Don't Touch Me [Shadonic/ZonZadow]

Capítulo 8.

[...]

No era capaz aún de calcular las consecuencias de lo sucedido; nunca se habría imaginado que el problema se hiciera tan grande y difícil de tratar, que terminaría esposado con el orgullo roto y sin manera —o en este caso ganas— de escapar.

Pero nos estamos adelantando mucho, dejemos que Shadow nos explique qué pasó.

[...]

Regresaban de que atendieran al cobalto en un médico; le habían ordenado dos semanas de reposo y él sin duda estaba dispuesto a amarrarlo a la cama con tal de que lo cumpliera. Había intentado generar una conversación amena para aligerar el ambiente pesado que había, más no había funcionado para nada.

Zonic se encontraba demasiado ensimismado en sus pensamientos como para prestarle atención; había recibido un par de "uh-hum, claro, ajá" como respuesta. No insistió más pues sabía lo mucho que irritaba que siguieran jodiendo con algo a lo que ni siquiera sabías qué era.

Suspiró resignado y entonces, después de llegar a su hogar, notó cómo es que el cobalto daba vueltas por el apartamento en vez de ir a su habitación y recostarse.

—Zonic, deberías ir a acostarte como dijo el doctor.

—Ahora no —respondió sacando algo que él desconocía del closet—. Hay cosas más importantes.

—¿Cómo qué?

—Iré a la estación, aún tengo trabajo que hacer.

—Pero Zonic, necesitas recuperarte.

El azul dirigió su mirada a él y pudo sentir la inmensa seriedad que en ella habitaba, el cariño que antes había predominado parecía haberse esfumado de un segundo a otro pero no entendía por qué. Los ojos verdes se entrecerraron un poco aún mirándolo, después decidió ignorarlo.

Aún no creía la enorme presión a la que era sometido cuando los ojos esmeralda le miraban, sin embargo ese no era el asunto que le importaba en ese preciso momento. 

—Zonic enserio, terminarás abriendo la herida de nuevo —se sentía ridículo teniendo que dar vueltas detrás del erizo para que este le hiciera caso o por lo menos lo escuchase—, eso te hará más daño.

—Ya te dije que tengo cosas que hacer, como atrapar a Scourge antes de que la situación se salga de control.

—Ya lo hará alguien más, hazme caso.

Zonic se detuvo. Dio la vuelta sobre su propio eje y dio pasos apresurados hasta detenerse frente al azabache, estando frente a frente.

—¿Quién eres?

—¿Qué? —la pregunta fue tan espontánea que ni siquiera pudo procesarla correctamente antes de que una respuesta automática saliera de su boca. Se reprochó mentalmente por tal estupidez pero no era momento para lamentarse; debía hacer frente al problema que tenía enfrente en ese momento en forma de erizo azul—, ¿de qué hablas? Soy Zhadow.

—No —negó casi al instante—, tú no eres Zhadow. Te daré la oportunidad de desmentirte tú solo; ¿quién eres? —mantuvo su silencio, ¿qué podría responderle? Además de todo, tenía que informarle a Zails lo que sucedía para saber qué pasaría—. Es lo que pensé.

El cobalto no esperó más y cambió su rumbo hacia la puerta principal de la casa, no tenía tiempo para perder en ese tipo de cosas y menos en ese momento. Eso no evitaba que se maldijera a sí mismo por no darse cuenta muchísimo antes, pero, ¿cómo saberlo? Tal vez no había prestado la suficiente atención o tal vez sí pero había preferido ignorarlo.