Laiyah era una cosita preciosa. Y mucho más preciosa se veía en los fuertes brazos de Lauren.
Y Lauren era una tonta enamorada de su pequeña niña, de su princesa de Egipto.
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-Tus sueños velare... - Terminaba de cantarle una canción de cuna, aun que lai seguía tan despierta y Lauren estaba Encantada de tenerla en brazos. - Qué no duerme?
Solté una risa palmeando la cama. Lauren se acercó y se sentó a mí lado. Coloque la cabeza en su hombro y descansé cerrando los ojos cuando sentí un besó en mi cabeza.
-Creó qué es por qué la dejamos dormir todo el día, debemos intentar mantenerla despierta después de la puesta del sol para que pueda dormir la mayor parte de la noche. - Le dije aún con los ojos cerrados. Era de madrugada y estaba muy cansada.
-Duerme mi amor. Yo me encargo.
Sonreí ante las dulces palabras de mi esposa. Me acomode entre las almohadas y abrace a Lauren por la cintura, quedándome dormida casi al instante.
Por las mañanas, nuestra niña amanecía a mi lado en lugar de Lauren que estaba atendiendo asuntos del pueblo.
-Buenos días princesa consentida de mamis.
Laiyah soltó una de sus preciosas sonrisas de bebé. Tenía sólo 4 meses pero era capaz de derretir nuestros corazones.
Dinah y Normani habían sido sus madrinas de nacimiento. Después de tener una pequeña discusión con Lauren, la primera en dos años que teníamos juntas.
Lauren me había dicho que lo correcto era darle el apadrinado a algún regente de las ciudades vecinas. Era parte de la tradición, para unir lazos y reforzar los qué ya existían.
Me había enojado y decidí no hablar más sobre el tema. Lauren sé fue a tratar sus asuntos y yo me quedé enojada, aquellos dichosos regentes no servían más que para lamerle los pies y estaba segura que jamás se preocuparía de manera honesta como Dinah y Normani lo harían.
Los regentes habían venido con regalos para mi hija, joyas y piezas valiosas. No necesitaba eso.
Necesitaba quien diera la vida por ella.
-Por qué quieres que Dinah y Normani sean sus madrinas?
-Por qué mientras tus regentes se escondía en sus palacios durante la guerra, Dinah y Normani estaban a nuestro lado. Por qué fueron las primeras y las últimas en irse cuando di a luz a tu hija. Por qué vienen y le cantan canciones o cuentan cuentos. -Le dije - Por qué ellas nos quieren por ser Lauren y Camila y no por qué tu seas una mujer poderosa.
Lauren arrugó el rostro y se quedó callada. Horas después me dijo que estaba bien, que entendía y prefería qué nuestras amigas fueran las madrinas.
