Elloѕ ғυeroɴ pαrejα eɴ lα ѕecυɴdαrια y pαrтe de lα υɴιverѕιdαd, pero por υɴoѕ мαl eɴтeɴdιdoѕ тerмιɴαroɴ. Lυeɢo de αɴ̃oѕ y eɴ υɴα reυɴιóɴ de eх αlυмɴoѕ, αмвoѕ vυelveɴ α reeɴcoɴтrαrѕe, pero pαrα αqυel αlғα, ѕυ ѕorpreѕα vιeɴe cυαɴdo α αqυel oмeɢα lo e...
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No sabia como estaba aquel azabache, pero esperaba que todo haya salido bien y que pudiera hablar con el padre de su hija. Solo quería que estuviera bien, con el tiempo que lleva conociéndolo y el que estuviera para él cuando no quería que sus amigos o su hija lo vean de una manera tan triste.
Fue el hombro dónde lloró cuando recordaba su pasado, quien le hizo sacar una sonrisa a pesar de los momentos o circunstancias que pasaron. Seguía siendo su amigo y no estaba más contento que con eso.
Pero sabía que aquella molestia de que se reencuentre con su ex pareja, su ex alfa y quién es el padre de su hija... El camino a conquistarlo ya le era imposible.
Llevó sus manos a su rostro para luego pasarlas por sus hebras azabaches. Se sentía un tanto estresado el solo pensarlo, pero es que a pesar que el omega le dijo que no quería tener nada por el momento y que solo lo veía como un amigo, no quería rendirse. ¿Pueden culparlo? El hombre está enamorado.
— Papá —se sobresaltó por la voz de su hija, volteando a su dirección— ¿Estás bien?
Suspiró, viendo como la pequeña se acercaba para sentarse a su lado en el sofá— Lily, ¿a tí te cae bien Samuel? —la menor asintió.
— Es el padre de mi mejor amiga, claro que me cae bien —no miraba a su progenitor, solo abrazaba al peluche que tenía en manos— Es muy amable, sus chistes me hacen reír y ¿has visto su sonrisa? Es que Ruth sonríe igual que él, es tan...
— Angelical —asintió con un pequeño rubor en las mejillas, el mayor sonreía por la actitud de su hija y el como hablaba rápidamente cuando describía a una persona— Si, ambos tienen la misma sonrisa.
La menor miraba su pantalón de pijama con estrellas, no sabía cómo preguntar algo a pesar que hablaba con su padre, pero no habría otra oportunidad— Papá, ¿a tí te cae bien el padre de Ruth?
— Pues claro, somos amigos —contestó mirando a su pequeña con una sonrisa, está hizo una mueca no tan convencida y recién lo miró seriamente.
— No, hablaba de que si te cae bien como cuando estabas con mamá —el borró su sonrisa y la de orbes azules seguía seria— Ya sabes, cómo lo explican en los cuentos, cómo lo dicen en las novelas o libros. Los ojitos te brillan, la sonrisa es imposible de borrar cuando estás a su lado, sientes esas mariposas en el estómago —apuntaba a su propia barriga con una leve sonrisa— te pones rojo como un tomate si se te acerca mucho más, se complementan tan bien que aquella sinergía no la tienen con nadie más que con esa persona. Ya sabes, como cuando yo era más pequeña y tú con mamá siempre se entendían con una sola mirada —sonrió al decir lo último.
