¿Tú?
Cuando miró hacia enfrente se encontró con la persona que la dejó sin aliento. Este bajó del auto con el porte que tanto lo definía. Llevaba puesto un traje fino, sin ningún arrugado que lo hiciera ver mal. Se veía como siempre, elegante y macabro.
En cambio, ella estaba llena de lágrimas con la cara roja y un poco hinchada. Se levantó tomando distancia por su propia seguridad.
—¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabes que no morí?
—Oh cariño, mi dulce Hallie. ¿Por qué siempre me subestimas? —rió un poco.
—¿Qué haces aquí, Elijah? —su voz se volvió fría de un momento a otro. Este sonrió.
—Vine a ver como tu vida se viene abajo. Dime, ya descubrió quién eres —rió con amargura. Ella solo se limitó a bajar la cabeza—. Lo sospeché, por eso vine.
—Eres un maldito...
—Un maldito que se preocupa por ti, niña tonta. ¿O tu padre o tu madre están aquí? No, solo yo.
—Bueno, no necesito de ti.
—Oh cariño, dependes de mí...
—¡Claro que no! —exclamó furiosa.
Ella no dependía de nadie. Mucho menos de alguien como él, inestable y enfermo. Se dio la media vuelta con dirección a buscar otra salida.
No iba a soportar que otra persona la hiciera sentir mal por ser quién ella era, por ser quién las personas la habían obligado a ser gracias a sus malos tratos y la carencia de amor que tuvo en su infancia. Se volvió dura, practica y vacía.
Esa era ella, una chica vacía que anhelaba sentirse viva de nuevo. O por primera vez en toda su vida.
—Te necesito —soltó él—. De alguna forma te quiero cerca. Te necesito cerca de mí.
Ella paró en seco al escuchar sus palabras, era la primera vez que lo oía decir algo parecido.
—Entiendo por lo que estás pasando... En verdad —prosiguió—. Toda tu vida viviendo para asesinar y proteger no es algo que una chica de diecisiete años deba vivir. Pero es así...
—Dieciocho. —Corrigio ella. Ya que hace unos días los había cumplido, lo cual fue una sorpresa porque lo había olvidado en su momento.
—Dime ya qué quieres, solo dime —dijo ella.
Quería escucharlo, solo eso necesitaba. Saber que era lo que él siempre quiso decirle. Elijah siempre fue un hombre de pocas palabras, a sus apenas veinticinco años de edad era más reservado que la mayoría. Y Hallie aprendió muy bien de él.
Ellos tenían —a pesar del poco tiempo—, mucha historia. Habían vivido tantas cosas juntos que su relación era enfermiza y extraña, pero eso les agradaba a ambos. Se querían mutuamente a su extraña manera.
—Ven conmigo, aceptame a mí. Siempre hemos sido tú y yo —ella se limitó a suspirar—. Ellos no te quieren, solo quieren que cumplas sus órdenes. Él no va a amarte, no con todos tus defectos, porque solo quiere ver tus virtudes. Lo sabes Hall, pero no quieres verlo.
—Lo único que tú quieres de mí es son mis habilidades, sabes que puedo matar sin problema. Solo tratas de manipularme —espetó ella—. Y no necesito que nadie me ame.
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El Protegido | Aidan Gallagher ✔
FanficEl famoso Aidan Gallagher recibe un atentado contra su vida; y sus padres están dispuestos a hacer lo necesario para mantenerlo a salvo. Una asistente con un doble cargo. Una enemistad. Un amor de doble filo. Pero sobre todo, nada es lo que parece...