ʟᴀ ᴇᴍᴘᴇʀᴀᴛʀɪᴢ ᴅᴇ ʟᴜᴏ ʙɪɴɢʜᴇ

ғᴜɢɪᴛɪᴠᴏs

Mu QingFang trataba de inhalar el aire suficiente para continuar huyendo de las garras de Luo Binghe, el ex-discípulo de su hermano marcial menor a pesar de tener sangre humana corriendo por sus venas, su parte demonio les ponía un problema en sus hombros. Sentía en momentos que unos ojos carmesí vigilaban cada uno de sus movimientos, como si estuviera memorizando sus debilidades y fortalezas. El camino que habían tomado para huir de Luo Binghe atravesaba un bosque templado, el grueso de los troncos de los árboles dificultaba ver bien la zona pero eran perfectos para ocultar su cuerpo o presencia.

Sin embargo cargaban con un peso extra con ellos, al final Qinghua tenía algo de razón y Qingfang se la daba completamente. Shen Jiu tenía un hermano menor y es parecido a él, dos gotas de agua que solo marcaban una diferencia entre si. El hermano menor de su Shidi parecía tener orejas y cola de gato, de un color blanco. Ambas extremidades se encontraban bien cuidadas y parecía que las acicalaban constantemente. Como si el portador no quisiera ver una mancha de suciedad en ellas.

El médico de la secta solo soltó un suspiro y trato de inhalar aire profundamente además que trataba de recobrar fuerzas en caso de que el ejercito del medio demonio decidiera atacar. En cambio Shang Qinghua tenía una mirada cautelosa y las manos le temblaban, la primera parte del plan había salido a la perfección pero faltaba el resultado. El cual para el pequeño cultivador tenía un horrible presentimiento sobre su perfecto plan, sentía que en cualquier momento las cosas podrían salirse de control y que todos terminaran completamente muertos. 

El pequeño cultivador tenía una mano en su quijada mientras mordía distraídamente la punta de su dedo, causando que hiciera un pequeño corte en el y saliera un punto carmesí. Un sabor metálico llego a la boca de Qinghua por lo que no pudo evitar dejar salir una mueca de disgusto por el sabor tan metálico de la sangre, el autor iba a continuar con su caminar hasta que la voz de Mei Feng paro cualquier acción que cometiera.

-- Por una vez en tu maldita vida te puedes quedar quieto. Estresas a todos.-- demando la cultivadora.

Qinghua se le quedo viendo por un momento para después caminar en dirección a su hermana marcial y hablarle de frente.-- Es que serás idiota. No entiendes la gravedad del asunto, todos vamos a morir si no nos damos prisa.

-- Claro que entiendo la gravedad del asunto, solo que tu estúpida conducta de caminar de un lado a otro me altera mis nervios carajo.-- la voz de Mei Feng tenía un toque de nerviosismo a la vez que miedo. Pero la mujer hacía todo lo que podía para ocultar el sentimiento que embargaba lentamente en su cuerpo.

 Qinghua iba a una vez más a discutir con Mei Feng hasta que Shen Jiu se paro en medio de los dos. Tenía el ceño fruncido y su enojo era palpable por lo que hablo.-- ¿Pueden dejar de discutir entre los dos?...estamos en una situación de vida o muerte.

-- Lo dice la persona que nos engaño a todos.-- fue la voz de Qiao Meng que trajo la atención del villano escoria. Ambos hombres mostraron la mirada más mordaz que tenían pero al parecer ninguno de los dos se dejaría importunar a pesar de la tensa situación que se encontraban en este momento. Pero Qi Qingqi soltó una tos que trajo la atención de todos hacia ella.

-- Por favor, dejen de comportarse como estúpidos machos marcando territorio y es mejor que empiecen a moverse. Liu Qingge ya de estar cansado y el demonio no tardara en encontrarnos.-- hablo la mujer con furia en su voz. 

Shen Jiu, Shang Qinghua, Qiao Meng y Mei Feng voltearon a ver a otra parte, no tenían tiempo para ponerse a discutir. El problema era de vida o muerte, pero todos los maestros de cumbre aseguraban que era de muerte. Traían consigo el tesoro más importante de Luo Binghe. 

-- Ahora que todos se encuentran calmados, es mejor seguir.-- hablo por primera vez Yue Qingyuan. El líder de secta mantenía siempre su vista en Shen Jiu, cuidándolo de cada movimiento o gesto que realizara al tener que cargar a su hermano o el dolor de los golpes regados en su cuerpo. Cual sea la causa Qingyuan estaba dispuesto a ayudar a su enamorado, si tan solo este se dejara de mostrar como un gato arisco.