ᴠɪᴠᴇ ᴏ ᴍᴜᴇʀᴇ

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Luo Binghe caminaba directo a la prisión de agua, lugar donde su 'Shizun' lo esperaba pacientemente. El pasillo que conducía al lugar era iluminado por las nítidas antorchas que le daban un aspecto lúgubre y lleno de misterio, los guardias que resguardaban la prisión eran los discípulos del palacio Huan Hua. Cada uno de ellos luciendo una túnica amarrilla pero con la cabeza agachada en forma de reconocimiento por el ser más fuerte del lugar.

Sin embargo donde se suponía que un discípulo del palacio Huan Hua se encontraba apostando la entrada a la prisión no estaba, además que la puerta de la prisión se encontraba abierta de par en par. Una furia comenzó a correr por todo el cuerpo de Binghe por lo que rápidamente camino hasta donde se encontraba la puerta pero un interesante sonido provenía de ella. Eran golpes y una voz femenina.

-- Me he enterado que tu eres el 'Shizun' de mi Binghe.-- hablaba la voz además de tener un toque de arrogancia a la vez siendo chillona.-- Lo haz hecho sufrir mucho, así que te toca sufrir lo mismo.

Y luego sonidos de un arma siendo golpeada contra la carne, sonaba tan aterrador el sonido que Binghe no pudo evitar dejar salir un leve estremecimiento. Con un suspiro el mitad demonio avanzo hasta donde estaba la puerta y vio con asombro como la señorita del palacio pegaba sin pudor alguno al maestro de cumbre. La piel se encontraba rojiza y con pequeñas líneas de sangre, además que en algunas partes se notaban los moretones que se empezaban a formar lentamente.

Binghe camino hasta donde se encontraban las dos personas y con un movimiento rápido le quito el arma a la mujer. Las dos presencias se quedaron congeladas por el aura que dejaba salir Binghe pero la femenina puso una sonrisa dulce en su rostro, como si quisiera que la alabara por el trabajo que hizo. Pobre ovejita, no sabe que ya fue mordida por el hocico del lobo.

-- Nunca vuelvas a tocar a mi prisionero entendiste.--ordeno Binghe mientras sus manos destruían el arma, volviéndola en pequeños pedazos y haciéndola inservible.

La mujer sintió que sus piernas ya no la sostenían y dejo que todo su peso tocara la fría plataforma, el terror estaba dibujado en su rostro por lo que Binghe dejo salir una sonrisa ante la expresión de la mujer. Xiao Gongzhu soltó lágrimas mientras corría por el puente hasta llegar a la puerta y salir de ahí. Su presencia no era bienvenida en el lugar.

En cambio Shen Jiu soltó una risa que sonaba tan rota como su alma, su vengativo discípulo lo salvaba de una golpiza que iba destinado en su nombre. El hombre sabía que la mujer mentía desde un principio pero se dejo golpear, el dolor y el maltrato aseguraban que su mente se enfocara en el dolor ya que los recuerdos del pasado lo atormentaban en cada segundo que tenía de paz.

-- Ah...mi pobre Shizun. Debo asegurarme que no lo vuelvan a maltratar otra vez.-- hablo Binghe mientras agarraba de la quijada a su maestro. Sus dedos tomaban con fuerza la dulce y tersa piel de su maestro, grabando sus dedos en ella.-- Y yo que planeaba tortúrate de una vez....haciendo pasar lo mismo que me hiciste a mi cuando fui tu discípulo.

Shen Jiu no podía mentir que un terrible escalofrío paso por todo su cuerpo al las palabras que soltó Binghe dirigidas completamente hacia él.

-- Me da igual como me trates bestia. Disfrute mucho de tu sufrimiento.

Fueron las palabras suficientes para que Binghe agarra de las desgastadas túnicas de su 'maestro' y lo sostuviera enfrente de él. Su mirada junto con su marca brillaron de un tono carmesí, a pesar de que su maestro se encontraba en peores condiciones su orgullo no le permitía mostrar lo débil que se encontraba. Una de las manos de Binghe se paseo por toda la cara de su 'Shizun' hasta que se detuvo en la zona de sus ojos, esos ojos del mismo color de la oliva que lo veían con rencor y odio. 

ʟᴀ ᴇᴍᴘᴇʀᴀᴛʀɪᴢ ᴅᴇ ʟᴜᴏ ʙɪɴɢʜᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora