Esa noche nos sentimos bastante desgraciados. Acampamos en el bosque, a unos cien metros de la carretera principal, en un claro que los chicos de la zona al parecer utilizaban para sus fiestas. El suelo estaba lleno de latas aplastadas, envoltorios de comida rápida y otros desechos. Habíamos sacado algo de comida y unas mantas de casa de la tía Eme, pero no nos atrevimos a encender una hoguera para secar nuestra ropa. Las Furias y la Medusa nos habían proporcionado suficientes emociones por un día. No queríamos atraer nada más.
Decidimos dormir por turnos. Percy se ofreció voluntario para hacer la primera guardia. Annabeth se acurrucó entre las mantas y empezó a roncar en cuanto su cabeza tocó el suelo. Grover revoloteó con sus zapatos voladores hasta la rama más baja de un árbol, se recostó contra el tronco y observó el cielo nocturno. Escuche como hablaba con Percy, pero trate de ignorarlos, el sueño me estaba ganando. Aun así, no podía dormir, aun no descubría como regresar a mi ropa habitual, y la armadura no era lo más abrigador o mullido a la hora de dormir.
Estaba tiritando, y me vi tentada a encender un fuego pequeño, lo suficiente como para calentar mis manos y mis pies, ¿la armadura no podía incluir un par de calcetines o unas botas felpudas?
La conversación de Percy y Grover seguía, y a pesar de no encontrarme tan cerca, me desconcentraba de lo que fuera estuviera pensando; tal vez como no entrar en hipotermia. Por alguna razón Grover comenzó a tocar Concierto para piano N. 0 12 de Mozart (no pregunten como lo sé), y eso me ayudó a dormir.
Estaba helado y oscuro, pero aun así sabía por dónde iba. Parecía una caverna enorme, pero desde el fondo se escuchaban voces de mujeres, ninguna se me hizo conocida, pero una si logro que mi corazón saltara.
Seguí avanzando, pero el camino parecía cada vez más largo, poco a poco las voces se fueron alejando hasta que escuchar la conversación se me hizo casi imposible.
—No debe permanecer aquí, tu señora la encontrara —escuche la voz de una mujer entrecortada.
—Solo un minuto más, será la última vez que este a mi lado.
—Tu egoísmo hará de su vida un infierno —era la voz de la misma mujer de antes, parecía enojada.
—Si, pero eso la hará fuerte.
—Y es eso lo que ella quiere.
Entonces, todo se aclaró de repente, como si mi vista de acostumbrara al lugar, todo era de un color obsidiana resaltado por el brillo de muchas piedras brillosas.
Fue lo último que vi antes de que el suelo bajo mis pies se abriera y cayera por un vació sin fin.
—iAhhhh! —desperté gritando y dando algunos manotazos al aire, aun trataba de sujetarme de algo para no seguir cayendo.
Estaba amaneciendo, y el único despierto era Grover. ¿Se había quedado despierto toda la noche?
—¿Estas bien?
—Si, solo fue una pesadilla —respondí tratando de calmar mi respiración, mi pecho subía y bajaba rápidamente, pero a través de mi armadura era difícil de apreciar.
Annabeth apareció a mi lado con cara de pocos amigos, parece que la había espantado. Paso de largo y se puso a preparar el desayuno aun molesta, Grover por su parte prefirió huir. Se internó en el bosque y me dejo sola junto a ella y a un aun dormido Percy.
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Cursed Witch |PJO|
FanfictionMorgana puede ser todo menos una chica normal, y todo esto se debe a que su familia no es la más normal del mundo. Con solo nueve años se le es revelada su verdadera procedencia. Gracias a esto Morgana comprende que las historias que le contaron en...