Capitulo 3

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Camila:

Esto era una locura.

La forma en que había llegado al antiguo Egipto. Y sobre todo la adoración con la que Lauren me trataba. Era surreal.

Cuando me desnudo, el poder de sus ojos me hacía sentir pequeña y deseada, veía esa llama de pasión en ellos, me quería comer con los ojos. Sus manos tocando en mis lugares más íntimos y como jugó con mi sexo.

Me había repetido que nos íbamos a casar y que sería su mujer. Y yo había entendido que haríamos el amor y la idea no me desagradaba. Menos al verla tan guapa y fuerte, su cara parecía estar enojada todo el tiempo, imponía respeto pero conmigo era tan linda.

Era como la chica ruda y mala de la escuela que se fijaba en la nerd sin suerte, qué sería yo.

Me alimentaba en la boca y quería tocarme todo el tiempo.

Esa noche dormí en su cama, entre sus brazos.

Me abrazo toda la noche y cuando tuvo que irse por la mañana a hacer sus cosas de faraona, renego al tener que dejarme. La observe vestirse, lo guapa que era.

-Volveré para comer y después quiero llevarte a que conozcas tu reino.

Cuando regresó para comer me llevó al comedor principal y me sentó en su pierna mientras ella hablaba sobre asuntos con sus regidores y consejeros.

-Es muy bonito.

-Este oasis no tenía nombre hasta hoy. Ahora se llama Camila. En tu honor mi amor.

- Besó mi mejilla y siguió abrazándome por detrás.

- Es tuyo. Aquí voy a construiruna esfinge sobre ti, para que todos los que viajen por el nilo sepan que tu eres la reina más hermosa e inteligente que Egipto ha tenido.

En 24 horas me había vuelto adicta a ella. Me encantaba sentir sus brazos a mi alrededor.

-Gracias.
Talle su mejilla y ella recostó el rostro, buscando más afectó así que seguía cariciandola mientras desde la sombra que la servidumbre, con abanicos enormes de palma nos brindaba.

Talle su mejilla y ella recostó el rostro, buscando más afectó así que seguía cariciandola mientras desde la sombra que la servidumbre, con abanicos enormes de palma nos brindaba

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-Tus manos están mejor?.
Se las mostré sonriendo

- Siento mucho no haberte encontrado antes.
Dejo un beso en cada mano y me derreti.

-No es tu culpa. Pero, había una mujer que me ayudó...

Lauren hizo un gesto con el rostro.

-Si? - asentí - Cómo?

- Le conté todo y Lauren sonrió.

- Quieres que le de una recompensa?

-Puedes ayudarla, que ya no sufra haciendo esos trabajos?

REINA DEL NILO CAMREN GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora