♦️Capítulo 16♦️ Karolina

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La mañana ocurrió intensa, con una acalorada exposición de Jován sobre sublevarse contra los nazis que deportaban diariamente del Ghetto a miles de indefensos. El caso es que se había esparcido la triste noticia de una familia vecina que sucumbió al suicido para evitar ser capturados, entre ellos habían un niño y una adolescente.

—Escúchame bien croata —advirtió Jován—, estás amenazado de muerte si resultas ser un traidor, así que te lo diré de una vez. Pertenezco a la AK¹ —explicó— y pretendemos ayudar al movimiento ŻZW ² a revelarse contra los alemanes. Si eres quién dices ser, no tendrás problema en apoyarnos. Me la estoy jugando por ti, así que más te vale ser entregado.

No me tomó por sorpresa. Todo en él apuntaba que estaba involucrado en algún tipo de resistencia nacional contra el Reich Alemán, y que perteneciera al AK fue un alivio. Pero yo no podía formar parte de ninguna organización revolucionaria justo en esos momentos, que estaba tan cerca de Karolina.

—¿Te quedarás callado? —protestó.

—No... Jován yo no soy quién ustedes necesitan.

—Necesitamos todos los hombres disponibles.

—Yo hice una promesa, y no me expondré más a la muerte corriendo el riesgo de incumplirla.

—Escapaste de dos países por tomar acciones contra esos asesinos ¿Piensas rendirte en Polonia?

—Mira Jován, agradezco lo que tu madre y tú han hecho por mí. Y sí, en su momento hice las cosas que me parecieron necesarias tanto en Croacia como en Serbia. —Tragué grueso al recordar las desdichas en el último lugar—. He colaborado en operaciones secretas también en Austria para ayudar a los Aliados pero...

—¡Esos estirados no pretenden ayudarnos! —me interrumpió golpeando la mesa con puño cerrado.

—Lo harán —aseguré—, ya se están tomando medidas para ello, confía en mí. —dije muy suave para bajarle los humos—. Pero yo no vine a Polonia ha inmiscuirme en ninguna guerrilla, vine a encontrar a mi prometida.

—Sí, sí... otra vez con eso. Mira Dušan, te seré claro. No puedes ser un cobarde refugiándote en cualquier mujer y una promesa absurda. Es un honor si llegas a morir defendiendo tu patria y ella deberá entenderlo.

—No es cualquier mujer, es el amor de mi vida desde que era pequeño. Y respeto tu punto de vista, pero yo sí aprecio mi vida. La entregaría gustoso de saber que con ella pondría fin a la guerra pero seamos realistas, esto no depende de una sola vida, ni un solo hombre. Depende de cientos de miles de vidas ¿Cuántas más se van a perder en una lucha sin salida? No quiero tener nada que ver con arrancar la vida de otras personas.

Él no lo sabía, pero me sentía demasiado culpable por la muerte de Alejandro. También recordé el padre de Luka, el pequeño que había conocido en el tren. Cómo se sacrificó en vano y su muerte no sirvió para nada. Estaba harto, harto... demasiado harto de todo aquello.

—¿Y dejarás a tus hermanos peleando solos por un tonto amor infantil? —espetó para presionarme.

—No pretendo que lo entiendas. —Me puse de pie—. Vuelvo a agradecerte por lo de anoche, pero debo marcharme a seguir preguntando por ella. —Saqué la foto y acaricié el rostro angelical—. Es todo mi propósito en el mundo.

—Bah. —Jován chasqueó la lengua—. Márchate de una vez, no necesitamos cobardes pasionales con nosotros.

No reparé en la alusión de cobardía, y me aparté de su vista para despedirme de su madre. Mientras lo hacía, escuché toques en la puerta principal, pero hice caso omiso cuando vi que se trataban de compañeros de Jován planeando una nueva operación de ataque. Encontré la señora en la cocina amasando la mezcla del pan y besé su frente más que agradecido. Estábamos intercambiando unas breves palabras cuando escuché con claridad de una voz gruesa el nombre de Andrej Nakić.

NADA ESTÁ DESTINADO©️✔NO.1 WINNER // #TTW2021 #awardsadam2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora