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Mientras subía al ascensor la seguridad que había adquirido en esas últimas horas empezó a descender, estaba nervioso, jugaba con sus manos y pensaba en lo que sucedería cuando viera de nuevo a JongIn, si bien, su omega no estaba en condiciones aun de estar presente, su parte humana había adorado estar en brazos de Lay, sólo esperaba que esa confusión creciente estuviera aplacada por fin, no quería seguir sintiendo que de alguna manera aún existía algo entre él y JongIn, porque ahora estaba seguro de que su corazón pertenecía a Lay. Lo amaba y quería una vida a su lado. Caminó por el pasillo inseguro y tocó en romper del departamento esperando, extrañaba demasiado a su bebé, quería estar de nuevo con él.

Cuando la puerta se abrió, sintió un estrujón en el estómago al ver a JongIn, que a diferencia de otros días no parecía listo para ir a la oficina, llevaba ropa común, una playera negra y unos vaqueros de mezclilla oscuros, su cabello era un desastre. Lo observó fijamente.

—Hola...—susurró—. ¿Yoongi está despierto?

—Sí, pasa, apenas termino de desayunar, está mirando dibujos animados.

Entró, siendo atacado por el aroma fuerte de JongIn que estaba impregnado en el departamento, fue hacia Yoongi quien estaba sentado mirando televisión en un tapete de bebés en el suelo, su pequeño al escucharlo se volvió sonriendo al instante, gateo hasta él. Kyungsoo lo levantó dando pequeños besos en sus mejillas, su bebé estaba bien, su cabello platinado era un desastre total, pero, eso sólo lo hacía ver mucho más tierno, amaba estar a su lado, la tensión en su pecho se aligeró ahora que lo tenía en brazos.

—¿Qué tal pasó la noche? —preguntó mirando a JongIn quien se encontraba recargado en la pared con los brazos cruzados, no dejaba de verlo, por lo que su nerviosismo aumentó a gran escala.

—Bien, lloró un poco antes de dormir, te extrañaba, se acurrucó en la manta que tenía tu aroma y se quedó dormido, está mañana despertó de buen humor.

—Oh, eso me alegra, gracias por cuidar de él.

—Es mí hijo—enfatizó—. No tienes que agradecer.

—Aún así, gracias—abrazó más a Yoongi para ocultar su inconformidad en su cuello—. Quería venir más temprano, pero sé que él no es madrugador. Lo siento ¿Vas tarde al trabajo?

—Está bien, no te preocupes por eso.

JongIn estaba molesto, podía verlo a simple vista y eso le puso un poco nervioso, aún no confiaba en él.

—Bien, entonces, nos vemos después.

—Lo siento—dijo con un suspiro—. Hueles demasiado a él.

Kyungsoo arrugó la frente. —Pero, tome una ducha y...

—Sí, pero...bueno, él te marcó con su aroma, está en ti aunque tomes un baño, durará unos días, es debido a que tal vez ahora se siente más posesivo—JongIn parecía estar viviendo una tortura por la forma en que su boca se torcia—. Está poniendo a mi alfa algo incómodo, soy demasiado territorial.

—Entiendo—asintió, pero en realidad no comprendía mucho de las acciones de los alfas.

—No debería preguntar esto, pero ¿Qué... cómo estuvo?

—Pues fue bueno.

—Okey, demasiada información.

KyungSoo negó, haciendo una mueca de desagrado. —¡No! No me refiero a eso—bufó—. Hablo de que...Lay es....maravilloso, es dulce, amable y sabe cómo hacerme sentir seguro.

Se quedaron en silencio después de sus palabras, JongIn miraba a un punto fijo en la ventana y él sólo de mantenía abrazado a Yoongi, dió un suspiro.

El Tigre Que Rompió Sus Cadenas Por Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora