La noticia de que era hija de Hecate se esparció rápido en mi cabaña. Mis hermanos me dieron la bienvenida oficial y un discurso de lo que significaba ser hija de la diosa de la magia, las responsabilidades, blah blah blah. Para ser sincera no entendí ni la mitad.
En la cena mis hermanos (era raro pensar que pase de ser hija única a tener muchos hermano y hermanas) me aconsejaron que de ahora en adelante diera mis ofrendas a mi madre.
Déjenme explicarles, en todas las cenas damos parte de nuestra comida (siempre la mejor parte) a nuestros padres o anfitrión en caso de los no reconocidos que se quedan en la cabaña de Hermes, muchas veces se ofrenda a otros dioses para agradecerles algo o pedirles algún favor (algo que nunca hacen). Durante todos estos meses le estuve dando parte de mi comida a Hermes, agradeciéndole por dejarme vivir en su cabaña, pero, siempre daba otra parte -una muy pequeña a mi madre, rogándole que me reconociera.
Ese fue mucha cantidad de comida perdida, hasta ahora. Me coloqué en la fila junto a los demás de la cabaña 11 y espere hasta que fuera mi turno, cuando por fin estuve frente a la hoguera deje caer más de la mitad de mi comida, era una forma de agradecerle a mi madre por haberme reconocido. O eso es lo que mis hermanos me dijeron que debía hacer, pero yo no le veía el sentido a agradecerle por haber recordado a uno de sus hijos.
Esa noche me fui a la cama con un peso encima menos, al ya saber de quién era hija podía enfocar mejor mis habilidades. Si ya había lanzado hechizos sin saberlo aprender magia seria pan comido.
***
Cuando desperté en la mañana sentí un peso en mis pies, imaginé que debía tratarse de uno de los Stoll y alguna broma, ya una vez se habían quedado a los pies de mi cama esperando a que despertara para lanzarme pasta de dientes a la cara. Los hubiera golpeado si la pasta de dientes hubiera sido de menta, pero al ser para niños (o sea dulce) preferí retrasar mi venganza.
Claro que más tarde se las cobre.
Volviendo al tema, me enderecé y antes de abrir mis ojos cubrí mi cara con mis manos, por si acaso. Pero nada paso, no sentí nada raro en mis manos, ni risas ahogadas. Me quité las manos de la cara y abrí lentamente los ojos. Todos a mi alrededor estaban aún durmiendo, incluido Luke unas cuantas literas más allá, y él era siempre el primero en despertar. Dirigí mi mirada hasta los pies de mi cama, de donde provenía el peso que me despertó, ahí estaba un gran bulto negro.
Lo agarre algo desconfiada, parte de mi aún creía que se trataba de una broma de los Stoll, a pesar de que ambos seguían durmiendo en la litera contigua a la mía.
Abrí el bulto con mucho cuidado, pero aun así no pude evitar que otro objeto cayera al suelo provocando un fuerte ruido. Mire en todas direcciones, los pocos habitantes de la cabaña seguían durmiendo como si nada pasara. Hipnos hizo un muy buen trabajo al parecer.
El bulto grande era un abrigo negro con varias carteras interiores, no me le quede mirando mucho antes de recoger el objeto que se había caído. Era un libro, que al igual que el abrigo, su cubierta era negra, pero tenía unas brillantes letras plateadas "Activarum Liber Institutionum", o "Libro de las leyes".
Me tomo más de un minuto darme cuenta de que había podido entender algo sin que mi dislexia atacara. Volví a leer el titulo y efectivamente lo entendía perfectamente, a pesar de que estaba escrito en latín. Abrí la primera página y había una hoja suelta, y, al igual que la portada, estaba escrita en latín: Te será útil en un futuro. Si tienes problemas es útil tocar el tercer botón, H.
Sentí la cama de alguien crujir, así que rápidamente escondí el libro entre mis cobijas y me hice la dormida. ¿Por qué?, sé que se lo están preguntando, pues la respuesta es muy simple. Estaba viviendo en un campamento griego, para hijos de dioses GRIEGOS, no era normal que alguien pudiera leer naturalmente latín, un idioma que se usaba en el imperio romano, que, por cierto, odiábamos.
ESTÁS LEYENDO
Cursed Witch |PJO|
FanfictionMorgana puede ser todo menos una chica normal, y todo esto se debe a que su familia no es la más normal del mundo. Con solo nueve años se le es revelada su verdadera procedencia. Gracias a esto Morgana comprende que las historias que le contaron en...