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KyungSoo no dejaba de pensar en las palabras de JongIn, le llenaban de angustia y coraje ¿Quién se crecía? ¿Cómo es posible que haya regresado con es actitud después de todo el daño que le había hecho? No tenía ningún sentido. Verlo regresar sólo reafirmó lo que sentía, odiaba a los Min con todo su corazón y de ninguna manera dejaría sus su hijo llevase sus apellidos o que los viera, quería que Yoongi se mantuviera alejado de ellos tanto como era posible.

No iba a ceder, no ahora que sabía que tenía derechos y que nadie podía obligarlo a nada, ni siquiera su alfa. No había regresado en los días posteriores, y aunque tenía miedo, no se iba  dejar atemorizar. No más.

Ya no podía quedarse en el departamento con miedo, menos ahora que había decidido no tomar ni un centavo de la cuenta que le dio, no, él necesitaba salir y buscar los medios para crecer y sacar adelante a su cachorrito.

Estaba en el parque, siendo más paranoico de lo normal, su plan era que Yoongi no se encontrará con JongIn, no quería que lo viera ni reconociera su aroma, no sabía cómo su cachorro iba a actuar y no quería más complicaciones. Pero, tampoco podía dejar que se quedará todo el día encerrado en el departamento, no era justo.

—¿Estás bien? Pareces distraído.

Mark le miró esperando una respuesta, KyungSoo sonrió apenas. —Han sido días complicados, lo lamento.

—No te preocupes, es normal, más cuidando de un bebé solo.

Mark sabía que estaba ahí porque había dejado a su esposo, no tenía idea de las razones y no era algo que quisiera que todo el mundo supiera, le avergonzaba.

—Yoongi tiene mucha energía últimamente.

Ambos omegas miraron a sus hijos, Yoongi jugaba con un peluche, mientras que Namjoon se llevaba unos cubos a la boca.

—Ni que lo digas, Nam ha llorado mucho y poco caso me hace—se encogió de hombros—. Lo bueno es que pronto entrará a la guardería, tendré más tiempo libre.

—¿Guardería?

—Sí, hay una cerca de donde trabajamos, así que puedo estar al pendiente.

—Oh—asintió, era bueno saber que Mark tenía a su novio para cuidarlo.

—Jackson no estaba de acuerdo, pero hay mucho trabajo en el taller, necesitamos más gente, pero no aparece alguien que nos convenza—suspiró—. Oye ¿Tú estás aún buscando empleo?

KyungSoo le miró con una sonrisa. —Sí, quiero algo accesible, y aunque el salón de belleza lo era, no creo que pueda seguir llevando a Yoongi y pedirle a Minseok que lo cuide me parece muy pesado de mi parte.

—¡Te contrato! —soltó emocionado.

—¿Qué?

—No es difícil lo que tienes qué hacer, solamente es algo administrativo y atención a cliente, no te preocupes te diré exactamente lo que tienes que hacer y puedes llevar a Yoongi, o puedes inscribirlo en la guardería.

—¿De verdad?

—Claro que sí.

Casi llora de la felicidad, desde su llegada a ese país sólo había encontrado buenas personas, y eso le alegraba mucho. Era un peso menos de encima.

—Muchas gracias, de verdad.

—Te daré la dirección y te puedes presentar mañana temprano, entre más rápido mejor. Me estoy volviendo loco.

Rio por lo bajo. —Me lo imagino.

Esa noche al llegar al departamento y ver a Lay, le contó todo lo que había sucedido. Lay no estaba muy seguro de que trabajará teniendo en cuenta que JongIn estaba asechando por ahí, pero, le aseguró que se cuidaría y estaría bien.

El Tigre Que Rompió Sus Cadenas Por Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora