Inmóvil

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L'epoque

4 de junio de 2023
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ESCÁNDALO: la chica que perdió la oportunidad de su vida fue vista borracha en las calles de Manhattan

"Borracha y desorientada" describen algunos espectadores de la escena incómoda que montó la actriz de Broadway, e hija del empresario y golfista Germán Calle, Daniela del mismo apellido que su padre.
Con un perro en sus brazos tropezó golpeándose la cabeza. Una mujer acompañada de un hombre que pasaban por allí fueron quienes ayudaron a la pequeña estrella de Broadway a huir de aquella escena.
Las preguntas están en el aire: ¿Que llevó a Daniela a estar en ese estado? ¿Problemas en el paraíso?
Sabemos que su nido de amor está lleno de problemas, pero no creíamos que podían ser tan grandes como para llevar a la actriz a irse de casa a altas horas de la noche y ¡borracha!

6 de junio de 2023

Dejé de leer, ese artículo no estaba haciendo más que subir mi presión arterial. Arrugué aquel papel sin querer ver las fotos que estaban más abajo, me sentía avergonzada por lo que había hecho y enojada porque la prensa no mostraba ni un poco de respeto hacia mí. Todas las palabras que escribieron, las escribieron con odio. Y no entendía el por qué, desde que comencé mi carrera había tratado de estar fuera de las polémicas, pero siempre había algo que los hacía ser los cazadores y yo la presa.

Repetí las palabras de Harry en mi cabeza, traté de aguantar, traté de entender que detrás de esas noticias amarillas había gente que trabajaba y estaban obligados a sacar ese tipo de artículos. Pero nada de lo que tratara de pensar lograba bajar mi furia.

—¿Dani? —Mi mamá me distrajo de la tarea de arrugar lo más que pudiera aquella maldita revista—. ¿Está todo en orden?

Negué con mi cabeza. Mamá se acercó a mí y me abrazó. Por la forma en que lo hizo supuse que ya conocía el escándalo en el que me había metido.

Ella quitó el papel que estaba completamente arrugado de entre mis manos, lo leyó y también vio las fotos, su cara reflejaba sorpresa, y la mía vergüenza.

—¿Qué tan seguido has estado bebiendo? —Miré hacia otro lado, no tenía la fuerza para responder—. Mírame y respóndeme, Daniela —Pocas veces utilizaba mi nombre completo para referirse a mí, y esas pocas veces eran los momentos en los que estaba enojada conmigo.

—Lo tengo bajo control.

La verdad era que no sabía si lo tenía bajo control, pero me gustaba pensar que sí. Era más fácil.

—Por favor, no me regañes —dije cuando mamá iba a hablar nuevamente—, ya lo hizo Harry por más de diez minutos y ya lo hizo Germán.

—¿Germán? —preguntó de forma tosca, sentí que deletreó cada letra del nombre de mi padre como si estuviera sosteniendo algo asqueroso entre sus dedos.

—Sí, no le parece apropiado que, llevando su apellido, haga esos papelones en la calle.

Mamá frotó su frente, se veía frustrada.

—A mí no me importan las cuestiones de apellidos, pero… estoy de acuerdo en que no puedes emborracharte así.

Intenté hablar, intenté defender lo indefendible, lo intenté porque odiaba que mamá estuviera de acuerdo con papá, odiaba estar de acuerdo con él, pero mamá alzó la mano haciéndome el gesto de que ella quería seguir hablando y, sumisa, me callé a la espera de que era lo que ella iba a decir.

—Creo que te has concentrado demasiado en Poché y te has olvidado de ti.

—Siento que esta conversación ya la tuve.