Capítulo 15

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Cuatro meses después...

Su hipnotizante sonrisa de perlas y sus labios rosados hicieron de ese día un gran recuerdo, con los ojos puestos en los suyos le agradeciste con toda tu alma, no tenías ni una sola duda, estabas enamorada hasta las trancas de esa morena enérgica y extrovertida.

Con la palma recargada en su mejilla te observó dulcemente guardando completo silencio; bajaste la mirada a su otra mano y ella empezó a hacer un ligero movimiento de dedos sobre el dorso de la tuya lo cual te hizo sentir un cosquilleo agradable, alzaste la vista nuevamente y te tomó por sorpresa cuando unas preciosas palabras y una específica pregunta salió de sus labios...

Horas antes despertaste sabiendo que era tu cumpleaños un día digamos más particular que el resto, por lo general este no era de tu especial agrado, sin embargo, alguien te tenía completamente emocionada pues acababas de leer un mensaje proveniente de Hange donde decía tener una gran sorpresa guardada en el nuevo apartamento que había obtenido.

Después de lo que sucedió con su madre consiguió un empleo de medio tiempo y comenzó a ahorrar el dinero que le quedaba para rentar un pequeño apartamento en un bonito edificio cerca de una avenida repleta de restaurantes de todos los tipos, hace poco había terminado su último examen para salir de la universidad y tras enterarse de eso, su padre que residía en París comenzó a enviarle sumas de dinero bastante considerables demostrándole su apoyo.

Ella estaba aparentemente más entusiasmada que tú, no paraba de mirar ese juego de anillos con sus iniciales grabadas y un enorme ramo de tulipanes rojos, dio un suspiro largo esperando poder verte.

En los últimos días en tu hogar eran más notables las expresiones suaves de tus padres, la dureza de su castigo parecía llegar a su tan esperado fin, por la mañana recibiste un par de felicitaciones y una caja de malvaviscos con chocolate. Aprovechando la importancia de la fecha y sus buenos semblantes les rogaste un buen rato por su permiso para lograr salir a festejar con Annie, para ser más convincente la pusiste al teléfono y tal como lo pensaste no les quedó opción alguna, aceptaron con la condición de mantenerlos al tanto de lo que hicieran y llegar a más tardar a las siete de la noche.

Una sonrisa de satisfacción se plasmó en tu rostro, te preparaste con un atuendo cómodo que constaba de unos pantalones largos color café claro, una playera blanca de manga corta y una chamarra oscura de una tela cómoda y ligera.

Te colocaste unos tenis claros y al pararte de la cama escuchaste un poco de ruido cerca de la puerta principal, tus padres habían recibido a una Annie algo incómoda pero amable, cuando llegaste a la sala reíste en tono bajo con burla al ver como trataba de parecer una chica dulce totalmente opuesta a su verdadera personalidad.

En sus manos cargaba una caja envuelta en papel de regalo color azul, cuando alzó su mirada y se percató de tu presencia clavó sus ojos en tu rostro como diciendo "ayúdame". Ante esta petición no verbal te acercaste dándole un fuerte abrazo.

—Feliz cumpleaños espero te puedas divertir bastante hoy. —Habló con un tono neutral y contento dándote una mirada confidente.

—¡Gracias!

Tu madre sin pena tomó el regalo como si fuera suyo y se despidió de ambas mientras sostenía la puerta.

—Ya lo sabes no tienes que llegar después de la hora que te he dicho —murmuró con esa mirada amenazante para después dirigirse a la rubia con un tono agradable—, Annie querida pásenla bien.

La de ojos celestes asintió con una sonrisa bien fingida pues era imposible sacarle una igual y así ambas salieron impacientes de la casa. En seguida al alejarse un par de pasos y al ver como tu madre cerraba la puerta Leonhart dejó escapar un pesado suspiro de alivio.

Mon Amour | Hange ZoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora