teach me { bajifuyu }

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Aquella noche le daba vueltas la cabeza, por la mañana no fue muy diferente.

Salió de la habitación para preparase un café. Mientras se encontraba en el acto, imágenes de la noche anterior se le aparecían como flashbacks en su mente.

Todo borroso, unas manos en su cintura, un beso largo y la vergüenza. No había sido él, sino esa mujer.

Estuvo a punto de cometer un error, menos mal que su vista no le falló del todo en ese momento.

¿En qué estaba pensando? Él no iba a volver, mucho menos después de todo lo que le dijo. Nunca podría perdonarle, nunca volvería a ser lo mismo, aunque volvieran a encontrarse.

Iba a quedarse solo el resto de su vida, mejor así. Se lo tenía merecido por no luchar. Lo amenazan unos matones y obedece, no era más que un cobarde.

¿Qué debería de haber hecho? no le dejaron alternativa, todo era por la seguridad de Baji. Renunciaba a su vida perfecta por bienestar. Baji podía superarlo, ya lo estaba superando.

Seguro que allí encontraría gente nueva. Baji podría tener a quien quisiera, lo tenia todo, era perfecto. Se lo merecía.

-Soy un inútil

Haber salido esa noche no había arreglado nada, justo al revés. Ahora tendría problemas si se volvía a cruzar con esa señora. Y tendría que darle explicaciones a sus compañeros.

Lo peor, si Emma se enteraba que se había ido de fiesta sin ella, lo pagaría caro. A ver quien la aguantaba después.

¿Por qué tuvo que enterarse de que Baji se había ido a Estados Unidos? Si no lo hubiera sabido hubiese sido mucho mejor.

El lunes le pidió perdón a sus compañeros por haberlos abandonado. Al parecer todos se habían dado cuenta de que algo pasaba-

Justo cuando Chifuyu se fue la vieron salir del baño a esa mujer. Ahora se encontraba con dudas, no sabia si llamar a Sara para disculparse o hacerse el loco y olvidar el tema. 

-¿Diga?

-Si, esto... buenos días señorita Sara.

-Buenos días, ¿quién es?

-Soy Chifuyu Matsuno, el antiguo profesor de su hija

-Ah, si

-Quería disculparme por lo de la otra noche, había bebido y no me encontraba bien

-Aja

-Y quería pedirle perdón si en algún momento malinterpreto mis intenciones. Nunca quise herirla o hacerle sentir mal. Perdóneme si fue así

-No se preocupe, ya tendrá noticias mía -y colgó

Chifuyu se quedo en shock

La semana paso, Chifuyu llego a olvidarse del tema. Pero, volvió a la rutina, la depresión, esta vez algo más ligera que la del primer mes.

Chifuyu se encontraba ese sábado revisando el correo cuando sonó el timbre. Era Emma.

-¿Cómo estas?

-Me va

-¿Qué estabas haciendo?

-Nada, solo revisaba unas facturas y unas cartas.

-Pues por mi no te cortes, sigue. Voy a hacer algo de café, ¿quieres?

-Si

Entre todas las cartas que reviso había una diferente, Chifuyu la abrió y leyó.

-Oye Chifuyu, creo que deberíamos salir esta noche -dijo Emma

-¡QUÉ!

-Tranquilo hombre, era solo una sugerencia, podemos pasárnoslo bien

-No puede ser...

-No es para tanto, solo quiero hacerte compañía, hacia mucho que no nos veíamos

-No, no es eso... Emma...

-¿Qué pasa?

-Me han denunciado

-¿QUIÉN? ¿POR QUÉ?

-Es una larga historia...

-¿Baji? Lo mato

-No, él no.

-¡Cuenta!

-Una madre del colegio...

-¿Una madre?

-Por acoso sexual

-¿Estás de broma?

-¿Qué voy a hacer?

-Ay... una mujer se ha resentido contigo porque la has rechazado, ¿no es así?

-Algo así...

-No tienes que preocuparte, es una denuncia falsa, ella tendrá que afrontar las consecuencias

-Bueno... es que...

-No... no me digas que tu... ¿no eres gay?

-La semana pasada salí con mi compañeros y me emborrache un  poco... y cuando fui al baño, esa mujer me siguió y se me tiró encima  yo... le seguí la corriente hasta que volví en mi y la aparte y me fui...

-Eso te pasa por salir sin mí.

-Emma... fue una decisión de ultimo momento

-Tranquilo, pero me debes una

-Si...

-No te preocupes, ella te acoso a ti, no tiene sentido esta denuncia. Ve el lunes a la policía y pregunta que puedes hacer. Ya verás como todo se solucionara

-Ay... esta semana la llamé para pedirle perdón

-Eres tonto

-¡Es lo que debía hacer!

-¿Y si grabo la llamada? ¡Te has crucificado tu sólo! Aay...

-Lo sé, soy un idiota

-Ósea que ella te ataca y tu le pides perdón. Muy bien

-Todo son dolores de cabeza ... ¿por qué no puedo vivir tranquilo?