Elloѕ ғυeroɴ pαrejα eɴ lα ѕecυɴdαrια y pαrтe de lα υɴιverѕιdαd, pero por υɴoѕ мαl eɴтeɴdιdoѕ тerмιɴαroɴ. Lυeɢo de αɴ̃oѕ y eɴ υɴα reυɴιóɴ de eх αlυмɴoѕ, αмвoѕ vυelveɴ α reeɴcoɴтrαrѕe, pero pαrα αqυel αlғα, ѕυ ѕorpreѕα vιeɴe cυαɴdo α αqυel oмeɢα lo e...
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— Samuel —llamó la pequeña mientras el azabache solo hacía un pequeño sonido para darle a entender que la escuchaba— ¿Qué se siente estar enamorado? —el mayor la miró con una sonrisa ladeada, se ruborizó— ¡Es solo curiosidad! —dijo moviendo sus manos nerviosa.
El omega empezó a reír y bajó el nivel del fuego de la cocina— Tranquila copito, no debes ponerte tan nerviosa —las mejillas de la adolescente seguían rojas— Bueno, te pondré de ejemplo la relación que tuve con tu hermano y tranquila, si quiero hablarlo —la pelirroja asintió quedito, el de orbes amatista sonrió— Sabes que ambos nos conocimos desde que éramos unos críos, podría decir que por el tiempo me fui enamorando, pero no. Me enamoré de él por como nos complementábamos a la perfección, como es que siempre en los tiempos libres hablabamos y salían diferentes temas. Era nuestra costumbre siempre hacer lo mismo, desde seguirle el bobeito o estar tranquilamente sentados y disfrutando del silencio.
— ¿No habrías sentido que era ya una rutina muy aburrida?
El negó— Cuando amas a alguien, no te aburres de la rutina, es siempre tan relajante estar al lado de esa persona, tomar su mano, recibir un mensaje dándote los buenos días o las buenas noches. La rutina la pueden cambiar ambos a como queraís, pero eso no significa que dejen de amar a aquella persona.
La pelirroja sonrió— Me gusta cuando hablas de su relación, aún te brillan los ojos.
— A tí te pasa lo mismo cuando me hablas de Akira —dijo volviendo a ver lo que cocinaba con una sonrisa.
— Claro que no, solo somos amigas...
— Eso yo dije antes de ser la pareja de tu hermano —la menor hizo un pequeño puchero.
— ¡Tía Nini! —se escuchó un pequeño grito llamandola, vió de dónde provenía y ahí vió a una pequeña castaña corriendo a ella. La recibió poniéndose de cunclillas y así abrazarla— ¡Te extrañé!
— Ruth, mi niña, ten cuidado con no axficiar a tu tía —dijo el azabache mirando a ambas.
— Tranquilo, siempre es bueno un gran abrazo de esta osita —la tomó en brazos para enderezarse y la más pequeña solo rió.
— Corre muy rápido, joder —mencionó en un susurro el alfa pelinegro, mientras se tiraba al suelo— Está frío, gracias Dioses.
Los presentes rieron por lo que hizo aquel chico— Ruth es demasiado rápida, recuérdame nunca volver a darle dulces.
El progenitor de la pequeña niña frunció el ceño— ¿Cómo que dulces? Willy, ya hablamos sobre eso.
— ¿Dije dulces? Quise decir, que es muy energética, si... —la mirada del omega solo lo hizo tragar duro— ¡Necesito ir al baño, con permiso! —habló rápidamente dirigiéndose al baño.
El azabache negó— Es que son tontitos, chaval.
La pelirroja soltó una leve carcajada junto a la pequeña castaña. Habían pasado cuatro años y le encantaba seguir rodeada de aquella felicidad, le gustaba ver como el azabache sonreía con autenticidad y a su pequeña sobrina siendo tan energética, le recordaba tanto a su hermano.
Solo esperaba, que ella también pudiera tener algo así, pero con la persona que realmente ama.
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— ¿Estás bien? —preguntó la alfa mientras dejaba su cabeza descansar sobre sus piernas.
Sonrió con las mejillas un poco ruborizadas— Si, solo pensaba —contestó mientras miraba esas orbes violetas.
— Eso es nuevo —recibió un pequeño jalón de cabello que la hizo reír— Vale, perdón. ¿Es por tu hermano y Samuel? —negó leve— Oh, ¿entonces por qué andas metida en tus pensamientos?
Mordió su mejilla internamente, no sabiendo como contestar a la pregunta de la alfa, pero suspiró— Pensaba en mi futuro, es todo.
La rubia sonrió— ¿Estoy incluida?
— Sabes que sí.
Cerró sus ojos satisfecha con su respuesta— Eso me hace feliz.
— ¿Por qué? —dijo mientras jugaba con sus largos cabellos rubios, pero se sorprendió al sentir la mano tan cálida de la alfa sobre su otra mano— ¿Akira?
— Porque quiero seguir estando presente en tu vida Nieves, quiero ser parte de ella... Así como tú ya lo eres para la mía.
Sus mejillas las sentía realmente calientes, estaba sorprendida por esas palabras, por la forma en como lo dijo la alfa....
¿Era una confesión? ¿Se acaba de confesar ante ella?
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