Shang Qinghua a pesar de ser el creador y escritor del mundo de pacotilla donde actualmente reside, no entiende la razón sobre la aparición de un nuevo personaje que no estaba dentro de la trama. El sistema que se le había proporcionado cuando llego al viejo mundo no le arrojaba resultados o información sobre el misterioso demonio que se encontraba a su lado.
Qinghua sabe que cuando algo le molesta o no encaja prefiere olvidarlo y enfocarse en otras cosas, pero la 'cosa' no es de esas que se tienen que olvidar. Más bien es de las que se tienen que confirmar que de verdad existe y no es un fallo de una realidad olvidada, mientras Luo Binghe se reencuentra con su maestro el medio demonio les encargo que cuidaran de su esposo. Ya que el mencionado tiene un corazón tan noble que el Emperador teme que lo dañen.
Estar atrapados en sus pensamientos hizo que se terminara tropezando con sus propios pies, causando un tremendo ruido dentro del palacio de Mobei Jun. Su acompañante resoplo ante la patética forma de caer del cultivador, Qinghua se sonrojo por el espectáculo que hizo por lo que se levanto rápido y dio una tos falsa para disipar las mejillas sonrojadas y eliminar un poco el ambiente tenso que se había instalado alrededor de ellos.
-- Entonces cos-digo amigo....¿desde cuando conoces a Luo Binghe?-- el único método infalible que Qinghua conoce para sacar información es el cuestionamiento. Pero para cubrir dicho cuestionamiento que mejor manera que hacer una 'platica casual'......si supiera que esta jugando con fuego.
-- Lo conocí en el abismo.
-- Oh...en el abismo. Me han dicho que es un lugar donde el infierno se queda corto.
-- Claro que se queda corto.-- menciono su acompañante con una sonrisa en el rostro. Mientras tarareaba una melodía desconocida por el cultivador, Qinghua solo acepto la afirmación pero no quedo satisfecho con la respuesta. Parecía que quería ocultarle la verdad.
-- ¿Cuál es tu nombre?-- Qinghua esperaba recibir al menos el apelativo del demonio que lo acompañaba. Pero el tarareo paro, el demonio a su lado se volteó a mirarlo por un momento y el cultivador percibió que le daba una mirada mordaz al mencionar la pregunta.
Esa mirada se le parecía familiar pero no encontraba persona que le hiciera una similitud. El demonio a su lado dejo de mirarlo para soltar un suspiro que parecía cansancio extremo, dejo que el abanico que traía en las manos se desplegara completamente. Cubriéndole completamente parte de la cara, como queriendo cubrir su vergüenza.
Hubo un tenue murmullo, Qinghua no pudo entenderle por lo que su compañero noto y lo volvió a decirlo pero esta vez en voz alta.
-- Mi nombre es Shen Yuan.
Shang Qinghua no pudo evitar dejar salir una exclamación de asombro. El demonio enfrente de él parecía tener una relación sanguínea con Shen Qingqiu, ambos tenía el mismo perfil y las mismas expresiones. Dos gotas de agua separadas por diferentes corrientes de ríos y mares, por un momento Qinghua tenía la leve esperanza que el demonio enfrente de él detuviera a Binghe para hacerle entrar en razón y que el mundo de la cultivación no se fuera al carajo.
Pero........por que parece que el demonio delante de él fuera un lienzo que ya fue pintado y trazado con amor y esfuerzo.
-- Shang Qinghua se le ordena que vaya al Palacio Huan Hua y que lleve a su compañero con él.-- ordeno un sirviente que antes no estaba con ellos. El cultivador salto de sorpresa y miedo por el nuevo intruso a su alrededor pero una mirada rápida entorno a Shen Yuan y vio como ignoraba al sirviente.
Un personaje lleno de secretos y misterios y Shang Qinghua no ocultaba su emoción para descubrir el acertijo que se cernía sobre el demonio a lado suyo. Le dio al sirviente una respuesta afirmativa y guio a su acompañante a la misma sala donde la matriz de tele-transportación que esperaba con calma. Shen Yuan estaba curioso por ver la matriz perfectamente dibujada en el suelo pero en algunos trazos faltaba perfeccionar el tiempo y lugar donde iban a llegar. Detalles menores pero a él le importaban poco.
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ʟᴀ ᴇᴍᴘᴇʀᴀᴛʀɪᴢ ᴅᴇ ʟᴜᴏ ʙɪɴɢʜᴇ
Hayran KurguCaer dentro del abismo, pasar días enteros dentro de ese infierno hace que desconfíes de toda persona. Para Luo Binghe fue un duro golpe de realidad en la que aceptaba que su maestro jamás lo iba a ver como un discípulo más, si no como alguien quien...