REINA DEL NILO CAMREN GIP

CAPITULO 12

NARRADOR:

La noticia de aquella batalla no tardó en llegar a Giza y entrar por los pasillos del palacio.

Camila había estado llorando asustada y desesperada en brazos de Dinah.

Mientras tanto Lauren revisaba el terreno, recogiendo las armas y terminando de matar a los romanos qué quedaron agonizantes. Había analizado su forma de pelear, ellos eran brutales. Sus armas eran idénticas. Tanto romanos como egipcios. Parecían ser dos civilizaciones inteligentes y muy avanzadas.

Lauren y Normani entraron a la carpa y se pusieron a hablar.

-Qué traigan las catapultas. Cientos de barriles de brea - se quedó callada al escuchar el alboroto afuera de la carpa y luego Camila entró. Tenía los ojos hinchados y se lanzó a los brazos de Lauren. - Mi alma, que haces aquí?

-Nadie me decía nada. No podía estar en Giza sin saber de ti.

-Eres tan testaruda Camz. - Camila se aferro al peto de cuero de Lauren - Ves que estoy bien?

-Lo veo mi amor.

-No puedes estar aquí Camila, es peligroso.

-Es más peligroso si estoy sin ti. No soporto pasar las horas en esa angustia.

- Normani, has que 200 soldados rodeen la carpa.

-Así será alteza. Con permiso.

La sargento salió de la carpa y cumplió el pedido. En menos de 5 minutos había un mini batallón protegiendo a la reina Camila.

Mientras tanto dentro de la carpa sobre la cama improvisada se lideraba otra batalla.

Una batalla de besos, sudor y dos cuerpo mostrándose cuando se extrañaron.

Se escuchaban los gemidos y los pequeños gritos que  Camila dejaba salir cada vez que Lauren entraba en ella y algunos gruñidos de Lauren.

Lauren estaba sentada en la orilla de la cama, sobre sus piernas Camila que montaba como la experta que se había convertido en esos 5 meses, subía y bajaba  de la polla de su esposa , se empalmaba en ella, una vez que se canso se hecho encima de ella, pero sin dejar de moverse , su cuello recibía los besos húmedos de Lauren qué sólo quería amarla hasta la eternidad, un momento Lauren quería mas .

En ese momento Lauren giro, dejando a Camila debajo del cuerpo fuerte pero ya cansado y a punto de llegar al orgasmo.

-Ahhh amor, sííí! mas mi amor - Se escucho la voz rota de Camila.

La faraona tomó sus piernas y las dobló metiendo las contra su pecho y la penetro as fuerte, sacaba toda su polla y la introducía a toda velocidad, adelante y atrás sabiendo que ya no podían mas  .

-Te amo Camz - Lauren dio 3 o 4 embestidas profundas sintiendo como se descargaba dentro de su mujer, Camila se removía tratando de llegar pero Lauren tenía el toque secreto. Bajo las piernas de su esposa y se colocó sobre sus rodillas llevando a Camila con ella, el culo le quedó en el aire siendo tomado por las manos de su faraona que empezó a entrar en el ángulo que vencía a Camila y penetrando fuerte .

 -Dios, amor!!! - Camila gimió alto a la hora de correrse. - Ni se te ocurra que me iré a casa. No sin ti, iré contigo a cada campamento.

-Escuchaste que nos moveremos? - preguntó Lauren besándole El cuello. Camila sólo asintió y se dejó recostar para abrazar fuerte a su esposa. - Esta bien, tu mandas. Mi reina.

Dos días después se habían internado hacia el desierto, Lauren conocía aquel terreno como la palma de su mano y después de que Camila le sugiero aquella táctica. 

Dejar al enemigo a la deriva en medio del desierto.

Lauren tenía a su espalda un oasis pequeño que serviría para abastecer a su ejército con agua y además había una brecha que los llevaba a Qattara, una región de su mandato en la cual tenía enormes bodegas de alimentos y armas.

El enemigo calló en la trampa de las reinas del nilo.

Cuando Camila sugirió el plan Lauren creyó conveniente hacerlo para alejarlos de Gizza y de el Cairo que eran sus ciudades fuertes y qué más población tenían.

-No pares Camz, nunca te detengas siempre tienes que estar alerta - Le dijo Lauren mientras practicaban el ataque cuerpo a cuerpo - tu espada hará que el enemigo se mantenga a distancia de ti.

Ella asintió y mantuvo la espalda de madera entre ambas. Lauren había ordenado una espada delgada y liviana para Camila pero aún así era mortal.

Camila retrocedió un paso y Lauren la siguió, lo que la faraona no esperó fue que Camila girará en 180 grados y le diera con la espada en la parte trasera de la rodilla. Si aquella espada hubiera sido real le habría cortado la pierna, Lauren asombrada y feliz soltó su espada de entrenamiento y fue a abrazar a su mujer.

-Lo hice bien?

-Más que bien, bebé. Donde aprendiste eso, reina mía? Me encanto tu movimiento, muy inteligente.

Camila sonrió Encantada de recibir los halagos de su faraona.

-Estuve practicando con Dinah y viéndote entrenar de lejos. - Lauren asintió feliz. -Quiero enseñarte algo, vamos al oasis a refrescarnos?

-Claro amor mío.

Camila tomó aquel traje de baño que había diseñado y se lo coloco antes de dejar la carpa. Lauren solamente se puso un short también diseñado por Camila ya que no era de su agrado ver a Lauren usando aquellos calzoncillos amplios y aburridos.

Incluso había diseñado bóxer cortos para Lauren.

Se colocaron sus batas e hicieron la pequeña caminata de 500 metros hasta el oasis. A la orilla del agua se habían colocado un par de camastros y una cama de playa que Camila solía usar para descansar y pasar el rato. Camila se sentó en la cama y de una de las mesitas tomó un libro de cuero viejo.

-Estuve leyendo sobre los poderes de las hiervas venenosas. La belladona y manzanilla de la muerte - Lauren asintió intrigada. Se recostó de costado colocando el brazo doblado y puso la cabeza en su puño dándole toda la atención a su mujer. -Podemos hacer una especie de salvia(Pulpa super espesa) con ellas y embarrar las puntas de las flechas. Estas al ser incrustadas en el cuerpo de cualquier ser humano, podrían causar un infarto en cuestión de segundos, parálisis total de las terminaciones nerviosa.

Lauren llevó su mano libre hasta la cintura de Camila y la atrajo hacia ella. Beso su cuello y bajó hasta el valle de sus senos.

-Mi reina inteligente. Jamás se me hubiera ocurrido eso, es demasiado inteligente Camz.

-Te gustó la idea? - preguntó la mujer más joven mientras recibía aquellos besos húmedos.

-Me encantó bebé, haré que hagan la salvia cuanto antes. Quieres darte un baño conmigo?

-Por supuesto que si, amor de mi vida. - Camila la llevo de la mano hasta la zona de agua y se internaron en su frescura.

Las rodeaba una horda de guerreros pero en ese momento sólo eran ellas dos. Amandose como si nada más importara.

Pero a un par de kilómetros de ellas se encontraba el capitán marcó Antonio escribiendo un mensaje para el emperador romano. Pidiendo más hombres, más armas.

Contando qué aquella civilización de hombres con poca ropa eran feroces y qué la vestimenta de las reinas era cubierta por finura en joyas y seda. El palacio de matru le había mostrado maravillosas riquezas que lo habían vuelto loco de ambición y también encontrando sumamente hermosa a la reina Camila.

Pero lo que el ambicioso representante romano ignoraba era la inteligencia de aquel par de reinas.