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Chifuyu se levantó temprano, no tan temprano como por la semana, pero si lo suficiente como para no encontrarse con demasiada gente por el parque, al que solía ir a correr los sábados por la mañana.

Llevaba media hora de maratón, esquivo el bache que le había lesionado, JAMÁS volvería a pillarlo. Entonces a lo lejos vio a una persona rodeada de gatos. Se sabia quien era por esa melena negra atada.

Estaban a unos cinco metros de distancia cuando un gato salió corriendo hacia Chifuyu. Era una cría de gato y el rubio se agachó para acariciarlo.

-Se llama pequeño michi -dijo Baji acercandose a él.

-Es super lindo -dijo Chifuyu apartando la vista del gato para mirarlo -¿Son tuyos? 

-No, son callejeros pero vengo todos los días en la mañana a echarles de comer. Que sorpresa verte por aquí.

-Yo vengo todos los sábados, es una sorpresa verte a ti -ambos sonrieron y se quedaron en silencio - Creo que le había dicho que te debo una comida -aprovecho Chifuyu.

-Cierto.

-Podemos ir ahora si quiere.

-Son las diez de la mañana.

-Ah cierto... -el rubio se rascó la cabeza mientras se sonrojaba -entonces podría invitarte a desayunar y ya comemos otro día.

-¿Va a ir así?

-¿Así? -Chifuyu se miró la ropa, estaba lleno de barro y huellas de gato. Baji esbozó una sonrisa burlona -creo que me tengo que cambiar.

-Eso pensaba.

-Tengo un piso cerca, podría prestarle algo de ropa.

-No creo que me sirva tu ropa. Será mejor que vaya a mi casa a cambiarme y quedamos luego a comer.

-Podemos quedar a las una aquí.

-Perfecto.

-Elijo yo el sitio.

-Esta bien.

Se despidieron y Chifuyu salió corriendo a su casa a bañarse. Mil veces se cambio de ropa pero por fin eligió algo para ir a comer. Sin volver a mirarme en el espejo salió hacia el parque.

Baji lo esperaba con ropa casual y el pelo suelto. Caminaron para salir del parque. Chifuyu se dejaba guiar por el sensei.

-¿A dónde quiere ir?

-Es una sorpresa.

Siguieron caminando, sin hablar, tampoco era necesario, Chifuyu se sentía cómodo a su lado, su corazón palpitaba con fuerza.

-Llegamos -el moreno rompió los pensamientos del rubio señalando un pequeño local de ramen.

-¿Ramen?

-Aquí hacen un yakisoba muy bueno.

Pasaron y Baji se sentó en la barra, a su lado se sentó Chifuyu. Los atendió un joven con pelo azul afro.

-¡Baji cuanto tiempo! Has venido con Chifuyu - era el chico de la clase de artes marciales - la cuenta corre de mi parte.

-Muchas gracias...

-Chifuyu va a invitarme hoy -dijo Baji.

-Que suerte que tienes sensei, pues mejor para ti Chifuyu, así solo pagas un plato.

Los profesores pidieron lo mismo, el especial de la casa. El rubio empezó a comer y no pudo parar, repitió plato.

-¡Es lo mejor que he comido, este yakisoba es genial! ¡Pienso volver, Souta!

teach me { bajifuyu }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora