08

932 241 29
                                    

Habían pasado dos meses desde que su bebé nació, en ese tiempo KyungSoo estaba más feliz y animado, amaba todo de su bebé, la forma en la que balanceaba, sonreía y hacía berrinche. Era dulce y tierno, con un aroma delicioso, su bebé era increíble y él lo estaba disfrutando solo, pero las cosas nunca salen como se piensan.

Fue una mañana que escuchó la puerta principal, estaba en la sala con su gatito durmiendo en su canasto, se acercó temeroso al reconocer el aroma, entonces estaba ahí, JongIn, más alto, más maduro, después de un año, más cambiado, se miraron por unos momentos, no hubo fuegos artificiales ni abrazos, de parte de Soo hubo miedo, de que su pequeña felicidad se destruyera.

—¿Dónde está? —preguntó serio.

—E..en la sala—susurró resignado, al final de cuentas no podía ocultarlo de él para siempre.

JongIn se acercó a la sala cansado, el viaje había sido demasiado largo, pero estaba ahí, y su alfa pedía ver al bebé cuyo aroma reconoció, lo miró en la canasta, era como su padre lo había descrito y como las fotos que su madre le mandaba, aunque él no las había pedido. No sabía cómo reaccionar ante un bebé, jamás había visto uno, pero se acercó y acarició su mejilla, una ligera sonrisa se asomó en sus labios.

—Min Yoongi—dijo con voz amable—. Así es como se llamará.

—¿Yoongi? —preguntó sorprendido.

—Lo escuché en mi viaje, me gustó, ese es su nombre—se separó y se acercó a KyungSoo quien se tensó—. Buen trabajo—dijo antes de besar tenuemente su cabeza.

Aquello lo dejó sorprendido, lo vio alejarse, camino a su habitación y sonrió, ahora su bebé tenía un nombre, se acercó al canasto y lo tomó, le besó la frente.

—Te llamas Yoongi gatito, es un lindo nombre ¿Verdad?

KyungSoo pensó que la llegada del alfa cambiaría las cosas, pero, se dio cuenta que no, este ni siquiera estaba en casa, llegaba tarde y cuando lo hacía Yoongi ya estaba dormido, no se acercaba a él, no jugaba con él, sólo preguntaba por él y pagaba sus cosas. Pero nada más.

—Toma—dijo una noche tendiendole una tarjeta de crédito—. Es para lo que necesites de él, la clave está en este papel, úsala con responsabilidad.

Nunca había tenido algo como eso en sus mano, pero asintió, la guardaba muy bien, porque la usaría para emergencias. Recibía dinero de JongIn, guardaba un poco y lo otro lo usaba, ni siquiera sabía por qué lo estaba guardando, o si lo sabía, no quería admitirlo.

Los días pasaban lentamente, así como las semanas y los meses, fue a los tres meses de la llegada de JongIn que este comenzó a llamarlo cada ciertas noches a su habitación, tenían intimidad, una donde él no participaba mucho y después seguían siendo los mismos extraños viviendo bajo el mismo techo.

Yoongi crecía mucho, era tierno y obediente, a veces se robaba ropa de JongIn para que este se durmiera con el aroma de sus dos padres. Le parecía lindo, la forma en la que Yoongi sabía quién era su padre aunque no lo viera mucho.

Disfrutaba más sus días teniéndolo, en las cenas no hablaba con JongIn, pero que este llegara todos los días para ella, le parecía reconfortante, con poco se conformaba y estaba bien.

—Mi esposo es un estupido inútil—le escuchaba decir por teléfono a sus amigos—. Salgamos.

Eso se clavaba en su pecho, porque intentaba hacerlo todo para complacerlo, para tener las cosas listas, cuidando de Yoongi que no era tarea fácil, pero no era suficiente. Entonces comprendió, que él jamás sería suficiente para JongIn.


Nos estamos yendo rápido jajajaja pero si así 💜💜💜

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nos estamos yendo rápido jajajaja pero si así 💜💜💜

El Tigre Que Rompió Sus Cadenas Por Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora