Yue Qingyuan tenía fe en que su plan tendría éxito, las miles de soluciones y acciones que se tomarían durante la huida de Shen Qingqiu se discutieron con los demás maestros de cumbre. Algunos como Mei Feng habían propuesto que la emboscada se realizara en el momento justo cuando el Emperador entrara a sus aposentos, algunos maestros de cumbre aceptaron esa idea pero el refutar de Qiao Meng les dio otra visón de la situación si utilizaban esa estrategia.
La discusión del plan tomo más de tres horas de lo que se tenía esperado, había tantas opiniones como soluciones y resultados pero todas terminaban con la muerte trágica de cada maestro de cumbre. Qingyuan de verdad trataba de entender el plan que se había formulado pero su mente se encontraba vaga con el único pensamiento de Shen Jiu ocupando la mitad de su cabeza, miles de pensamientos volaban alrededor de esa persona. La preocupación era reflejada en su rostro y algunos de sus Shidi's y Shixiong's le dijeron miles de palabras reconfortantes y alentadoras para superar la situación.
Pero solo el líder de secta podía mostrar una mueca ante las miles de frases que soltaban y ahora se encontraba completamente solo, contemplando las estrellas mientras su cabeza se llenaba de recuerdos de su infancia. En donde sus días solo se enfocaban en sobrevivir y obtener un pedazo de pan, a su lado un par de gemelos con distintas actitudes. Uno siendo tan arisco como un gato y el otro tan bondadoso como un ángel, a pesar de ser diferentes se amaban con todo el corazón. Solo....que la maldad del mundo actuó como un camino a seguir.
Un suspiro salió del líder de secta, tal vez sus pensamientos se encontraban sin rumbo fijo pero un latente sentimiento que solamente dirigió a Shen Qingqiu. Su corazón anhelante pedía con clemencia que su enamorado se encontrara en perfecto estado antes de realizar el ataque, el cual estaba programado para ejecutarse el día siguiente, los nervios y las ansias mortificaban el cuerpo del líder de secta. Sus manos picaban por desenvainar su espada y lanzarla contra Luo Binghe pero sabía que con solo sacar un centímetro de su espada de la funda, su vida entraría en juego en ese instante.
-- Yue Qingyuan......suspiras como doncella enamorada.-- hablo una voz que provenía desde la oscuridad. El mencionado dio un pequeño salto en su sitio por la voz tan suave y melodiosa que interrumpió sus propios pensamientos.
-- Sal de ahí..........Mei Feng.-- hablo Qingyuan.
-- Ah........ así es como recibes a tus visitas líder de secta.-- reprocho la mencionada con un tono de voz que sonaba ligeramente burlona.
-- No, pero ambos sabemos que solo vienes a molestarme cuando algo te fastidia.
-- Me conoces bien Yue Qingyuan, pero nada me molesta. Solo vine aquí para aclarar tu mente para la emboscada de mañana.
-- Temes a que muera en el ataque de mañana.
-- No.....temo a que tus sentimientos sucumban a Qingqiu.-- hablo la mujer mientras le daba la espalda al líder de la montaña Cang Qiong.
-- Mis sentimientos no tienen nada que ver con el ataque de mañana.....solo me preocupo por él. Eso es todo.
Mei Feng se quedo viendo por un momento al hombre para después estallar en risas, la gracia provenía en las palabras que había soltado Qingyuan. La mujer sabía que detrás de esa protección que Yue Qingyuan ofrecía solamente a Shen Qingqiu había un sentimiento que se escondía en las sombras, tal vez para el hombre enfrente de ella no expresara bien sus sentimientos a través de las palabras pero con solo ver sus reacciones o la sonrisa tan brillante y sincera que Qingyuan ofrecía solamente a Shen Qingqiu, dejaba mucho que decir.
-- Hare en como te creo las palabras que dijiste Qingyuan, pero nunca desafíes el instinto de una mujer.-- Mei Feng menciono mientras daba una mirada al cielo nocturno que se encontraba encima de ella.-- Tal vez algún día.....debas confesar tus sentimientos a la persona que consideras importante, por que cuando sea tarde entenderás que lo habrás perdido todo.
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ʟᴀ ᴇᴍᴘᴇʀᴀᴛʀɪᴢ ᴅᴇ ʟᴜᴏ ʙɪɴɢʜᴇ
Fiksi PenggemarCaer dentro del abismo, pasar días enteros dentro de ese infierno hace que desconfíes de toda persona. Para Luo Binghe fue un duro golpe de realidad en la que aceptaba que su maestro jamás lo iba a ver como un discípulo más, si no como alguien quien...