|CAPÍTULO 16|

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- ¿Qué haremos hoy? -pregunta Aidan acostado en mi cama.

Dos meses y medio son los que llevo en una relación con Aidan, eso es emocionante. El tiempo pasa tan rápido, y no me quejo, para nada. Estos meses junto a él han sido uno de los mejores de mi vida.

Estamos en mi habitación terminando de avanzar el trabajo. Mañana por la noche la madre de Aidan ha organizado una cena la que ha invitado a mi familia. Así es, una cena todos juntos.

¿Miedito o qué?

La verdad es que si, durante lo que llevamos de relación Aidan y yo, las únicas palabras que nuestros padres han cruzado son "Buenos días" "Buenas tardes" y "Buenas noches" y esto es solo porque han coincido en salir a la puerta de la casa cuando Aidan y yo íbamos a salir. Los que tuvieron la idea fueron los padres de Aidan, con los que por cierto me llevó muy, muy bien. Aidan también está nervioso por cómo saldrá la cena ¿Quién no lo estaría? Será una cena muy interesante, espero y todo salga bien.

-Hey, linda -me llama Aidan agitando su mano en frente de mi cara, muevo la cabeza y dirijo mi mirada hacia el- ¿En qué piensas? -pregunta divertido.

-En lo mucho que te quiero -sonrió alegremente y me paro para acostarme junto a él y abrazarlo.

-Sé que no estabas pensando en eso, pero haré como que te creo. Yo también te quiero -dice dejando un beso en mis labios.

-Te gustaría ir a el lugar tranquilo -pregunto. Muchas veces hemos ido juntos, cada vez que nos sentimos estresados por algo o simplemente queremos ir a un lugar que nos otorgue paz, vamos a ese lugar o como lo hemos denominado "El lugar tranquilo".

-Me encantaría -por su rostro se extiende una gran sonrisa la cual imito.

Tomamos una pequeña mochila en la cual guardamos snacks y bajamos, mis padres se encuentran en el comedor conversando, dirigen sus miradas hacia nosotros cuando nos escuchan bajar.

—Hola —saludamos Aidan y yo.

Mi madre nos da una sonrisa alegre mientras a mi padre aún se le hace difícil verme junto a Aidan, pero al menos hace el intento de ser amable con él.

—Hola —saludan mis padres al unísono.

—Saldremos un rato —aviso.

—¿Dónde irán? —pregunta mi padre.

—A caminar —aseguro sonriendo.

—Bueno, está bien —asiente mi padre.

—Bueno, nos vemos —Aidan y yo nos despedimos agitando la mano en dirección hacia ellos.

—Tu padre siempre me mira como si quisiera matarme —suelta Aidan cuando estamos entrando al auto.

Rio.

—A ver, tampoco es tanto así —mi voz suena divertida.

—Vamos, hasta tú lo notas —dice riendo.

—Se está tratando de acostumbrar —sonrió mientras el auto avanza.

—¿Estas nerviosa por la cena de mañana? —pregunta dándome una mirada rápida.

—La verdad es que si, espero todo salga bien –me quedo pensativa por unos segundos antes de seguir-. Tus padres son muy pacíficos, pero tengo miedo de que salga algún tema del pasado —comento mientras juego con los anillos de mis dedos.

—Esperemos que no —suspira— Tratare de hablar con ellos para que hables sobre temas netamente actuales.

—Haré lo mismo.

Cuando al fin llegamos al hermoso lugar que nos espera, bajamos junto a la mochila en la cual llevamos la manta que ponemos en el pasto y nuestros snacks.

—¿Crees que la profesora Martínez me apruebe si participó en la feria de historia? —pregunta mirando a la nada, recostado su cabeza en mis piernas.

—Yo creo que sí, pero debes consultar si tienes nota extra por participar ahí.

—Tienes razón, tengo que hablar con ella, me dijo que era posible que repruebe su curso.

—Y eso es porque siempre te olvidas de los trabajos que se deben entregar —opino divertida.

—A ver, en mi defensa siempre deja demasiados trabajos, es casi imposible seguirle las clases.

Rio fuertemente porque eso es completamente falso, casi nunca deja trabajos, pero como quiero a Aidan le daré la razón.

—Ajá.

—Eso se escuchó muy falso, linda —dice riendo.

—Bueno... Digamos que la profesora no deja taaantos trabajos, pero ajá.

Aidan finge indignación, ya se dio cuenta de lo que quiero decir.

—Estas insinuando que soy un irresponsable —dice mientras se toca el pecho.

—Eso mismo quise decir —sonrío divertida.

—Me parece una falta de respeto insinuar eso sobre tu lindo y caliente novio —rio mientras atraigo sus labios a los míos.

—Claro, recalquemos las palabras lindo y caliente —ríe y toma mi mano dejando suaves caricias en ella.

Ahora que lo pienso ha sido muy fácil organizar mi tiempo para estar junto a Andrea y Aidan, ayer me vi con Andrea, pasamos una tarde hermosa, la extrañaba mucho. Andrea está muy feliz de que Aidan y yo vayamos bien, dice que nunca me ha visto tan feliz como me ve ahora que estoy junto a él, eso me hace aún más feliz.

—¿Quieres? —pregunta Aidan extendiéndome una bolsa de papas fritas. Asiento tomándola y abriéndola.

Bajo las reglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora