—¡Emma! ¿Aidan? —la expresión de mi padre demuestra tensión, haciendo que cada vez crea más en las palabras de Aidan.
—¿Qué hiciste qué? —pregunto acercándome a mí papá a grandes zancadas. Mi madre está a su lado, su rostro está entre confundido y sorprendido.
—¿De qué hablas...?
—¿En serio creías que tu show de mierda duraría más?
—No me hables así soy tu padre y merezco res...
—¿Respeto? ¿El tipo de respeto que le tuviste a Aidan? ¿El que me tuviste a mí? ¿El que le tuviste a la relación que tenía? De respeto no hables porque no te mereces ni un poco.
-Emma -la voz de mi madre hace que un escalofrió me recorra el cuerpo- ¿De qué hablas hija? -su voz dulce hace que voltee instintivamente hacia ella.
- ¿Tu lo sabias? -pregunto bruscamente tanto que me arrepiento al ver su expresión de sorpresa- ¿Sabías que había chantajeado y manipulado a Aidan para que me deje? -el rostro de mi madre se contrae en varias emociones, desde confusión hasta enojo.
- ¡¿Qué hizo que?! -la voz alterada, la postura, la expresión corporal. Está enojada.
La cara de mi padre palidece al ver como mi mamá se acerca a él.
- ¿Qué has hecho qué? -cuestiona mi madre lentamente.
-Yo-yo...
-Tu-tu, tu nada joder, y creer que confiaba en tus consejos cuando me decías que Aidan no me merecía -mascullo enojada.
Aidan está detrás de mi viendo la escena como si fuera un partido de ping pong, no ha mencionado ni una sola palabra, por una parte, lo agradezco porque sé que si menciona algo tendré aún más instintos asesinos hacia mi padre.
-Tenemos que hablar -brama mi padre mirándome.
- ¿Hablar de qué? Por favor, viste como llore, como me pregunte a mí misma si yo era tan tonta ¡Y no hiciste nada! Amenazaste a Aidan con un tema muy delicado solo para que haga la idiotez que tu querías que haga y no entiendo por qué ¿Qué te hizo? ¿Qué te hicieron?
-El-ellos son unos traidores...
-Ay por favor ¡SU-PE-RA-LO! Ellos te pidieron perdón por su error y Aidan no tenía nada que ver ahí, en sus problemas, así como yo no tengo nada que ver. No tienes el derecho de elegir que hacer con mi vida, no tenías que decirle eso a Aidan y sobre todo no tenías derecho de amenazarlo con la demanda hacia sus padres.
-Hija...
-No quiero hablar más contigo. Es mejor que reflexiones lo que has hecho porque ésta no te la perdono nunca -tomo de la mano a Aidan y lo halo hacia la salida, tomo mi celular y escribo un mensaje rápido a mi madre, solo para no dejarla preocupada.
Emma: Saldré con Aidan mamá, no te preocupes solo intenta que mi padre no te meta ideas erradas a la cabeza.
Aidan se mantiene callado, ambos caminamos hacia su casa nuevamente, mis ojos arden, no puedo creer mi padre haya hecho eso, que le haya hecho daño así a Aidan porque le ha hecho daño pidiéndole todo eso, que me haya hecho daño a mí. Lo único que agradezco es que haya dejado a mi madre fuera de esto, mi madre no dijo casi nada hace un rato, pero sé que no lo ha hecho, sé que ella no es así.
- ¿A la terraza? -pregunta mirándome.
-Donde sea.
- ¿Quieres descansar? podemos ir a mi habitación.
-Está bien -es lo único que digo, no quiero hablar, quiero dormir y que este día se acabe de una vez.
- ¿Te sientes bien? -pregunta acercándose a mí.
-No lo creo -murmuro sentándome en su cama.
-Emma yo-yo...
-No te preocupes, está bien -murmuro encogiéndome de hombros.
-No, no está bien, yo de verdad lo lamento -comienza a hablar haciendo que mi rostro gire en su dirección.
-Aidan, detente. De verdad está bien, no tienes la culpa...
-Pero...
-Oh Aidan si no te callas te partiré la cara de un buen golpe -no me gusta que se siga disculpando por algo que no fue su culpa.
-Vale, lo capto -masculla mirándome con la diversión impregnada en sus ojos- Entonces... tus reglas ya no sirven ¿verdad?
-Aidan -advierto.
- ¿Qué? solo digo, ya hablamos, ya nos acercamos, no hemos olvidado lo que paso entre nosotros, ya te miré, lo único que no he vuelto a hacer es entrar por tu ventana, aún. Ah y para mejorar todo ya me besaste.
Suspiro molesta y divertida a partes iguales por sus palabras.
-Si bueno, supongo que ya volvimos a romper otras reglas...
-Así es ¿Qué se supone que sigue?
-Pues no lo sé, supongo que una linda amistad, como antes.
-No quiero solo una amistad contigo.
-Bueno, recuerdo que tú me propusiste eso hace unos días.
-Era solo para acercarme a ti...
-Ah pues eso está bien supongo.
-Sí, pero ahora que ya te dije toooda la verdad y que ya me disculpaste podemos volver a ser los de antes ¿verdad?
- ¿Los de antes? ¿Te refieres a la amistad que teníamos antes?
-Sabes que no me refiero a eso.
-Pues lamento decepcionarte, pero creo que eso no será posible...
-Por ahora. Necesitas volver a confiar en mí.
-Sí, necesito volver a confiar en ti. Aunque ya me hayas dicho todo lo que paso siento que aun así me dañaste y tal vez si, necesito volver a confiar en ti.
-Vale, en-entonces me esforzare para que eso vuelva a pasar.
-Bien -asiento lentamente.
- ¿Quieres descansar Emma?
-Si, por favor -pido.
Me levanto de donde estoy y me acuesto en la cama relajándome, Aidan se queda parado mirándome, abro mis ojos lentamente.
- ¿Qué pasa? -pregunto confundida.
- ¿Te sentirás cómoda conmigo durmiendo aquí? -pregunta y puedo notar ¿timidez? en su voz.
-Venga Aidan, claro que sí. Ven recuéstate creo que tú también necesitas descansar -pido sonriéndole.
Se acerca a pasos lentos antes de dejarse caer en la cama, poniendo sus brazos detrás de su cabeza.
-No sabes cuán feliz me hace que intentemos ser los mismos de nuevo -murmura acercándose a mí.
-A mi igual Aidan, a mi igual -murmuro antes de cerrar mis ojos y quedar dormida.
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Bajo las reglas
Teen FictionMuchas reglas y mil maneras de romperlas. Nunca estuve completamente lista para seguirlas y mucho menos para romperlas pero el lo valía, el "nosotros" lo valía. No hablar, no acercarse, no mantener ningún tipo de relación, ninguno puede entrar a la...