33

475 104 18
                                    

—¿Hoy estarás en guardia? —preguntó bebiendo un poco de café.

Era muy temprano, apenas las cuatro y media de la mañana, se había levantado a preparar algo para Lay, quien no dejaba de decirle constantemente que no era necesario, pero KyungSoo lo hacía porque realmente quería, porque amaba que el alfa tuviese algo delicioso que comer en sus descansos. Estaba consciente de lo mucho que se esforzaba, la mayoría de los gastos él los cubría, creía firmemente que era lo menos que podía hacer.

—Hoy sí, pero mañana saldré temprano, ¿Hay algo que quieras hacer? Podríamos llevar a Yoongi al parque.

Observó a Lay unos momentos, era un alfa pantera alto, fuerte, apuesto, muy amable y dulce, no podía dejar de pensar en él, de sentirse enamorado y seguro, amaba la forma en la que cuidaba de ellos y como siempre trataba de incluir en todo a Yoongi, jugaba con él y le daba muestras de afecto, se sentían como una familia de tres, cuando JongIn no estaba cerca confundiendo su mente.

—Hace mucho que no salimos los dos juntos, me gustaría pasar tiempo contigo.

Lay le sonrió en grande, se acercó a él y lo abrazo por la cintura.

—Me encantaría. Yoongi podría quedarse un rato con Mark o Minseok.

—Pues...JongIn me ha pedido pasar más tiempo con Yoongi, así que podría quedarse con él. Y...tal vez también por la noche.

No era una invitación a nada, pero las mejillas sonrojadas de KyungSoo no ayudaban a la inocente petición, Lay tragó en seco y se acercó a sus labios.

—¿Estás seguro? No te gusta dejar a Yoongi mucho tiempo.

—Vive arriba, así que no le veo problema. ¿Estás de acuerdo?

—Ya sabes que yo estoy de acuerdo con todo lo que tú decidas—le sonrió con devoción—. Entonces, estaremos mucho tiempo juntos, eso me gusta.

—A mi también, me gustas mucho.

Después de decir aquellas palabras Lay lo besó, era más sencillo ser abierto con él, porque se sentía seguro a su lado, que era valorado, no tenía que mantener arriba sus defensas esperando que alguien lo lastimara, podía ser él mismo, Lay lo había ayudado a ser una mejor versión, a descubrirse, siempre acompañándolo en el proceso, llevaban poco tiempo de estar juntos, sin embargo, lo sentía sincero.

Le gustaba Lay, mucho, era el alfa que cualquiera quisiera tener, alguien que lo protegería y quién le daba amor incondicional, lo quería y estaba enamorado, cada beso y abrazo eran un recordatorio de que era libre y podía tener un amor sano y hermoso.

Pero, su omega no pensaba lo mismo y eso le frustraba, no entendía la razón por la cual su omega de repente empezaba a querer estar cerca de JongIn, podía ser por la marca que habían compartido, o que era desgraciadamente masoquista, el alfa de JongIn jamás lo quiso, o al menos eso es lo que creía, lo había lastimado, torturando, y ahora, parecía que eso quedaba en segundo plano por la atracción que sentía, no lo amaba, definitivamente no estaba enamorado de él, no lo quería cerca, sin embargo, cada vez era más difícil, se sentía patético. Lo peor de la situación es que no podía huir realmente de él, pudo haberlo hecho días atrás cuando JongIn iba a regresar a Bombay, pero, lo detuvo, ahora tenía que ver su rostro todos los días cuando visitaba a Yoongi.

Cómo esa tarde, dónde estaba jugando con su pequeño bebé, que reía encantado, Yoongi adoraba a su padre y eso era aún más difícil, no quería ser egoísta y separarlo de su padre, aún a pesar de saber que JongIn no era alguien en quien podía confiar, a pesar de que parecía ser una persona completamente diferente del hombre con el que se casó, era más amable y divertido.

El Tigre Que Rompió Sus Cadenas Por Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora