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No había ido a la escuela como para saber que hay formas de exigir sus derechos y evitar lo que estaba pasando en ese momento, durante su crianza le dijeron que la mejor forma de ser un buen omega es dando hijos sanos a su matrimonio, nadie le dijo que existían cosas para evitar un embarazo, lo poco que sabía es porque lo había aprendido en la televisión o con su hermana, pero, de igual manera aunque existiera algo, no había forma de conseguirlo y tomarlo sin la autorización de su alfa. Era otra cosa por la que estaba encadenado.

Miró la prueba de embarazo que su sirvienta le había conseguido, su celo no llegaba y supo la razón estaba embarazado, su hijo tenía apenas cinco meses de nacido y él estaba esperando un nuevo bebé. Se sintió temeroso.

Si JongIn había actuado mal al saber de Yoongi, no se quería imaginar lo que había esa vez, lloró hasta que se cansó, habían maneras de no tener al bebé, pero él tenía miedo de que algo sucediera, además ¿No era ese su deber como omega casado? Y si lo era ¿Por qué se sentía tan mal? Se negó a decírselo a JongIn, no hasta que no pensara en algo qué hacer.

Y así pasaron dos semanas, donde su miedo crecía, sólo pedía que su reacción no fuera tan mala y que lo aceptara, porque iban a tener otro bebé, pensarlo lo hacia sonreír, tal vez no era el mejor momento, pero estaba feliz de tenerlo. Tendría otro gatito.

Sin embargo, la desdicha tenía un pie en su vida. Era una noche diferente, JongIn había llegado en la tarde y se había encerrado, no supo por qué, pensó que estaba trabajando, hasta que su sirvienta le dijo que el alfa le llamaba en su habitación.

—Quédate con Yoongi. Regreso en media hora—dijo confiado, eso es lo que duraban sus encuentros.

Caminó por el pasillo, indeciso al sentir el aroma tan fuerte del alfa, se quedó en la puerta caminando de opinión, iba a irse, pero el alfa salió se la habitación, con las pupilas dilatadas y respiración errática. Estaba en celo. No recordaba como sucedieron las cosas, en un abrir y cerrar de ojos estaba dentro de esa habitación, cerca de la persona con la que se había casado en un matrimonio arreglado, le dijo que estaba esperando un bebé, pero el alfa no escuchó, y tras el dolor y el miedo, todo se quedó en silencio. Estaba perdido.









Despertó sintiendo un dolor punzante en la cabeza, como si hubiese tenido una noche llena de alcohol, no recordaba mucho, sólo haber regresado de la empresa enojado por su padre y encerrarse al entrar en celo. Se sentó, estaba en la cama, su vista nublada, pero se halló desnudo, talló con fuerza sus ojos para ver el desastre que había alrededor, entre muebles completamente destruidos y una cama echa añicos con sangre, un rastro de sangre que se perdía. Se paralizó, comenzó a respirar de forma errática cuando con temor miró a un costado, en el piso, dónde estaba KyungSoo y el terror se apoderó de él. Se levantó de inmediato, hincándose a su lado, pálido y lastimado.

—No...¿Qué hice? ...No.

Sus manos temblaban incapaz de tocarlo, buscó unos pantalones los cuales se puso rápidamente, cogio una sábana y envolvió el cuerpo de su esposo, el cual levantó con delicadeza, salió gritando por ayuda, desesperado.









—Es normal, estás cosas pasan, sobre todo si el alfa de primer nivel esta alterado y en celo—dijo su hermano Key con seriedad—. ¿Lo sabías?

—¿Qué? —susurró con la mirada clavada en la puerta.

—Que estaba embarazado ¿Lo sabías? —preguntó sin dejar de mirarlo.

—N...no—su voz se quebró, había un nudo en su garganta que no le dejaba siquiera respirar.

—No es tu culpa, no lo sabías—se encogió de hombros.

—Lo bueno es que el doctor dice que nada se dañó, él puede volver a tener hijos, no es gran lío, si alguien quiere hablar podemos callarlos—dijo su padre antes de mirar su reloj—. Tengo que irme, JongIn te veo mañana en la oficina a primera hora, la vida sigue. Aún tienes un hijo.

JongIn miró sus manos temblorosas, la frialdad con la que hablaba su familia no estaba bien, nada de lo que pasó estaba bien, él  había hecho algo muy malo. Observó de reojo a la hermana de KyungSoo quien a su vez le miraba con odio, la familia de su esposo lo odiaba y no era para menos.

—Él está despierto, su alfa puede verlo.

Escuchó a lo lejos el reclamo de la familia de KyungSoo, se levantó y caminó hasta la habitación, una que tenía miedo de abrir, estaba temblando como nunca antes lo había hecho, se adentró, dentro todo estaba blanco, él odiaba ese color.

KyungSoo estaba en la cama, mirando la ventana, se veía tan pequeño ¿Cuándo olvidó que era tan joven? Se acercó lentamente, relamiendo sus labios, había flores alrededor, él había mandado a comprarlas, pero nada parecía importar en ese momento.

—KyungSoo—susurró llegando a los pies de la camilla—. ¿Por qué no me dijiste?

La forma en la que le miró fue como si le encajaran miles de cuchillas, sus ojos grandes y dolidos, llenos de lágrimas, cerró los ojos dejando que las lágrimas cayeran.

—Te lo dije, pero no escuchaste.

—Lo siento—quiso tragar para aligerar el nudo en su garganta, pero no pudo—. De verdad lo lamento yo...

—Está bien—dijo bajito—. Tú madre lo dijo, estas cosas pasan y no importa.

—Si importa—se acercó para sentarse a su lado, con cuidado de no lastimarlo—. Si quieres denunciarme, lo voy a aceptar.

—No puedo hacer eso, eres mi esposo, eres mi alfa.

—Soo—dijo con voz ahogada—. Perdóname. Prometo no volver a hacerte daño, pero perdóname.

—Te perdono—dijo sin vida.

Desde ese día KyungSoo no volvió a ser el mismo, había vivido algo tan horrible, que, se quedaría para siempre en su mente, imposibilitando a su omega, haciendo que este no pueda reponerse. Dejándolo sin una parte importante de su ser.

Podemos decir que JongIn es el peor personaje que he escrito jamás 🖤💜🖤💜

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Podemos decir que JongIn es el peor personaje que he escrito jamás 🖤💜🖤💜

El Tigre Que Rompió Sus Cadenas Por Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora