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- Gael! Deja de correr

Levanta la voz llamando la atención de su cachorrito que deja de correr y se queda de pie con sus mejillas rojizas.

- Papi! Dapiro

- Ya voy, ya voy

Se cuelga la mochila dónde llevaba las cosas de su bebé y las suyas para después apresurarse hasta llegar junto a su hijo, toma su manito caminando tranquilamente hacia la dirección que le habían dado.

Hacía un año que su pequeño había sido salvado por un desconocido, un pequeño corazón había llegado a tiempo para salvar a su cachorro y después de muchos cuidados y rehabilitación, su hijo estaba libre de médicos por un tiempo.

Había tenido que insistir mucho para que el hospital accediera a darle el nombre del donante o al menos de su familia más cercana porque Gael quería agradecerles. Cuando finalmente tuvo la dirección, él y Jaebum habían dado vueltas frente a la casa intentando decidir si era buena idea o no.

- ¿Que vas a decirle al señor?

- Hedo

Suelta una pequeña risa ante la mirada molesta que su pequeño hijo le da ante su pregunta obvia, toma en brazos a su pequeño y lo llena de besos sin dejar de caminar. Dios, amaba tanto a ese niño.

- Papi!

- Bien, ya te dejo

Deja sobre sus pies a su hijo y le señala la puerta marrón. Se inclina hasta la altura de su hijo y lo mira a los ojos.

- Quieres que te esperé aquí?

- Shim

- Está bien, tocare el timbre por ti y te esperaré aquí, ¿está bien?

- Shim

Presiona un beso en la frente de su hijo para después subir los escalones hasta la puerta del hogar de la familia que había salvado a su hijo. Le sonríe a Gael antes de tocar el timbre y alejarse dándole un poco de privacidad a su hijo, pero lo suficientemente cerca como para ayudarlo si era necesario.

- Un momento!

Le sonríe amplió a su Gael que se gira hacía él mirándolo con ojos grandes cuándo escuchan la voz ronca venir del otro lado de la puerta. Se queda de pie con las manos en los bolsillos esperando no más de unos minutos hasta que la puerta se abre dejando ver a un hombre que tenía el cabello despeinado y expresión adormilada.

- Sí?

- Hedo.. Nai nai.. Menas tares, denor Wang, doy Gadel Tuan

Una sonrisa orgullosa aparece en su rostro ante el tono formal de su vocecita y su manita extendida que es tomada por el señor Wang.

- Buenas tardes.. ¿Puedo ayudarte en algo?

Da un par de pasos más cerca de su hijo cuándo ve que el hombre se pone de rodillas a la altura de su hijo mirándolo atentamente, por alguna razón sus dedos cosquilleaban por peinar el cabello castaño del, evidente, alfa.

- Mmm.. Pestas hand?

- Eh.. Está bien

Respira hondo cuándo ve que su hijo toma la mano que el hombre le extiende y la pone sobre su pecho, justo por arriba de la cicatriz de su operación.

- Codazon.. Ru catodito date

Se apresura a limpiarse las mejillas cuándo ve los ojos brillantes y llenos de lágrimas del hombre alzarse hacia él, se acerca del todo poniendo las manos sobre los hombros de su cachorro.

- Gracias a que usted decidió donar los órganos de su hijo, mi hijo está vivo.. Él está mostrándole que el corazón de su cachorro sigue latiendo

Se queda en silencio cuándo el alfa vuelve a bajar su vista hasta su hijo y lo mira fijamente por un momento antes de hablar con lentitud.

- Puedo abrazarte?

Su hijo sin dudarlo salto a los brazos del Señor Wang que rodea con sus brazos a su pequeño después de que él asintiera.

Una de las manos del hombre se apoyó en la espalda de su hijo y su nariz se hundió en el cabello castaño de su bebé, se queda en silencio dándole espacio al hombre y a su hijo. Cuando el señor Wang se aparta suavemente con una sonrisa se relaja sintiendo nuevas lágrimas aparecer en sus ojos.

- Gracias Gael.. ¿Quieres ir a la cocina? Tengo galletas en la mesa

- ¿Papi?

- Está bien, pero no muchas, si?

- Shim

Le sonríe a su hijo que después de gritar alegre corre hacia el interior de la casa buscando la cocina.

Se gira hacia el alfa que tenía el rostro cubierto por una mueca de dolor, sin poder evitarlo se acerca abrazándolo con suavidad, sus dedos se deslizan por su cabello de forma automática intentando consolarlo.

- Lo siento mucho, señor Wang

- No, gracias a ti por dejarme sentir el corazón de mi niño una vez más

- Gracias a ti..

Se aparta del hombre y le sonríe lo mejor que puede, limpia sus mejillas y las del alfa antes de extenderle una mano.

- Lo siento, no me presenté, soy Mark Tuan y el mocosito se llama Gael

- Hola, Mark.. Soy Jackson Wang, un placer  

De corazón a corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora