l KNEW YOU WERE TROUBLE YUTAE

PRÓLOGO

Era medianoche y Nakamoto yuta corría entre las calles de las casas, sintiéndose acorralado entre los estrechos callejones. Se topó con un muro que le impedía seguir con su huida y no le quedó otra opción que treparla soltando una maldición al sentir una punzada en su brazo derecho. Una vez haberse cerciorado de que no lo siguieran, se detuvo tomando una gran bocanada de aire apoyando sus manos en sus rodillas.
Esos malditos hijos idiotas habían aprovechado que estaba solo y lo emboscaron , yuta podría haber acabado con todos ellos, pero el problema era que estaba armados hasta la madre y él no.

— jodida mierda... — siseo comenzó a escuchar pasos aproximarse. —juro que me las van a pagar — trepó una cerca entrando con sigilo al patio trasero de una casa, subió otro muro y corrió por los tejados de las viejas casas de los barrios bajos.

Completamente cansado pensó en lo primero que se le vino a la mente al divisar la ventana abierta de una pequeña y algo descuidada casa.

" tendré que arriesgarme"

Supuso quedándose sin opciones. Hizo su último esfuerzo y colándose por el pequeño patio trasero, finalmente se coló por la ventana tratando de ser lo más sigiloso posible para que nadie en la casa notará su presencia. Es una lástima que justo en ese momento Taeyong se había levantado por un vaso de agua encontrándose con un chico con el brazo ensangrentado y una mirada tan oscura como sus ojos.
El pequeño grito que pegó tae lo puso en alerta y en un rápido movimiento ya estaba frente a él, lo había acorralado contra la pared y con su mano sana cubrió su boca

— shhh, no grites. No voy a hacerte dañó, solo necesito esconderme aquí por un rato ¿entiendes? — hablo en voz grave.  Taeyong asintió observando al joven, como los mechones de su rubio cabello cubrían parte de su rostro, su respiración acelerada hacían que su pecho subiera y bajara.
Yuta separó lentamente su mano de sus labios, posó cada brazo a los costados de la cabeza de taeyong apresándolo contra la pared.

El sudor frio caía por la frente de yuta, todo su cuerpo estaba tenso y se encontraba exhausto físicamente. No se dio cuenta en que momento había dejado su cabeza descansar en el hombro de tae... Por su parte taeyong quedó estático en su lugar sin hacer ningún movimiento o sonido, le pareció extraño su comportamiento.
Taeyong no sentía miedo, al ver en el estado en que estaba ese chico y había notado que no traía ningún arma consigo así que no presentaba ningún peligro.

— tu herida sangra mucho ... — murmuro apartándose lentamente de él — iré por el botiquín de primeros auxilios, ahora vuelvo — yuta simplemente asintió mientras se dejaba caer en una de las sillas de la cocina.
En un abrir y cerrar de ojos taeyong había llegado a su lado con el botiquín de primeros auxilios en manos. Con suma delicadeza tomo su brazo pasando el algodón por su herida, taeyong pudo notar que la herida había sido hecha por el roce de una bala.

— Lo siento. — susurro al sentir un siseo de dolor por parte del peli Rubió — por cierto me llamó Lee taeyong y tú eres … —pregunto algo curioso.

— soy yuta —murmuro con los ojos cerrados.

Luego de esas palabras taeyong volvió a la tarea de desinfectar la herida de yuta. La sala se encontraba en completo silencio, yuta dejo salir un suspiro manteniendo sus ojos cerrados dejándose llevar por el suave tacto de las manos que lo tocaban con suma delicadeza.

— tu ropa está manchada con sangre ... Ten, ponte esta — dijo entregándole una muda de ropa qué había traído junto al botiquín.

— ja, eres tan raro.— sonrió con arrogancia — te das cuenta de que estás prácticamente ayudando a un completo extraño que acaba de invadir tu casa

— si lo pones así... Si suena extraño — murmuro tae parpadeando un par de veces — pero no le veo el caso en ponerme a llorar y pedir por mi vida, además el vivir tantos años aquí uno se acostumbra a este tipo de cosas. Al menos no entraste armado a asaltarme como hacen la mayoría de idiotas que viven en estos barrios bajos ... En lo que a mí respecta no presentas ningún peligro.

