Shen Jiu se encontraba entre el grupo de sirvientes que tenía que limpiar el desastre que causo su señor, la hierva se encontraba manchada de carmesí, demasiada para su gusto. Algunas flores que se encontraba cerca, en sus pétalos portaban sangre haciendo que estas dejaran caer minúsculas gotas que terminaban empañando más el color verde de la hierba. Uno de los sirvientes que se encontraban a lado de Shen Jiu soltó un suspiro por ver el cuerpo que descansaba tranquilamente en el pasto.
-- La señorita Xiao no merecía terminar así.-- hablo el un joven que se inclinaba ante el cadaver, admirando en silencio el trabajo de Luo Binghe.
-- Por supuesto que no. Ella misma se lo busco.-- menciono otro sirviente bruscamente.
-- Por supuesto que se lo merecía, el haber tratado así la persona más importante del Emperador era seguro que terminaría muerta.-- hablo una joven con un ceño fruncido.
El cuerpo de la señorita Xiao Gongzhu desprendía sangre del brazo derecho y la pierna izquierda, la piel empezaba a tornarse de un color entre blanco y amarillo. Inicios de que empezaba a entumirse e iba ser difícil moverla, las dos partes faltantes del cuerpo estaban alrededor del cadaver. Como una señal de la próxima persona que se atreva a ofender a Shen Yuan terminarían de la misma manera, por un momento el ex-cultivador sintió que le recorría un escalofrío si continuaba con el plan que había formado con Qinghua.
Pero su orgullo no le permitía retroceder, iba a liberar a su hermano de las garras de la bestia y juntos se van a esconder de todo el mundo.
Dos sirvientes levantaros el brazo y la pierna de Xiao, mientras que los demás se posicionaban alrededor del cadaver y tomaban un extremo para llevarlo a una fosa común. Shen Jiu le toco agarrar una pierna y seguir a los demás sirvientes que lo guiaban el camino para desechar el cuerpo, sin embargo en el camino un joven que se encontraba agarrando el brazo de la mujer empezó una platica.
-- Escuche el rumor que un pabellón del palacio Huan Hua quedo igual de la misma manera.-- hablo el joven con un tono de voz que anunciaba un cuento de terror.
-- ¿De qué manera?-- se atrevió a preguntar el sirviente de enfrente, el cual lideraba el camino a su destino.
-- Todo cubierto de sangre, las vísceras se encontraba esparcidas en las paredes y piso, decorando todo el lugar. El olor dentro del lugar era terrible que decían que si te acercabas olerías el infierno mismo, además que se escuchaban miles de lamentos.-- hablo el joven con miedo en su voz.
Pero una persona que tenía agarrado el brazo izquierdo soltó un suspiro y hablo.-- Se a lo que te refieres niño, yo estuvo en el grupo de personas que tuvo que limpiar el lugar.
-- ¿Es verdad lo que decían?-- pregunto el mismo joven.
-- Por supuesto que es verdad lo que dicen, solo que las vísceras estaba por todas partes y había algunas personas que se encontraban vivas. Pero Luo Binghe se las llevo a algún lugar para alimentar a los demonios que trajo del abismo....-- la platica iba a continuar pero Shang Qinghua apareció en el mismo pasillo en que iba Shen Jiu.
Ambas personas se vieron a la cara, el pequeño autor tenía un mueca de desagrado por la sangre que se iba derramando por los pasillo, empañando el suelo de mármol. En cambio Shen Jiu no le dirigió mirada alguna, cuando el grupo de sirvientes paso a lado del cultivador, Qinghua sostuvo el brazo de Shen Jiu. Deteniéndole el paso por completo y alertando a los demás sirvientes.
-- Continúen con su trabajo, yo me quedo con él.-- Con la orden dada por Qinghua, los demás sirvientes continuaron con su camino. Dejando atrás al cultivador y su hermano marcial.
Shen Jiu no dudo en encarnar una cena ante la petición del autor, por lo que saludo mordazmente.-- ¿Ahora que quieres Qinghua?
-- Que manera de saludar.-- Se quejo el autor.-- Aún más cuando dispongo de mi tiempo para hablarte sobre el plan de escape.
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ʟᴀ ᴇᴍᴘᴇʀᴀᴛʀɪᴢ ᴅᴇ ʟᴜᴏ ʙɪɴɢʜᴇ
FanfictionCaer dentro del abismo, pasar días enteros dentro de ese infierno hace que desconfíes de toda persona. Para Luo Binghe fue un duro golpe de realidad en la que aceptaba que su maestro jamás lo iba a ver como un discípulo más, si no como alguien quien...