CAPITULO
7
LAUREN.
Ella era diferente, sus ojos marrones oscuros llenos de intriga. Me sentía tan inquieta, era mi corazón el que siempre se encogía cuando la miraba caminar sin vida… sus ojos no brillan, su corazón no siente.
Pero su voz era mi droga.
La miraba todos los días caminar, su manos en sus jeans tejanos su vista al cielo. Cuando miraba el color verde de la hierba fruncía ligeramente el ceño. Era odio, era rencor. Caminaba pesadamente arrastrando los pies hasta la solitaria casa al fondo del barrio, yo la miraba me sentía tan rara.
¿Qué pasaría si me mirara los ojos?
Son verdes.
Me odiara, ella odia ese color no la culpo. Puedo mirarla por horas sin descanso, a veces me quiero acercar lo suficiente para memorizar cada facción cada detalle de su rostro de su débil cuerpo. Tiene algunos tatuajes en sus brazos, algunas cicatrices, pero eso la hace más especial.
Ella era especial.
-la miras como si no hubiera un mañana- dijo una voz tras de mí. Sabía que era Simon.
-me siento como una acosadora, acosando-bromee con él. Eran años de conocer a Simon, lo recuerdo era invierno y estaba nevando tenia frio y el medio su abrigo, nunca más lo deje solo.
-la chica irradia frio, lo puedo sentir en mi cuerpo- comento, asentí.
-si tan solo pudiera ayudarla- le dije preocupada.
¿Cómo puedes reparar un corazón congelado?
Era el amor que lo hacía. Decidí aventurarme al Pride, quería verla pintar… aun que sea un poco. Lo que me hacia delirar eran sus pinturas, tenían esa mescla de felicidad, pero era tristeza adentro muy adentro.
Cuando llegue admire su obra, era un prado hermoso con un montón de flores, el sol iluminaba las flores y la hierba verde claro. Era hermoso a simple vista tenía esa profundidad era intrigante saber que había dentro. Ella estaba parada mirando el vacio con ganas de saltar, sus ojos se desviaron a la obra, sabía que no pensaba en ella si no en otra cosa que le atormentaba.
-¿disculpa?- le llame armándome de valor, ella se giro mirándome. Su mirada me desnudaba cada parte de mi alma, recorrió mi cuerpo como un piloto experto, y nuestros ojos se conectaron. Supongo que pareceré una vaga con esta ropa, y con mi cabello desalineado, pero decidí de la forma más sencilla y intencionalmente menos llamativa venir al pride.
-¿qué?-pregunto ella con fastidio. La mire trepidante, mordiéndome el labio, su cuerpo era flaco y débil pero resaltaba como una pequeña modelo, era unos cuantos centímetros más baja que yo, su piel era bronceada c y tenia tatuajes en sus brazos pero no eran visibles a la distancia en la que nos encontrábamos, su cabello era castaño oscuro casi negro que caía onduladamente hasta un poco mas allá de los hombros, sus labios eran rosados y un poco atrevidos como la mirada que me mandaba, sus cejas estaban alzadas con sorpresa, sus ojos eran marrón profundos pero con una mirada congelante. Sentí como mi cuerpo se erizaba al mirar con más detalles esos ojos.
Su figura su forma de expresarse me intimido aun que yo fuera unos centímetros más alta.
-yo...Soy…Lauren- dije nerviosa- y me encantan tus dibujos….
Ese día comencé a tratar a la persona más difícil del mundo, una que tenia miles de llaves y miles de puertas. Cada día sentía esta angustia, siempre tirada en esos callejones ebria deseando morir. Mi deseo es que se desate de esas ataduras.
El chico de cabello enmarañado con ojos marrones vacios, flaco y vestido de gris parecía sacado de una novela de verónica roth (diveregente). La primera impresión fue que estaba demasiado asustado pero a un recuerdo que le había prometido algo.
-hola soy Lisa, y tu eres Troy ¿no?-pregunte sentada en el sofá, este día me había tocado tratar a este joven, era apuesto pero estaba perdiendo su conciencia.
-si, y lo importante es que se lo que me pasara-sus palabras salian firmes, me sorprendió mucho- pero promete que si vez a una chica de hielo…no la dejes caer.
Lo hice.
Aun no la dejare caer aun que pasen miles de años atrapada en este laberinto creado por su propio subconsciente. Espero que esa ancla que nos mantiene firmes nunca sea recogida.
Quiero que ella sea feliz, aun que sea un día o unas horas. Quiero eliminar su “gran once”.
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Pues aquí otro capitulo esta vez narrado por la chica mas sexy del mundo (lauren jauregui). espero que les guste.
Simplemente tuya
Cinthia
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EN TUS OJOS VERDES(camren) *EN EDICIÓN
FanfictionCamila Cabello sabía algo, que odiaba el color verde tanto como odiaba su miserable vida. Camila Cabello era la persona cegada por su dolor, y el odio hacia su padre. Ella odiaba tanto el color verde que no supo que termino siendo cautivada por los...