era ese punto medio donde no sabes donde deslizarte hacia  la perdición o donde pudieran encontrarme. Llorar por ella se sentía como ahogarse en su propia sangre.

-C-camz-titubeo Lauren mientras abría la puerta, ya no me importaba nada estaba tan cansada de seguir intentando que solo me pare y ella me miro con esos ojos que podrían ser mi perdición y me deje caer en ella, prácticamente llore en su hombro mientras sentía el hormigueo recorrer mi columna cuando sus suaves dedos se deslizaban en mi espalda deje caerme en ella para que me sostuviese porque sabía que ella lo haría. Me apreté mas contra ella mientras me incomodaba su abultado estomago. Alcé la vista y no perdí el tiempo.

La bese.

La bese porque quería perderme en sus labios quería detener ese tiempo que me condenaba cada minuto, este beso fue diferente al que nos habíamos dado, este beso fue por necesidad porque necesitaba olvidar y sabia que sus besos lo hacían. Sujete sus mejillas con fuerza mientras mi lengua se adentraba más y más. Ella paro el beso y me miro con esos ojos que decían tristeza.

-te amo-me recito mientras me arrastro más adentro de su apartamento de inmediato cerrar la puerta tras nosotras y me condujo a su habitación, donde me tumbo en aquella cama de sabanas color crema. Mis lágrimas seguían brotando y mi cuerpo temblaba. Ella me beso de nuevo en los labios mientras me abrazaba con mucha fuerza, odia romperme a llorar pero no podía solo quedarme así.-¿Qué sucede Camz?-me susurro muy cerca de mi oído.

No podía articular ninguna palabra, ninguna letra solo podía mirar sus ojos para que viera como ardían los míos porque es ahí donde se encontraban mis demonios. Tome una respiración profunda para calmar un poco esta agonía.

-D-Dinah -logre articular con mi voz cortada- esta…-solloce en su hombro por un momento antes de acercarme más a su oído y sorbí mis mocos- muerta.

La palabra muerta. Para muchos es alguien que perdió la vida, que ya no está entre nosotros, que simplemente se fue… pero para mí muerto significaba tortura. Me dolía con un demonio que muriese y mas que no se despidió de mí, no pensó en ir a casa y decirme “hey Mila sabes que adiós, me muero mañana” ella simplemente se largo de ahí, se murió se fue al infierno mucho antes que yo. 

EN TUS OJOS VERDES(camren) *EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora