ʟᴀ ᴇᴍᴘᴇʀᴀᴛʀɪᴢ ᴅᴇ ʟᴜᴏ ʙɪɴɢʜᴇ

ᴘʀɪsɪᴏɴᴇʀᴏ

Shen Qingqiu tenía la cabeza agachada y la postura firme, el cansancio pesaba en sus ojos y hombros pero su orgullo no dejaba ver lo débil que se encontraba. La prisión de agua se había construido con el propósito de encerrar a los maleantes más peligrosos, demonios que usurparan un puesto importante dentro del mundo de la cultivación o a las personas que merecían la sentencia de la muerte. Pero para Shen Qingqiu sentía que estar en ese lugar, calmaba su atormentada alma.

Desde que era niño no entendía como funcionaba el mundo, vivía sin saber que una balanza juzgaba a las personas por las acciones cometidas por estas. A pesar de haber nacido entre la gente más humilde, a su lado conservaba la única razón de seguir adelante hasta que un terrible día descubrió que las personas más amables son las que esconden más demonios. Qingqiu no pudo evitar suspirar por estar en un lugar completamente lleno de paz, con el único ruido de las gotas cayendo y el agua emitiendo débiles sonidos al impactar gota tras gota.

Shen Jiu conservaba su túnica interior ya que al ser acusado de homicidio y traición a su secta, hizo que lo despojaran de lo que traía encima. Como una muestra de lo traicionero y manipulador que era, sin embargo entre su túnica interior guardaba celosamente una muestra de la única prueba de que en el mundo hay personas con buena voluntad. La 'muestra' funcionaba como un calmante para su alma llena de heridas y desconfianzas, la bondad que desprendía una simple tela le mostraba que la luz siempre llega en la negra oscuridad.

Shen Jiu con cuidado saco un pedazo de listón de sus mangas, el listón de un color verde más colorido estaba sucia además de estar desgastado en las puntas. Pero para Shen Jiu era suficiente con ver la tela y tocarla para que su corazón tomara un ritmo más tranquilo. El cultivador no pudo evitar suspirar, dejo que la emoción de calidez y amor se extendiera por todo su cuerpo.

Pero un ruido de la puerta siendo abierta lo saco de su estado de reposo, con suavidad abrió sus parpados y vio el intruso que arruino su concordia. De la puerta entraba Shang Qinghua y detrás de él un cultivador del palacio Huan Hua, su Shidi entre las manos portaba una bandeja llena de comida además de llevar una simple cantimplora, que a simple vista se veía que estaba llena. El discípulo del palacio se quedo junto a la puerta mientras dejaba pasar a su hermano de cumbre.

Shang Qinghua lucía tenso y nervioso, como si no quisiera estar ahí. Pero la firmeza en como sostenía la bandeja le dejaba claro que su voluntad era más grande que su temor, Qinghua caminaba sobre el puente que se elevaba una vez cuando una persona ingresaba a la prisión. Cuando llego hasta donde se encontraba Shen Qingqiu el sonido de la puerta cerrándose fue el instintivo suficiente para que Qinghua dejaba salir una fuerte exhalación.

-- ¿Qué carajos estas haciendo aquí?-- Shen Jiu pregunto a su Shidi mientras que el otro mostraba una mueca ante la forma tan cordial de saludar de su Shīxiōng.

-- Vine aquí con un solo motivo.

-- Así.....y el motivo involucra a la bestia que tienes por líder.

-- El motivo es liberarte de tu cautiverio.

Shen Jiu miro con desconfianza a la persona que tenía enfrente mientras tanto Qinghua dejaba la bandeja enfrente del prisionero. Ambas personas mantuvieron la mirada por más de cinco segundos, hasta que el estomago de Shen Jiu hizo el sonido de estar hambriento que el duelo de miradas termino ahí. Qinghua en cambio se alejo del villano y tomo una distancia prudente para verlo comer.

-- Habla de una vez, mi paciencia se agota.-- Shen Jiu hablo mientras observaba con atención la comida enfrente de él.

-- Yue-Shīxiōng quiere sacarte de aquí como de lugar.

-- Ese idiota jamás aprende.-- murmuro Shen Jiu entre dientes.-- Dile que no necesito su ayuda. Yo mismo me las puedo apañar.

Shang Qinghua vio el pedazo de tela mal escondido que portaba Shen Jiu, el color verde esmeralda resaltaba entre las túnicas descoloridas del verde botella. Las dudas incrementaron en Shang Qinghua, la hipótesis empezaba a tomar una forma y no le gustaba el camino que iba tomando. Shen Jiu noto la mirada fija que su Shidi tenía en el, hasta que se dio cuenta que su atención estaba puesta en su pequeño tesoro.