Mis ojos se abren lentamente. Puedo visualizar una luz a lo lejos, dañándome los ojos, no logro ver absolutamente nada más que la luz blanca brillando fuertemente en frente de mí, trato de mantener mis ojos abiertos, pero estos se cierran lentamente mostrando diferentes sucesos de ¿mi vida? Aidan y yo jugando en el patio trasero de la casa, mis padres alejándome de Aidan, cuando conocí a Andrea, instituto, mil sucesos más pasan en simples segundos, mis ojos se vuelven a abrir rápidamente mostrándome a mi caminando hacia la luz de hace unos segundos, trato de detenerme, no puedo, es como si mis pasos fueran obligatorios, como si yo no estuviera manejando mi propio cuerpo.
A pasos rápidos y sin ser consiente de mi propio cuerpo camino hacia la luz, antes de llegar me detengo abruptamente, trato de extender mi mano y tocar la luz, sorprendentemente lo logro, mi mano sube de manera lenta, cuando mi mano está apunto de tocar la brillante escena se detiene y se dirige rápidamente a mi pecho, me falta el aire, todo se vuelve negro nuevamente y me sobresalto al sentirme caer. Mis ojos se abren rápidamente, puedo volver a respirar, mi mano en mi pecho sigue ahí, todo... todo... no encuentro la palabra, no es todo, es nada, nada es igual a como hace unos segundos, estoy en una habitación blanca, con luces, sí, pero luz eléctrica.
Tardo algunos minutos en ubicarme, me duele la cabeza.
Miro a todos lados buscando una explicación, mi vista gira hacia la derecha en donde hallo a Andrea dormida en un pequeño mueble... ¿E-es-estoy en un hospital?
-Andrea...
- ¿Qué? ¡Eh! ¡Estoy despierta! -se sobresalta y su mirada se pasa por toda la habitación hasta llegar a mí- ¡Emma! ¡Joder, al fin! Llevas dos malditos días sin despertar, maldita sea, que susto nos has dado.
- ¿Qué hago aquí? -pregunto asustada.
- ¿N-no lo recuerdas? -pregunta mirándome con los ojos muy abiertos.
Trato de recordar algo, pero no puedo. Niego lentamente mirándola.
-No recuerdo nada...
- ¿Que es lo último que recuerdas?
-Ehh, la fiesta... salimos de la fiesta, no recuerdo nada más -murmuro.
-Mierda... ehh, tengo que llamar a una enfermera -dice mientras se levanta torpemente y yo asiento tratando de acomodarme en el lugar donde estoy.
Andrea sale de la habitación y regresa después de algunos minutos con una enfermera y mis padres, ellos dos me miran aliviados y se acercan rápidamente hacia a mí para envolverme en dulce y delicado abrazo el cual no puedo corresponder por las agujas que se encuentran en mis brazos.
Sigo muy confundida.
- ¿M-me pueden explicar que hago aquí? -pregunto esperando alguna respuesta.
- ¿No recuerdas el por qué estás aquí? -pregunta mi madre mirándome, vuelvo a negar.
Joder, que alguien me explique algo si no quieren que muera por la duda.
-Tuviste un accidente -dice mi padre sin rodeos.
Mis ojos se abren exageradamente tras lo que acabo de escuchar.
¿Q-Qué?
-Después de la fiesta -agrega mi madre.
-Pero...
-Yo no iba contigo, ya me habías dejado en mi casa.
Y... ¿Aidan?, No, él no fue, joder, que alivio.
Mis padres salen de la habitación ya que tienen que ir a realizar algunos papeleos para poder hacerme exámenes médicos que confirmen que estoy bien.
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Bajo las reglas
Novela JuvenilMuchas reglas y mil maneras de romperlas. Nunca estuve completamente lista para seguirlas y mucho menos para romperlas pero el lo valía, el "nosotros" lo valía. No hablar, no acercarse, no mantener ningún tipo de relación, ninguno puede entrar a la...