Capítulo 12

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Esa mujer tenía que medir de alrededor de metro cincuenta y ocho y probablemente pesaba cuarenta y cinco kilos, lo cual sorprendió a Abby.

Tenía una cabeza llena de cabello castaño oscuro con rayas de color púrpura. Tenía un puñado de pecas en la nariz y una sonrisa fácil. Era feliz mientras bebía una de las tazas de café más grandes que Abby había visto nunca.

Mientras la mujer hablaba hasta por los codos y comprobaba cada tuerca y tornillo en el avión, tres veces, Abby decidió que la mujer no debería nunca beber café o cualquier otra bebida con cafeína.

Estaba saltando como una pelota rebotando desatada en aquel pequeño espacio. Finalmente se estrelló hace alrededor de dos horas después de decir que no había dormido en más de setenta y dos horas.

Incluso dormida parecía estar trabajando mientras sus dedos se movían adelante y atrás como si estuviera apartando algo.

La Simbiosis de Abby se enamoró de la mujer mientras hablaba y las acariciaba. Abby no sabía cómo demonios la mujer parecía saber acerca de ellas, pero les había dado una mirada y les habló como si lo hiciera todos los días.

Las Simbiosis se comportaron, permaneciendo tranquilas sobre Abby, pero sabía que querían jugar. Una vez que la mujer se durmió, se convirtieron en pequeños pájaros y volaron hacia ella, revoloteando alrededor de su rostro mientras exhalaba pequeñas bocanadas de aire.

El pulso de Abby se aceleró mientras la voz de Trisha por el intercomunicador pedía que todos se abrocharan los cinturones de seguridad para el aterrizaje.

Cara Truman tendió los brazos y las piernas, lanzando a la pequeña Simbiosis de oro en las muñecas de Abby un guiño mientras se sentaba hasta llegar a enderezarse.

--"Así que, ¿cuánto tiempo queda para aterrizar?"-- preguntó Cara mirando por la ventana. --"Genial, ni una nube a la vista. Hombre, este es un pequeñísimo lugar, ¿verdad? Parece que el pueblo creció hacia arriba."--

Abby se rió emocionada. --"Sí, es pequeño pero es mi hogar."--

--"Parece que tienes una razón para volver. ¿Es guapo? ¿Tiene algún hermano?"-- preguntó Cara maliciosamente.

--"Sí, lo es y sí, tiene cuatro hermanos."-- respondió Abby distraída antes de darse cuenta de lo que acababa de decir.

Riendo, Cara se estiró de nuevo. --"¡Atrapada! Bueno, si son guapos, apúntame en su dirección. Siempre estoy buscando como pasar un buen rato en una pequeña ciudad."--

Abby no podía dejar de reírse. Cara tenía el tipo de personalidad de la que nadie podía evitar enamorarse. Era una bola de energía. Incluso sentada todavía se movía alrededor.

Cara vió la sonrisa divertida de Abby y no pudo evitar la triste sonrisa que curvaba sus labios. --"Tengo un poco de TDAH. No puedo quedarme quieta aunque mi vida dependiera de ello y sólo duermo unas cuatro horas por noche, si tengo suerte."--

--"Vuelvo loco a todo el mundo, pero consigo bastante. Tengo un CI fuera de rango. Ni que decir que la mayoría de las personas, sobre todo los hombres, no pueden soportar estar a mí alrededor durante más de cinco minutos. Oh, pero yo adoro volverlos locos primero."--

Abby se rió entre dientes. --"Bueno, todavía no me has vuelto loca y he disfrutado a fondo tu compañía."--

La voz de Ariel salió diciendo que estarían en la pista de aterrizaje en tan sólo unos minutos, agradeciendo a todos por volar en 'Hamm Airlines, las únicas líneas aéreas donde los cerdos volaban'.

Abby y Cara se miraron antes de estallar en risas. Tanto Trisha como Ariel tenían un sentido del humor muy seco.


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Fuego en el interiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora