Don't Touch Me [Shadonic/ZonZadow]

Prólogo.

Un viejo edificio se alzaba siniestro a las afueras de la No Zone. Pese a ser inservible habían estado rastreando extrañas señales provenir de él.

Por eso mismo habían sido enviados en una misión únicamente de reconocimiento. Sus pasos eran cautelosos, sin querer ser detectados por lo que sea que pudiera haber ahí.

—¿Crees que encontremos algo? —preguntó su acompañante, en un murmuro, rompiendo el silencio que rodeaba el edificio.

—No lo sé, pero prefiero no averiguarlo. 

Continuaron su camino en la estructura abandonada encontrando a su paso no más que escombros y algún que otro artefacto inutilizado por el tiempo y el óxido.

Un extraño silbido les alertó de la presencia de alguien, o en este caso algo, extraño proveniente del piso superior.

Sus miradas se cruzaron por un par de segundos y, pese a no tener autorización para disparar sus armas, las desfundaron.

Comenzaron a subir los peldaños con precaución por el extraño sonido que, conforme subían, se hacía más fuerte.

De la puerta que dejaba entrar al piso del que provenía el silbido, también salía un extraño brillo.

Zonic le hizo una pequeña seña a su pareja y éste rápidamente se adelantó a colocarse a un lado de la puerta para abrirla.

El cobalto empuñó su pistola, listo para neutralizar cualquier amenaza que aguardase dentro.

Zhadow abrió la puerta y ambos entraron con sus armas en alto, aunque no duró mucho.

—¿Qué..?

Un enorme portal color verde se alzaba frente a ellos, proviniendo de quién sabe qué dimensión.

El azulado estaba por usar su comunicador con Zails para informar sobre aquel portal cuando una soga salió del mismo y atrapó al bicolor, comenzando a jalarle dentro.

—¡Zhadow! —al notar lo que sucedía, se apresuró a sujetar a su compañero tratando de evitar que fuera absorbido.

—¡Espera, nos jalará a ambos! 

—¡No trates de hacerte el maldito héroe conmigo! —le reclamó antes de que el vetado lo empujara, haciéndole caer al suelo y desde ahí gritar:— ¡Zhadow, tienes prohibido atravesar ese portal, ¿Oíste?!

Más su orden, desesperada y sin sentido, fue más que ignorada en el momento en que el mayor desapareció de su vista, al igual que el portal.

—¡Maldita sea! —arrojó un trozo de escombro a la antigua posición de la entrada a otra dimensión; después, encendió el comunicador— Zails, tenemos un problema —informó en cuanto el zorro dio señal de escucharle.

—¿Cuál?

—Un portal se llevó a Zhadow.

—Oh vaya. Regresa a la base, lo solucionaremos desde aquí.

—Bien.

[...]

—¿Qué demonios fue lo que pasó? —preguntó en cuanto entró al laboratorio del científico.

—Podrías empezar al menos con un reporte del lugar.

—Edificio abandonado sin amenazas potenciales; ¿Qué demonios fue lo que pasó? —repitió su pregunta una vez terminó con lo pedido. El zorro suspiró.

—No es nada de lo que debas preocuparte, estará de regreso en un par de horas.

—¿"Horas"?