De regreso, Baji acompañó a Chifuyu hasta su casa, a pesar de que solo eran las siete de la tarde. Por el camino intercambiaron comentarios sobre la película. El sensei picaba al rubio y éste fingía molestarse, pero en realidad le gustaba.
-Llegamos.
-Eso parece.
-¿Te apetece subir? -dijo el rubio tratando de no parecer nervioso. No lo consiguió.
-¿Para qué?
-Como amigos.
-¿Qué?
-Ósea, quiero decir... para un café o..
-Un té estaría bien.
Al rubio le ardió el cuerpo entero mientas subían por el ascensor. Un susto más y acabaría desmayado en el suelo. La tensión lo estaba matando.
Una vez en su apartamento Chifuyu lo invitó a sentarse en el sofá mientras él iba a la cocina a preparar té para los dos. Pudo darse cuenta de que Baji no paraba de mirar la casa.
Rebuscó entre los armarios de la cocina pero no dio con nada que le sirviera para el momento, tan solo unas galletas de avena. El agua empezó a hervir y el maestro sirvió las tazas.
-No quiero azúcar, gracias -la voz sonó muy cerca del rubio y eso le asustó, tirando una de las tazas que sujetaba y derramando todo el agua por sus pies tan solo cubiertos por unos calcetines. Agua hirviendo.
Baji abrió a tope el grifo de la cocina, levantó a Chifuyu y le colocó los pies debajo del agua fría.
-Si que eres torpe -dijo el moreno.
-¡Fuiste tu el que se me apareció sin hacer ruido por la espalda!
-Soy un ninja.
Los dos empezaron a reírse, hasta que el rubio se dio cuenta de que seguía en los brazos del moreno. Parece que éste le leyó la mente, porque en ese momento lo sentó sobre la encimera, con los pies aun debajo del grifo. Ahora el rubio miró a su alrededor y se dio cuenta del estropicio que se habría armado en la cocina.
Baji se agachó y recogió la taza, que por suerte no se había roto.
-Tienes que decirme donde venden estas tazas.
-Seguro que se rompe en cuanto las lave.
-¿Tienes fregona?
-Si, detrás de la puerta del baño.
Baji fue a por ella y Chifuyu cerró el grifo, tenia los pies congelados y mojados. Estaba todo empapado, no solo sus pies. Tendría que cambiarse de ropa.
Una toalla tapó de repente su vista. Baji había vuelto con la fregona y le había tirado una toalla a la cabeza de paso. No se podía negar que estaba atento a todo.
Después de que el moreno limpiase el estropicio de la cocina y Chifuyu se secase desde su posición, sentado en la encimera sin apoyar los pies en el suelo, Baji volvió a coger en brazos al rubio.
-¿Qué haces?
-Tendrás que cambiarte, ¿Dónde está tu cuarto? Te llevo
El tono más rojo que pueda existir lo tenia en su Chifuyu en su cara. El rubio le señaló la puerta del dormitorio mientras su cabeza se mantenía girada para que el moreno no pudiese verla. Tenía todo el cuerpo agarrotado de la tensión que ejercían todos sus músculos. Cuando Baji lo dejó delante de la puerta parecía haber apoyado una tabla en el suelo.
-Te espero en el salón.
Chifuyu entró a su cuarto y se puso una camiseta blanca y unos pantalones de chándal. Se vistió demasiado rápido, porque su corazón aun no había vuelto a su sitio desde que el mayor lo dejó en la puerta. Se sentó en la cama y respiro profundamente unos segundos.
Cuando reunió fuerzas para volver a donde lo esperaba el otro, se levantó y fue hacia el salón. Cuando se encontraba al final del pasillo vio a Baji sentando, con una taza en la mano, mirándole. Había también otra taza humeante en la mesita y un cuenco con las galletas que había sacado antes en el centro de esta.
-¿Has pues tu...?
-Tardabas mucho y he tenido que ponerlo yo.
Ahí estaba otra vez ese tono que usaba para burlarse de él. Esas formas distraían a Chifuyu, haciendo que se olvidara de las formalidades. Se sentó al lado suya y probo su té. Apartó la taza con un gesto exagerado.
- Aún esta hirviendo -le informó Baji, que sí estaba bebiendo de su propia taza. Chifuyu se preguntaba como podía tolerar tanto el calor.
Si, y no tiene azúcar -le recriminó el rubio con la esperanza de no quedar tan mal.
-Échale, es tu casa.
No le faltaba razón. Chifuyu se fue a la cocina para echar azúcar en su taza y volver al salón.
-¿Cómo puedes beberte algo que esta hirviendo?
-Ah eso. Le eché un poco de agua fría.
Ahora los dos estaban sentado, uno al lado del otro, tomando cada uno su té y cogiendo alguna galleta de vez en cuando. Hasta que Chifuyu decidió empezar una conversación.
-Bueno, ¿tu siempre te has dedicado a las artes marciales o has hecho otras cosas?
-Siempre, desde pequeño.
-Ah...
-Pero fui dos años a la universidad.
-¿Ah si? ¿En qué te metiste?
-Psicología.
-Mmmm
-¿Qué pasa?
-No te imagino como psicólogo.
-Ni yo, por eso no lo soy.
A Chifuyu le parecía difícil sacar una conversación con este hombre. Sus respuestas eran cortantes. De camino hacia su piso había conseguido que hablara bastante sobre la película que acaban de ver, pero ahora era difícil seguir haciendo preguntas sin parecer un cotilla psicópata.
-¿Quieres ver otra peli? -propuso el rubio.
-¿Te apetece ver otra?
-Me gustan las películas.
Baji asintió y Chifuyu encendió la tele para buscar entre su lista una película que pudiera coincidir con los gustos del otro.
-¿Viste el padrino?
-Es una obra maestra, no me importa verla de nuevo.
Pusieron la película y mientras duraba se acabaron el té y las galletas. Los dos estaban en silencio. El rubio echaba miradas fugaces sin que se diera cuenta. Tenia un perfil perfecto y al masticar una galleta destacaba su masculina mandíbula, Chifuyu lo observó también cunado tragaba y su nuez se movía arriba y abajo.
Tenía unas ganas irrefrenables de besar ese cuello, de pasar las manos por él y besar sus labios, que sus narices chocaran y sus miradas se encontrasen al separarse. Sus manos eran blancas y lisas, con los dedos largos. Desearía que esos dedos le recorrieran la espalda y se clavaran en ella.
Con tan solo el sonido de la televisión podía darse cuenta de que Baji era realmente silencioso, no lo oía respirar, no hacia ruido al beber ni al masticar, ni si quiera al acomodarse en el asiento. Chifuyu se preguntaba si en otros sitios seria algo menos callado.
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teach me { bajifuyu }
FanfictionDesde la primera vez que lo vio no se lo puede sacar de la cabeza. Baji x Chifuyu Esta historia le pertenece a Newcastlevania Escenas 🔞