— o créeme soy muy peligroso... —yuta se deshizo de su camiseta quedándose con el torso desnudo ante la atenta mirada de tae.

Taeyong trago saliva al ver como el peli rubio se acercaba a él sonriendo con cinismo. El tenerlo a tan solo un centímetro de distancia hizo que sus hombros se tensaran y cerró los ojos como reflejo.

— ¿asustado? — susurro sobre su oído para luego arrebatarle la muda de ropa de sus manos.

Los ojos de tae se crisparon de ira, se cruzó de brazos fulminándolo con la mirada sintiendo la risa que soltaba yuta a lo bajo.

— idiota. — dijo a lo bajó. Quien se pensaba que era este para andar haciéndose el muñeco, pensó taeyong.

Se sorprendió al ver como se quitaba el resto de su ropa en frente suyo. Mordiendo su labio inferior sin poder evitar quedarse mirando, detallando todo el cuerpo algo bronceado y bien tonificado que poseía el japonés, tampoco pasó desapercibido el pircing de su ombligo. Cuando sintió que ya había visto lo suficiente volteo apenado hacia otro lado, hasta que el peli rubio terminará de vestirse.

Unos ruidos afuera los hizo ponerse en alerta, automáticamente tae apago todas las luces de la casa y caminando a oscuras se dirigió hacia la puerta, la entre abrió un poco intentando hacer el menor ruido posible.
Sus ojos divisaron a siete sujetos armados y por la forma parecida que tenían de vestir supuso que eran de alguna pandilla, pudo escuchar como uno de ellos pareció ordenarle a los otros que se dividieran y encontraran a yuta.

— mierda.— se tensó al oír la voz de yuta a sus espaldas. El japonés mantenía su mirada en lo que pasaba afuera, apoyando su mentón en el hombro del contrario para ver mejor .

Yuta había pegado todo su cuerpo y mantenía sus manos en la cintura ajena. Taeyong se tensó quedándose estático, cerro la puerta y volteo lentamente encontrándose con esos profundos y oscuros ojos.

— tengo que irme — murmuro aun sosteniéndolo de la cintura — si me quedo aquí, puede que me encuentren

— está bien, pero ponte esto — dijo tomando de un perchero una sudadera negra con capucha.

El mayor asintió poniéndose la prenda, se subió la capucha y cubrió su rostro, esperaba que por lo menos con eso no lo reconocieran, soltó un suspiro dedicándole una sonrisa a taeyong. Tomo el pomo de la puerta estando listo para salir, hasta que sintió que jalaba de su mano.

— ¿Estás seguro de que quieres salir? — le pregunto tae con mirada afligida. Yuta No podía evitar pensar que el chico que se encontraba ante él era en serio adorable, estaba preocupado por un sujeto que acaba de conocer.

— tranquilo. Voy a estar bien, Pero por si a caso — jalo de su brazo pegándolo a él. Lo tomo del mentón capturando sus labios en un suave y delicioso beso — con esto estoy lo suficientemente motivado para no dejarme atrapar por esos idiotas — le dejó un último casto beso sobre sus labios y se marchó desvaneciéndose entre la oscuridad de la noche.

Taeyong cerro la puerta apoyándose en esta mientras pasaba una mano por su rostro. ¡Que carajos era lo que había pasado!!! ¿Por qué lo había besado? Y porque él se había dejado besar por ese sujeto Se preguntaba taeyong, aunque el tenía ojos, no era ciego y debía admitir que yuta era muy apuesto, pero ese no era el caso, tenía que dejar de pensar tanto. Luego de todo ese incidente ya ni siquiera tenía sueño, esa en definitiva había sido la noche más extraña de su vida. 

Pero lo que Lee taeyong no sabía era que luego de esa noche su vida no volvería a ser la misma.