|CAPÍTULO 13|

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Me despierto por el molesto ruido de mi alarma. Paso mis manos por mi rostro al notar la molesta luz solar que entra por la ventana, me remuevo incomoda y al abrir mis ojos recuerdo que aún estoy en casa de Aidan.

Me levanto y comienzo a zarandear a Aidan por el hombro, en mi rostro se posa una sonrisa divertida al ver que se remueve mientras abre los ojos lentamente.

- ¿Qué pasa? Ven, duerme por un rato más es muy temprano -dice cerrando los ojos nuevamente.

-Son las... -reviso mi teléfono confirmando la hora - siete y quince, exactamente. Me tengo que ir -mis padres ya deben estar despiertos, así que trataré de utilizar la excusa de que salí a correr desde muy temprano, algo que nunca hago y espero que crean aun sabiendo que es sábado.

-Aún no hemos desayunado... -dice levantándose y mirándome con una sonrisa en sus labios -Venga, vamos a desayunar.

Bajamos y aprovecho para mandarles un mensaje a mis padres avisándoles que llegare en un rato ya que "salí a correr", espero que me crean.

Aidan pone un plato de tostadas frente mío y se sienta a mi lado para comenzar a comer.

Conversamos sobre cómo le diremos a mis padres que estamos saliendo, con sus padres no hay ningún problema ya que ellos lo entienden, el problema radica en mis padres que siento que harán un problema por esto, espero no sea así.

- ¿Tú crees que sea prudente decírselo hoy mismo? -pregunto mirándolo.

-Díselo cuando estés segura, si pides mi opinión te diría que sea lo antes posibles por muchas razones. Primero, para que no se enteren por otros medios. Segundo, si tú se los dices sabrán que tienes confianza en ellos y verán que no tienen que preocuparse por nada. Tercero y último, quiero que nos podamos ver sin ocultarnos, poder salir juntos sin tener que mentir a donde iremos o con quien -dice mientras deja leves caricias en la palma de mi mano.

-Tienes razón, trataré de hablar con ellos más tarde.

-Está bien -asiente.

Hace unos cinco minutos que llegué a casa y pensé que encontraría a mis padres aquí, pero al parecer ya salieron a trabajar.

Subo a mi habitación a tomar una ducha y acostarme a descansar por un rato ya que mis fines de semana no son nada productivos y hoy no tengo nada que hacer, además estoy cansada.

Me levanto por el constante ruido de mi celular el cual me hace saber que estoy recibiendo una llamada.

- ¡HOLAAAA! -grita la voz de Andrea cuando contestó la llamada.

-Hola -respondo con voz adormilada.

-Wow, que ánimos -dice.

-Lo lamento estaba durmiendo.

- ¿Durmiendo? son las dos de la tarde, lo sabes ¿Verdad?

- ¿Las dos de la que? -me levanto de la cama rápidamente - ¿Cómo te está yendo? -le hago conversación a Andrea.

-Bien, súper bien, diría yo -dice y puedo percibir que está sonriendo.

-Vale, cuéntame todo -pido más interesada en la conversación.

-Ayer que llegamos decidí ir a la discoteca del hotel junto a un grupo de personas que conocí ese mismo día, el hecho es que he conocido a un chico guapísimo, le pedí su número y ahora estamos hablando -dice con clara emoción.

-Wow, wow, wow, espera. Me perdí en chico guapísimo -digo riendo.

-Respeta a tu novio, mala novia -dice divertida.

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