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Aparcó el auto al lado del otro, su corazón lo sentía latiendo rápidamente y el hecho de que sus mejillas las sentía un poco calientes

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Aparcó el auto al lado del otro, su corazón lo sentía latiendo rápidamente y el hecho de que sus mejillas las sentía un poco calientes. Su lobo no ocultaba del todo su felicidad y emoción, no lo culpaba, le agradaba esa sensación de total alegría.

Suspiró mientras salía del auto y ya mirada al alfa que lo estaba mirando apoyado en su auto. Se sonrieron para así encaminarse hacia la zona donde estaba la arena, aquel lugar estaba alejado de dónde estaban más personas disfrutando de la mañana en la playa.

Ambos la descubrieron cuando eran unos adolescentes y lo que era su lugar pasarla relajados, se había convertido en la zona donde podían repartirse besos y estar de melosos sin que nadie los interrumpiera.

Se sentó cuando por unos segundos estaban mirando las olas chocar entre sí hasta llegar a la orilla y luego regresar para hacer lo mismo. El contrario hizo lo mismo y se mantuvieron en silencio, uno cómodo para ambos. La brisa combinada con pequeñas gotas de agua salada iba a sus rostros y lo disfrutaban, estaban realmente relajados en esos momentos.

— Fueron años difíciles el cuidar solo a mi hija —comenzó a hablar, sin mirarlo y solo para que el alfa no note que le costaba hablar de ello, porque sí lo miraba... No sería capaz de hablar— Los meses fueron tristes, paraba en cama todo el tiempo y no salía a menos que Willy, Aro o Alex vinieran a casa... Mi madre cuidó de mi pequeña hasta que tuvo tres años —el castaño lo miraba preocupado, lo notó un poco tenso cuando dijo lo último— Fue difícil, pero ahora ella es todo para mí y me eh dedicado a estar incondicionalmente con mi hija. Mejore por ella y solo quiero lo mejor —ahí fue cuando se conectó morado con verde— no quisiera cometer un error con ella, no quiero decepcionarla. No quiero fallarle cómo lo hize aquellos tres años.

El castaño hizo una mueca, para luego tomar una de las manos del azabache— Se que no le fallaras, aún no la conozco pero creo que tú hija debe saber que haces lo mejor por ella. No tengo duda que eres un excelente padre, sabía desde hace mucho que serías demasiado bueno y creo que no me equivoqué —le dió una sonrisa leve— No te atormentes por ver que puedas cometer un error, eres humano y no debes solo enseñarle la perfección a tu hija. Todos cometemos errores y tenemos altas como bajas, lo importante es que aprendamos de ellas ¿no crees? Porque a mí me quedó demasiado claro —el omega asintió leve con una sonrisa— Estoy seguro que ella es igual de inteligente y comprensiva como tú.

Soltó una leve risa— La verdad es que me recuerda un poco a tí —el contrario alzó una ceja intrigado— Es demasiado curiosa y protectora, además de competitiva en muchos videojuegos, no acepta el hecho de perder.

— Para mi defensa, los juegos estaban mal hechos —se defendió en un tono divertido.

— Ya, acepta que eras malísimo en algunos —ambos mantenían su sonrisa.

— Tú me distraías demasiado, hacías trampa.

— ¿Cómo que te distraía? Pero si yo no hacía más que jugar.

Together ᴀɢᴀɪɴ ➜ℝ𝕦𝕓𝕖𝕘𝕖𝕥𝕥𝕒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora