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JongIn estaba cansado, muy cansado, quería irse a dormir por un par de días, pero era imposible, las cosas en la nueva empresa se habían complicado de repente y ahora tenía que estar al pendiente de todo lo que sucediera, eso sumándole al hecho de que todos los días tenía que escapar para ver a Yoongi y después volver al trabajo, era pesado, pero le gustaba ver a su bebé.

¿Por qué se estaba ablandando demasiado? Su padre siempre le dijo que su deber como alfa era estar al pendiente de su empleo, que era lo único que realmente importaba, sin embargo, no podía hacerlo sólo así.

Estaba también muy molesto, había una sensación extraña que estaba experimentando cada que veía a KyungSoo cerca de Lay, aquella tarde cuando regresaron, después de dejarle a Yoongi, KyungSoo apestaba a él, se imaginaba todos los escenarios que pudieron haber pasado y aquel sentimiento en su pecho crecía, no sabía lo que era, jamás lo había experimentado antes.

—Señor Min—dijo su secretario esa mañana.

—¿Qué sucede?

—Su padre está al teléfono.

Rodó los ojos, era lo único que le faltaba para culminar con una semana espantosa.

—Padre—dijo cuando contestó la llamada.

No he recibido llamada tuya ¿Cómo van las cosas?

—Van bien, hubo unos problemas, pero lo estoy arreglando.

Bien, mantenme informado, te llamó para algo más.

—Dime.

No hemos podido encontrar a tu omega, buscaré otro investigador... Pero no prometo nada.

—Ya no es necesario que lo hagas, dejaré de buscarlo.

¿Seguro? ¿Por qué? ¿No estabas tan interesado en encontrar al cachorro?

—Sí, pero, es un niño y un Omega, puedo tener más, de hecho voy a empezar a buscar.

Ahora que lo dices, tengo buenos amigos por allá, que tienen hijas e hijos perfectos para el matrimonio, te organizaré algunas citas.

—Muy bien padre. Tengo que irme, hay una junta.

Hablamos luego—y colgó.

Sabía que si su padre se enteraba que estaba ocultando el hecho de que estaba cerca de KyungSoo, se iba a molestar mucho, y tendría que pagar las consecuencias, pero, por alguna razón extraña, estaba receloso, no quería que los encontrará, deseaba tener una vida secreta ahí, dónde nadie pudiera decirle algo, claro que ahora tendría que asistir a esas estúpidas citas a ciegas. Toda la situación le parecía extraña, pensaba que su padre estaba mintiendo y realmente no se hallaba buscando a Soo, era un alivio, por una parte.

Suspiró pesadamente, KyungSoo estaba con alguien más, le molestaba mucho, demasiado, y aunque era una forma de estar libre, y de conocer a alguien más, la idea no le era nada atractiva.

—¿Qué está pasando conmigo?

Negó molesto, estaba en un periodo donde no comprendía mucho lo que sentía, se levantó para tener la junta de ese día, en todo el rato, se la paso pensando en el regalo perfecto para su hijo, había muchas cosas para bebés, pero ni siquiera sabía si eran necesarias o divertidas.

Al salir, antes de ir a casa llegó a un centro comercial, paso por las tiendas de juguetes, había cosas brillantes, coloridas, con especificaciones, deseaba un regalo que Yoongi adorara, que fuera mejor que el que Lay pudiera darle.

Vio algo que le llamó la atención, era un cochecito que simulaba ser un auto deportivo color rojo, podía pasarlo ahí, lo pidió para llevar envuelto, su secretario le ayudó a llevarlo por el centro comercial, pasaron al lado de una tienda de joyas, entró, mirando una pulsera de oro blanco, delicada cadena, que tenía un dige de flor amarilla, la pidió para llevar, se la dieron en una caja de regalo elegante, no entendía por qué le estaba comprando eso a KyungSoo.

Era tarde cuando subió todo a su auto, se despidió de su secretario y se fue a su departamento. Fue una tortura subir las cosas por aquella escalera, maldecia ese lugar, se detuvo en el pasillo del apartamento de KyungSoo y se encaminó a tocar la puerta, espero paciente hasta que la abrieron.

—Yoongi se durmió.

—¿Tan temprano?

KyungSoo asintió, bajo la mirada al piso donde estaba la caja y la bolsa de regalo.

—Aun no es navidad.

—Ya sé, pero lo compre hoy, ¿Puedes guardarlo aquí?

—Okey.

Se hizo a un lado para dejarlo pasar, dejó en la sala las cosas, KyungSoo se veía cansado, en pijama, con el cabello despeinado, realmente lindo.

—Bueno, nos veremos mañana supongo, descansa.

—Adiós.

Le cerró la puerta en la cara, no estaba para nada sorprendido, trataba de ser paciente, pero las cosas se estaban complicando. Subió a su piso, llegó a su apartamento y se dispuso a beber una copa mientras trabajaba en la computadora.

No supo cuánto tiempo pasó, pero ya era de madrugada cuando su teléfono comenzó a sonar, lo contestó a desgana.

—¿Diga?

Yoongi está mal, llévame al doctor, por favor.

Y su corazón se detuvo. ¿Mal? No lo entendía, pero se levantó rápidamente y salió de ahí.

Nos leemos muy pronto

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Nos leemos muy pronto. Gracias 💜💖
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El Tigre Que Rompió Sus Cadenas Por Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora